YouTube no ha tenido su mejor época en lo que a protección de datos se refiere. Hace no mucho la Comisión Federal del Comercio de EE.UU multó a Alphabet por violar la ley de privacidad online de los niños. La multa provocó que la firma tuviera que pagar 154 millones de dólares y estableciera una serie de normas en la plataforma de YouTube.
Esencialmente la ley de protección de la privacidad online de los niños especifica que las páginas webs y los servicios online dirigidos a niños deberán informar de sus prácticas y obtener el consentimiento de los padres antes de recopilar información personal de todos los niños menores de 13 años.
La Comisión obligó a Alphabet y por extensión a YouTube "desarrollar, implementar y mantener un sistema que permita a los dueños de los canales identificar su contenido dirigido a niños". Esos cambios se materializarán en enero del año que viene, cambiando la forma en la que nuestros hijos ven anuncios en YouTube y, de paso, pudiendo provocar de forma potencial una crisis en la plataforma.
Se tendrá que marcar el contenido específico para niños
YouTube está empezando a mandar mails a canales de YouTube advirtiéndoles de los cambios en referencia a las directrices de la FTC en cumplimiento de la COPPA (Children's Online Privacy Protection Act, COPPA). El primero de los cambios es la obligación a todos los creadores de contenido de informar si su contenido se ha creado específicamente para niños. Tanto en vídeos como en el canal en sí.
El creador de contenido deberá etiquetar cada vídeo que suba de tal forma que aclare si este contenido está pensado para niños o no. Por su parte, YouTube también lo hará; calificará el contenido que se suba destinado a niños o no basándose en su algoritmo siendo este respaldado por un equipo de moderadores. Los creadores podrán configurar su audiencia a nivel de canal o en cada uno de sus vídeos.
El problema de esto es que todo el contenido que se genere específico y etiquetado para niños no podrá tener anuncios personalizados. Es decir, YouTube limitará los datos que la plataforma recoja en dicho contenido para no violar la COPPA y cumplir el acuerdo al que ha llegado con la Comisión y con la fiscal general del estado de Nueva York. Eso se traduce en una bajada considerable de ingresos.
Pérdidas de hasta un 90%
Según Tubefilter, al no tener anuncios personalizados y tener anuncios más genéricos los ingresos podrían descender desde un 60 hasta un 90%. Es aquí donde la gran crisis para los youtubers podría comenzar, ya que directamente todos los canales dedicados al contenido para niños de forma exclusiva se verían afectados.
No solo eso; recordemos que el algoritmo de YouTube se encargará de clasificar este contenido con su algoritmo. No vale que un canal que tiene contenido para niños marque su contenido para adultos. Esto también podría dar lugar a falsos positivos. Existen canales o temáticas que no son especialmente para niños pero cuya audiencia sí está poblada por menores de 13 años, por lo que YouTube podría marcar dicho contenido hecho específico para menores.
Será el algoritmo el encargado de detectar tanto si el contenido es para niños como si los usuarios de la plataforma son menores de 13 años (edad mínima para tener una cuenta en YouTube). Estos son los factores de YouTube para considerar un contenido propio para niños:
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Si los niños son su audiencia principal (por ejemplo, vídeos para preescolares).
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Si los niños son su audiencia secundaria (por ejemplo, unos dibujos animados que están dirigidos principalmente a adolescentes, pero que también pueden ver niños más pequeños).
Pero, ¿qué pasa si un creador que haga contenido específico para niños marca sus vídeos como apto para todos los públicos? YouTube pone encima de la mesa multas bastante severas de hasta 42.000 dólares por vídeo en caso de detectar malas prácticas en este sentido. YouTube lo explica así:
"Si no marcas correctamente tu contenido o si detectamos algún error o uso inadecuado, es posible que nos encarguemos nosotros de definir tu audiencia. En caso de que no definas tu contenido correctamente, es posible que te enfrentes a problemas legales con la FTC u otras autoridades, y puede que tomemos medidas en lo que respecta a tu cuenta de YouTube".
Una posible solución para estos canales son los acuerdos publicitarios ajenos a la plataforma. Anuncios o acuerdos de publicidad que se sucedan dentro del vídeo y no estén asociados a los que aparecen al principio de estos. Esto provocaría que tuviéramos todavía más publicidad en la plataforma. Por contra, YouTube podría responder dejando de recomendar estos vídeos, aunque este es un terreno más hipotético.
Estos cambios se harán efectivos a partir del 1 de enero del año que viene. Esto implica que los padres tendrán un acceso más seguro a la plataforma y no verán como los datos de sus hijos están siendo recogidos sin permiso (además de tener una mejor orientación sobre qué vídeos son específicos para niños). Por otra parte, esto podría suponer un serio problema para una comunidad importante de YouTube. Esto no podremos comprobarlo hasta que los cambios se hagan efectivos en unas semanas.