Todo parecía indicar que en la carrera por conseguir llevar astronautas a la ISS (Estación Espacial Internacional), la SpaceX de Elon Musk le había conseguido llevar la delantera a Boeing con su famosa Crew Dragon. Esta hizo historia consiguiendo no solo ser lanzada, sino además ser devuelta a la Tierra sin mayores percances. Boeing acaba de adelantar a SpaceX en esta carrera lanzando su propia cápsula para astronautas: la CST-100 Starliner.
Esta misión se ha llevado a cabo para realizar la prueba llamada "prueba de vuelo orbital" (OFT) y se ha realizado con éxito aunque con algún que otro problema con el camino. En las próximas horas la cápsula se situará en posición de acoplamiento con la ISS, momento en el cuál la estación "capturará" la cápsula con un brazo robótico.
Este lanzamiento se ha realizado sin astronautas, es decir, sin navegantes. Lo único que llevaba a bordo es un tierno peluche de Snoopy y suministros y materiales para los experimentos que se están llevando a cabo actualmente en la Estación.
Actualización: finalmente, la Starliner no podrá acoplarse a la ISS como estaba previsto. Según adelanta la misma TechCrunch, la nave quemó más combustible del que debía debido al error de órbita que sufrió. Aunque ahora mismo se encuentra en una órbita estable, ya no es capaz de llegar a la ISS como estaba previsto. Según explica Bridenstine en una rueda de prensa:
"Cuando la nave espacial se separó del vehículo de lanzamiento, no obtuvimos la quemadura de inserción orbital deseada que esperábamos". Según el administrativo, la nave creía estar en una etapa diferente en la misión de lo que realmente estaba. Cuando desde Tierra se mandó el comando para corregirlo, fue "demasiado tarde" para salvar la misión completa.
Actualmente el Starliner se encuentra en una órbita que le permitirá regresar a la Tierra en 48 horas, lo que servirá además como prueba para el sistema de aterrizaje. Una vez allí, el equipo intentará descubrir qué sucedió a bordo para que la misión fracasase.
Boeing consigue superar a Elon Musk: su Starliner ya está en órbita
Este lanzamiento supone un paso adelante muy necesario para Boeing en la carrera por convertirse en la empresa que consiga llevar astronautas desde la Tierra hasta la ISS. Desde el cierre del programa de transbordadores espaciales, tanto EE.UU como otros países han dependido de cápsulas Soyuz para enviar astronautas. Algo que para la NASA, por ejemplo, supone un gasto económico y de recursos estratégicos bastante grande.
Las iniciativas privadas de SpaceX con su Crew Dragon y Boeing con su Starliner son ahora los favoritos de la NASA y el gobierno de los Estados Unidos. Esto provocó que la NASA iniciara el ya conocido Commercial Crew, un programa que usaría naves creadas en EE.UU que desembocaría en contratos con SpaceX y Boeing de 2.600 y 2.400 millones de dólares, respectivamente.
Es cierto que la Crew Dragon se adelantó, ya que consiguió llegar a la ISS y volver a la Tierra sin problema alguno, pero ahora Boeing vuelve a la carga dispuesta a rivalizar con la SpaceX de Elon Musk.
El despegue de la Starliner de Boeing no ha estado exento de imprevistos. Según la misma Boeing, la Starliner ha tenido una "inserción fuera de lo normal", aunque la firma asegura que aún mantienen el control total de la nave. Se ha situado en la órbita incorrecta y Boeing está intentando recuperarla, pero de nuevo, insisten en que tienen el control sobre su nave.
Jim Bridenstine, directivo de la NASA, ha asegurado que el acople con la Starliner podría no producirse. La nave ha consumido más combustible de lo que se esperaba para mantener el control, por lo que el encuentro con la ISS podría estar en peligro.
Los encargados de "enganchar" a la cápsula serán los astronautas de la ISS Christina Koch y Jessica Meir con el ya mencionado brazo robot. Después de multitud de retrasos por parte de ambas compañías (se esperaba que sus naves estuvieran listas para 2017), parece que Boeing ya ha conseguido ponerse a la par de SpaceX en esta interesante carrera espacial.
Via | TechCrunch