Cuando pensamos en movilidad sostenible lo primero que se nos viene a la cabeza son los coches, no obstante, existen decenas de tipos de vehículos que contaminan nuestro planeta. La conclusión es simple, hay que buscar que todos sean eléctricos y no solo los automóviles.
Y la clave de todo, no solo deberíamos electrificar los vehículos personales, las industrias también deberían hacer lo propio. En este sentido, ya hemos conocido casos de electrificación de camiones destinados a sectores como el de la minería o la construcción.
Sin embargo, el ser humano suele olvidarse de aquello que no suele tener a simple vista, como el mar. Por él surcan millones de vehículos que también son contaminantes, por lo que aún queda trabajo que hacer. Nueva Zelanda es un buen ejemplo de movilidad marítima sostenible, ya que acaban de hacerse con el primer remolcador de barcos eléctrico de tamaño completo del mundo. ¡A continuación los detalles!
El primer remolcador eléctrico de tamaño completo
El puerto de Auckland (Nueva Zelanda) es uno de los más tecnológicos del mundo. De hecho, hace poco os hablábamos de sus robots autónomos de 100 toneladas, pilares esenciales para que la economía de una isla como Nueva Zelanda siga adelante.
Dicho puerto se hizo de nuevo noticia por hacerse con el primer remolcador marítimo eléctrico de tamaño completo del mundo. El vehículo, un Damen RSD-E Tug 2513, se les entregará en 2021 tras haber firmado un contrato con la compañía holandesa Damen Shipyards.
El remolcador contará con un bolardo de 70 toneladas. Para que os hagáis una idea, el remolcador diésel más poderoso del puerto también tiene un bolardo de dicho calibre. Lo mejor es que este eléctrico podrá efectuar tareas portuarias normales y corrientes.
Ahorrando dinero y emitiendo menos CO2
Las baterías del E Tug suman unos 2800 kWh, lo equivalente a aproximadamente 70 Nissan Leaf, ya que cada uno integra una batería de 40 kW. Este remolcador está capacitado para realizar 3 o 4 operaciones, cada una de ellas de una hora de duración de media. Después, deberá recargarse, tarea que le llevará unas dos horas.
El E Tug dobla aproximadamente el precio de un remolcador diésel, sin embargo, sus compradores explican que supondrá un ahorro neto de 2,5 millones de dólares durante sus 25 años de vida útil. Todo ello librándose de la contaminación que supondría optar por un modelo diésel.
Nos agrada que en Auckland estén tomando medidas tan sostenibles, aunque no nos sorprende en absoluto. Hace tiempo sus responsables explicaron que querían que su puerto fuera cero emisiones para el año 2040 y con medidas como la que os acabamos de comentar lo más seguro es que lo logren. ¿Cuándo tomarán ejemplo el resto de países del mundo?