Recuerdo los días en los que las Google Glass nos parecían el futuro. Aquel experimento de gafas con un pequeño prisma que nos mostraba información en realidad aumentada no acabó cuajando entre el público, e incluso se acabó convirtiendo en un meme. Sin embargo, el tema de las gafas inteligentes y la realidad aumentada aplicada a este tipo de accesorios sigue candente hoy en día. Estas son las BOSE Frames, a simple vista son unas gafas de sol, pero en realidad también hacen las veces de auriculares para escuchar música, podcast, indicaciones de mapas e incluso experimentar con audio en realidad aumentada.
Las gafas BOSE Frames se venden en dos diseños/modelos: Alto y Rondo. Nosotros hemos estado probando las Alto, que como véis en las fotografías tienen un diseño clásico, mientras que las Rondo tienen una montura más redondeada.
A la vista de cualquiera, son unas gafas de sol normales con lentes con protección UVA/UVB del 99%. No tienen pinta de ser un producto tecnológico, nadie lo diría, y por tanto pasan totalmente desapercibidas. Este es un punto muy a favor ya que basan toda la experiencia en el audio, un área en la que BOSE está especializada.
Si nos fijamos más veremos que las patas de las Bose Frames son más gruesas que las típicas, ya que ahí es donde se concentra su tecnología. Ese grosor tampoco es exagerado e incluso puede pasar como un elemento de diseño. Además, las gafas en sí mismas son muy ligeras (45 gramos, están construidas en nylon con bisagras en acero inoxidable).
Las patillas esconden unos mini altavoces que se encargarán de proyectar el sonido a nuestros oídos, y además en la parte derecha vemos también los pines de carga (utilizan un conector magnético propietario) y un único botón físico.
Por cierto, tienen certificación IPX2 por lo que no hay problemas con el sudor o salpicaduras leves de agua, pero no son sumergibles.
Cómo funcionan las BOSE Frames
Literalmente, las BOSE Frames se conectan a nuestro smartphone (Android o iOS) como si se tratase de unos auriculares Bluetooth. A nivel práctico es así, por lo que una vez conectadas el audio del móvil saldrá por ellas. No hay limitaciones en cuanto a aplicaciones soportadas (de nuevo, son como unos auriculares Bluetooth) por lo que podemos escuchar música de Spotify, Apple Music o cualquier servicio de streaming, podcast, vídeos de YouTube, audios de WhatsApp… de todo.
Importante, estas Bose Frames no funcionan por conducción ósea, sino que el sonido se proyecta desde los microaltavoces de 16mm integrados en las patillas. Ahora bien, el tema está muy bien resuelto porque solo nosotros podremos escucharlo, la gente a nuestro alrededor no se percatará de nada si usamos un volumen normal, y a poco que haya algo de sonido ambiente, tampoco a volúmenes altos.
Por otra parte, al ser audio proyectado y no tener nada metido en nuestro oído, significa que nos vamos a enterar de todo lo que ocurre a nuestro alrededor, ya que no nos aíslan del sonido ambiente. Por contra, esto también afecta al propio audio, ya que obviamente no podemos esperar una calidad de auriculares de alta gama.
La calidad de sonido es buena, sin duda mucho mejor que la que ofrecen unos auriculares de conducción ósea, pero la falta de aislamiento se aprecia sobre todo en las frecuencias más graves.
El control de las Bose Frames se realiza con el botón físico de la patilla derecha. Pulsando una vez encendemos las gafas (automáticamente se conectan al smartphone) y una voz nos dirá el porcentaje de batería que nos queda. Mientras reproducimos música el botón sirve para hacer play/pause, una doble pulsación pasa a la siguiente canción, y triple pulsación vuelve a la canción anterior. No tenemos control de volumen, así que lo haremos desde el smartphone.
Además, si mantenemos pulsado el botón activaremos el asistente virtual: Siri en caso de utilizar un iPhone, Google Assistant en Android.
Sí, las Bose Frames integran un micrófono y lo cierto es que funciona muy bien y el reconocimiento de voz es bastante claro. Se puede coger llamadas entrantes (pulsando el botón) y, en mi experiencia tras estas semanas, nuestro interlocutor nos escuchará perfectamente y no notará nada raro. Además la tecnología de Bose también ayuda en el filtro de ruido ambiente y se centra en nuestra voz.
Realidad aumentada de audio
Desde la aplicación Bose Connect en el móvil podremos gestionar algunos ajustes de las gafas, como el tiempo de espera antes que se apaguen (también podemos apagarlas simplemente dándoles la vuelta), activar o desactivar las indicaciones de voz (con info sobre la batería, conexión al smartphone...) y acceder a las aplicaciones Bose AR.
Bose AR es una plataforma de realidad aumentada centrada en el audio que ha desarrollado la compañía y que se basan en una serie de apps o experiencias que podemos descargar en el móvil (cada una es una app independiente). Estas aplicaciones trabajan junto al sensor de 9 ejes que incluyen las BOSE Frames y que son capaces de detectar los gestos y el movimiento de la cabeza.
Hay diferentes categorías de aplicaciones, como entretenimiento, viajes o fitness. Por ejemplo, hay experiencias AR que nos indican por voz la navegación hacia un destino, informando de lugares de interés, básicamente como hace Google Maps, o una aplicación para hacer ejercicios mientras vamos recibiendo órdenes de nuestro entrenador virtual. Por desgracia Bose AR todavía está muy limitado, principalmente porque las apps son escasas, no están en español y en muchos casos están limitadas a Estados Unidos.
Unas gafas de sol fuera de lo común
La batería de las Bose Frames dura unas 3 horas por carga escuchando música/podcast sin parar. Para un uso esporádico durante el día a día está bien, pero si las queremos usar de forma intensiva como auriculares Bluetooth únicos, es posible que nos resulte escasa. El cable de carga propietario nos obliga a llevarlo siempre con nosotros, y algo que habría estado genial es que el propio estuche de transporte sirviese como caja de carga con batería integrada, quizá para la próxima versión.
Las Bose Frames tienen un precio de 229 euros. ¿Demasiado? Lo cierto es que no es un precio descabellado. Hablamos de unas gafas de sol con cristales de calidad y buen diseño. Unas gafas de sol de marca nos pueden costar fácilmente este precio, la diferencia es que en este caso nos llevamos unos “auriculares” Bose integrados y prácticamente invisibles.