Las ventas de coches eléctricos aumentan a nivel mundial, con previsiones que apuntan a 130 millones de unidades vendidas en 2030, según varios análisis. Este aumento de las ventas plantea también muchos retos y problemas, siendo las baterías uno para el que aún no hay una solución clara.
¿Qué hay que hacer con la batería antigua de un coche eléctrico? Esta es una de las grandes dudas de la industria, que busca darle un nuevo uso, una segunda vida, a dichas baterías. Un problema cada vez más real a medida los vehículos eléctricos van ganando antigüedad en el mercado.
La verdad detrás de la producción de un coche eléctrico
Numerosas investigaciones demuestran que un coche eléctrico produce a lo largo de su vida útil menos emisiones que un coche normal, que funciona con gasolina. El problema es que la producción de los vehículos eléctricos consume grandes cantidades de energía, lo que se traduce también en más emisiones.
En esta producción, es la batería el elemento más problemático y que más emisiones genera. El Centro de Investigación de Coches Eléctricos de la Universidad de Toronto ha analizado esto. Según sus datos, producir la batería de un coche eléctrico equivale a un año de emisiones de un coche de gasolina.
Reutilizar dichas baterías es la solución, ya que ayuda a reducir la huella de carbono de las mismas. La industria ya tiene ideas y planes sobre lo que hacer con dichas baterías. Así tendrán un nuevo ciclo de vida.
Una nueva vida para las baterías
Como ocurre con la batería de un smartphone, también la batería de un coche eléctrico va perdiendo capacidad con el paso del tiempo, a medida se completan los ciclos de carga de la misma. Aunque pierda algo de capacidad, no significa que no funcione o que no se pueda usar. Una vez que la batería pierde alrededor de un 20% de su capacidad, es cuando se puede reutilizar la misma y pensar en otros usos.
Los usos que se les pueden dar son de lo más variados. Empresas como Nissan ya están haciendo uso de estas baterías para mantener farolas y semáforos encendidos en Japón o incluso iluminar todo un estadio en Países Bajos. Lo que queda claro es que la industria prefiere darles una nueva vida, un segundo uso, antes de reciclarlas directamente.
No solo la industria, ya que también particulares buscan usar estas baterías. Muchas personas las usan como un generador o almacenamiento de energía en sus casas, cabañas o hasta en autocaravanas. Para algunas personas supone un ahorro en su factura de la luz, además de permitir aprovechar dichas baterías al máximo. El powerwall de Tesla, las baterías para casa, son una inspiración y ejemplo en dicho sentido.
Incluso hay personas que buscan transformar su coche actual en uno eléctrico, es algo reservado para pocos, pero para lo que hay ejemplos, como en el caso del Camaro de 1969. Son opciones que dan más usos a dichas baterías de los coches eléctricos.
Además, esto es algo que podría cambiar de cara al futuro la manera en la que se producen dichas baterías. La industria podría producir dichas baterías para los coches eléctricos pensando ya en su reutilización. Así, dicha transición entre su primer y su segundo uso sea más fluida.
Primeras empresas de reciclaje de baterías
Se espera que en 2025 se complete la vida útil de muchas baterías de coches eléctricos, los de la primera generación que está actualmente en el mercado. Ante este momento, la industria se prepara para el reciclaje de las baterías. Incluso surgen nuevas empresas que se van a dedicar al reciclaje y reutilización de las mismas.Canadá está siendo un país en el que podemos ver muchas de estas empresas.
Firmas como Li-Cycle o Lithion han desarrollado procesos que permiten obtener los materiales valiosos de las baterías, que en otros casos se quedarían en las mismas. Estos materiales que se extraigan podrían ser enviados para que se usen de nuevo en la producción de nuevas baterías. Según estimaciones, el porcentaje de materiales recuperados podría llegar al 95% en algunos casos.
A medida se acerca este momento, podemos ver que el mercado de los coches eléctricos se prepara para estos retos. Reutilizar estas baterías es la opción más responsable, aunque sigue habiendo muchos flecos sobre la manera en la que realmente se hará.