Seguramente en tu búsqueda por el televisor de gran formato económico te hayas encontrado numerosísimas opciones, pero pertenecientes a marcas alejadas de lo 'mainstream' como Samsung o LG. Estos dos fabricantes dominan con mano dura el sector de los televisores Smart TV, pero otro competidor se une a la lucha con una propuesta.
Es más que seguro que en dicha búsqueda te has encontrado algún que otro televisor Grundig. La marca puede sonar desconocida para algunos pero no es ni mucho menos una firma desconocida en el mundo audiovisual. Este fabricante alemán de equipamiento para audio, televisión y radio ya ha hecho su incursión en el mundo de los televisores, y vuelve a intentarlo con una propuesta interesante.
Hablamos del televisor Grundig 58VLX7860 Vision 7 UHD de 58 pulgadas, saliéndose por 3 pulgadas del estándar de 55. Lo hemos probado a fondo con todo tipo de pruebas y os explicamos qué tiene que decir dicho aparato frente a una competencia cada vez más dura.
El televisor Grundig que democratiza las 58 pulgadas a bajo coste: sobrio pero no lo necesita
Este televisor no es para todas las habitaciones, y su tamaño así lo demuestra. Obviamente no vamos a poner un televisor tan grande en una estancia reducida; este televisor está pensado más para salones o estancias más grandes que puedan aprovechar la amplitud de un panel que alcanza las 58 pulgadas. Un televisor imponente como suele ser habitual en estos tamaños.
En cuanto al diseño poco tenemos que decir, y eso son normalmente buenas noticias. Lejos estamos de diseños ultra-finos y de marcos imposibles como vemos en televisores de altísima gama, pero este televisor de 58 pulgadas no lo necesita; no buscamos en él grandes acabados sino un diseño que destaque lo menos posible. Y aquí Grundig saca pecho favorablemente.
Tenemos unos marcos reducidos que nunca vienen mal, y el aspecto más reseñable de su diseño son sus 2 peanas laterales metálicas. En general, el único aspecto "negativo" (si es que podemos considerarlo como tal" es que no hablamos de un televisor ultra-fino; tendremos una protuberancia notable detrás del televisor con todas las conexiones a disposición del usuario. Algo menor sabiendo que una vez que instalemos el televisor prácticamente nos olvidaremos de ellas.
Un led en rojo poblará la parte de abajo del televisor y nos encontraremos todas las conexiones necesarias en la parte trasera. Concretamente, disfrutaremos de una amplia variedad de conexiones: 3 HDMI 2.0, 2 USB 2.0, LAN, ranura CI+, salida de audio óptica y entrada de auriculares jack 3.5mm. Como anécdota, debemos mencionar que, curiosamente, Grundig ha tenido a bien incluir un botón físico de apagado accesible en la parte trasera. Un bonus que nunca está de más.
En definitiva, y en el apartado físico, Grundig ha sabido mantener un beneficioso equilibrio entre prescindir de diseños atrevidos y ofrecer unos buenos acabados que evitan que notemos que estamos ante un televisor más económico. Se siente robusta, bien construida y cualquiera diría que es más cara de lo que realmente es. Punto a favor para la firma alemana.
Tiene lo justo y necesario pero a su vez un importante talón de Aquiles
Empecemos a repasar las características brutas de este televisor, y afortunadamente Grundig no ha metido excesivamente la tijera. Para empezar hablamos de un panel LCD de 58 pulgadas 4K UHD, es decir, 3840 x 2160 píxeles con compatibilidad con HDR10 y HLG. Contamos con Wi-Fi, Bluetooth, sintonizadores DVB-T2/DVB-C/DVB-S2 y un sistema de sonido de 32W de potencia.
El Vision 7 UHD de Grundig además incluye software Smart TV, concretamente SMART interactive TV con la plataforma Ultralogic 4K, del cuál hablaremos más adelante ya que este será, más que probablemente, el único punto negativo que hemos encontrado en el televisor.
Grundig presume que con este software podremos acceder a distintas apps que son esenciales para cualquier consumidor. Concretamente YouTube, Netflix, Facebook, Twitter, Foxxum, Netrange, ZEAS, Mirashare y un apartado de multimedia.
Hemos hecho todo tipo de pruebas con este televisor, desde ver contenido en Netflix hasta ver YouTube pasando por jugar a videojuegos en él con distintas plataformas. En resumidas cuentas, debemos hablar contextualizando con el precio y con las aspiraciones de este televisor.
La experiencia general ha sido más que satisfactoria. Si bien no nos encontramos con tecnologías de alta gama como la NanoCell de LG o la QLED de Samsung, el panel LCD de 58 pulgadas hace suficientemente bien su trabajo. No estamos ante una pantalla que te haga soltar un "Wow!" cuando la enciendes, pero como ocurre con el diseño, la Vision 7 UHD no pretende eso, sino funcionar correctamente.
Los ángulos de visión son buenos, el nivel de detalle de la imagen (que podremos configurar en los ajustes) es suficiente y en definitiva no encontraremos problemas de ninguna clase con este televisor. No estamos ante la experiencia definitiva en cuanto a televisores, pero todo aquel que adquiera este televisor Grundig no se verá insatisfecho en absoluto. Consumir multimedia como tal es una tarea satisfactoria con esta TV, máxime si sabéis aprovechar su capacidad HDR con contenido en Netflix.
Algo muy similar ocurre en el apartado de videojuegos. Hemos hecho pruebas con una Nintendo Switch, una PS4 Pro y con un ordenador de sobremesa, y aunque aquí nos encontramos unas pequeñas sombras adicionales, la experiencia sigue siendo sólida. Aquí nos encontramos con los clásicos 60 Hz a los que estamos tan acostumbrados, por lo que no veremos un aumento de los hercios como sí vemos en televisores de más alta gama.
La imagen, de nuevo, es satisfactoria; no encontramos problemas de ninguna clase y el HDR se comporta muy bien, sin comportamientos erráticos. De nuevo, no encontraremos una experiencia brutal pero sí más que suficiente y digna para todos aquellos que queremos disfrutar de juegos en 4K o, en su defecto, con una buena calidad de imagen general.
En caso de que tengas una PS4 Pro y quieras que el 4K inunde tus ojos de calidad, mucho nos tememos que no encontraras nada espectacular en la calidad de imagen. Hemos probado juegos que han destacado sobremanera en el apartado gráfico, como Red Dead Redemption 2 y Horizon Zero Dawn. La conclusión es que si bien no encontramos un comportamiento incorrecto, estamos lejos de conseguir ese efecto "Wow" que conseguiríamos en otros televisores.
No nos malentendáis; aquellos que simplemente queráis un televisor 4K para jugar a vuestros juegos sin incidir en los detalles quedaréis gratamente satisfechos. Pero si por el contrario buscas una calidad de imagen brutal, que lleve tu experiencia videojueguil al máximo, quizás debas buscar en otra parte.
Este televisor Grundig cumple una premisa muy clara: nada de increíbles alardes, nada de asombrosas calidades de imagen en favor de una experiencia más equilibrada acorde con el precio que estamos pagando. No es una mala decisión; al final son pocos los que quieren zambullirse en la gama de entusiasta y como conclusión Grundig aprueba con nota alta el examen que ella misma se ha impuesto: ofrecer buenas prestaciones sin que el precio se vea incrementado en exceso.
Pero como buen televisor Smart TV, este está dotado de software para que podamos llevar un poco más allá las capacidades de nuestro aparato. El software es un apartado importante; determina nuestra experiencia de uso y además puede expandir o limitar nuestro uso de este, ofreciéndonos servicios adicionales y funciones de software específicas.
Este es el gran talón de aquiles del televisor Grundig Vision 7 UHD: su software. Este ha sido a grandes rasgos el único punto negativo de todo el aparato, ya que no solo se queda lejos de otros software como webOS de LG, sino que es poco funcional.
La interfaz de usuario es tosca y demasiado simplista y el número de servicios a los que podemos acceder está limitado a los ya mencionados. No podemos acceder a más y a sabiendas de que los más usados serán YouTube y Netflix, pensamos que este televisor se queda corto en este apartado.
Esto no se limita únicamente a que la interfaz en general sea tosca, sino que su usabilidad es bastante simplista. Como decimos únicamente tenemos como "Smart TV" un carrusel con las apps preinstaladas, y el resto de la interfaz se basa en menús de ajustes bastante limitados que nos ofrecen poquísimas opciones de configuración más allá de las evidentes.
Es cierto que sus apps principales, YouTube y Netflix funcionan decentemente (salvando algunas ocasiones en las que, por motivos que desconocemos, no iniciaban). Pero no hemos encontrado un menú para gestionarlas, ni una tienda en la que descargar actualizaciones de aplicaciones y mucho menos opciones que para una Smart TV consideramos imprescindibles, como una tienda o una interfaz intuitiva como vemos en Android TV.
Es cierto que tenemos un gestor de actualizaciones para el software de este televisor, ya sea vía USB o vía Internet, pero nos ha faltado esa tienda como las que encontramos en otras alternativas.
A esto se le añade que el mando no es precisamente el más cómodo que hemos probado. Esto entra dentro de gustos, por supuesto, pero nos hemos encontrado con algunos problemas en este sentido que nos disponemos a relatar.
Los botones son toscos y en general el mando tiene una falta de robustez que notamos desde el primer minuto. Además, los botones están distribuidos de forma algo errática. Por ejemplo, el botón del Smart TV (el carrusel de apps ya mencionado) es pequeño y tiene el símbolo de una arroba, mientras que botones como el menú o las opciones ocupan un espacio central en él.
Por ejemplo, cuando estamos en el carrusel, es necesario salir con el botón de "exit", pero en otras partes de la interfaz necesariamente debemos pulsar el botón "back", algo que a nuestro parecer no tiene demasiado sentido. Por otra parte, nos hemos encontrado con que el mando tiene una respuesta algo pobre; más de una vez nos hemos visto obligados a apuntar directamente al LED de la TV para encenderla o darle en repetidas ocasiones a un botón a la vista de que este no reaccionaba como debía.
Salvando estos detalles, el mando hace bien su trabajo pero necesitaremos algo de tiempo para aclimatarnos. Este punto nos da rabia ya que la experiencia en general con la Vision 7 UHD de Grundig es sólida, suficiente y equilibrada. Pero el software parece haber sido uno de los puntos en los que, bajo nuestro parecer, Grundig debería haber hecho algún que otro esfuerzo adicional.
¿Es esta una buena compra?
Contextualizando con el precio, este televisor Grundig no es en absoluto una mala compra. Destaca su precio a sabiendas de que tiene 4K UHD, un gran tamaño de pantalla y que cubre nuestras necesidades. Podremos encontrarlo en Amazon a un precio de 519 euros, el cuál podrá variar dependiendo de en qué tienda mires.
Otros televisores de gran formato de otras marcas pueden costar fácilmente 100 o 200 euros más; no olvidemos que estamos ante 58 pulgadas, un panel de gran formato pensado para salones y estancias grandes. Por lo tanto, creemos que este es un precio suculento para aquellos que quieran un buen televisor, bonito y barato dentro de lo que supone gastarse ese dinero.
Podríamos definir a este televisor Grundig de 58 pulgadas como un producto sin compromisos más allá del software. Si eres un usuario que al final del día quiere ver una serie en Netflix o disfrutar de sus vídeos en YouTube favoritos (o echarse unas partidillas a la consola), este televisor no te defraudará en absoluto.
Pero debemos saber qué estamos comprando y aunque estamos ante una opción sólida y equilibrada, no estamos pagando el precio que nos abriría las puertas a un mejor software o a una experiencia de uso mucho más "impactante". Si eres ese tipo de usuario, un entusiasta que quiere lo mejor, quizás deberías seguir buscando, pero esto no quita ni mucho menos que Grundig haya sabido ofrecer algo, como dice el dicho, bueno, bonito y "barato".
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