La privacidad es un asunto cada vez más en boca de todos en una era en la que nuestros datos están prácticamente a merced de las grandes tecnológicas. Numerosos escándalos referentes a empresas como Apple y Google han salpicado a los medios tecnológicos, como el caso de los datos de voz de sus asistentes. Por ende, le están poniendo fin.
Los nuevos controles de privacidad que están implementando Apple y Google en sus respectivos sistemas operativos (iOS y Android en el terreno móvil) están causando que el flujo de datos de los que se nutren los anunciantes se vea drásticamente recortado.
Esta tendencia responde a unos controles de privacidad más fuertes y claros que impiden que se estén otorgando tantos datos a estos anunciantes. Los datos basados en ubicación en segundo plano que los especialistas en marketing recopilan se ha reducido en un 68%, según Location Sciences.
Más privacidad, menos datos de ubicación
Pero, ¿a qué se debe esto? Principalmente a los esfuerzos de estas compañías por ofrecer más control a sus usuarios acerca de la privacidad y sus datos de ubicación. Las empresas de anunciantes usan estos datos de ubicación para ofrecer según qué tipo de anuncios personalizados dependiendo de la naturaleza de estos.
La clave ha estado en los nuevos sistemas de Apple y Google: iOS 13 y Androd 10. Ambos sistemas operativos dan un mayor control al usuario acerca de los datos de ubicación en segundo plano que se generan. La reducción del 68% de los datos basados en ubicación que estos anunciantes reciben se produjo después del lanzamiento de la versión de iOS 13 en otoño del año pasado.
Esto también se aplica a los datos de ubicación que se recogen en primer plano, es decir, cuando se está usando la app. Location Sciences asegura que estos datos se han reducido un 24 por ciento. Según explica Google a Fast Company, desde las últimas versiones de Android los usuarios pueden optar por ofrecer datos de ubicación sólo cuando se está usando la app, y estos eligen esa opción la mitad del tiempo.
Al realizar este ajuste, la app configurada no puede obtener datos de segundo plano si no se está usando. Digiday también reportó que la tasa de aceptación de recopilación de datos en segundo plano es inferior al 50 por ciento, por lo que los anunciantes tienen que obtener información menos precisa.
¿Qué opciones tenemos?
Ambos sistemas, Android e iOS pueden configurarse (dependiendo de sus versiones) para evitar que apps accedan a nuestros datos de forma indiscriminada. Desde 2017 iOS permite evitar que una app recoga datos de ubicación en segundo plano, pero en iOS 13 esto se volvió todavía más importante. Si una app está accediendo a nuestra ubicación mientras no se está usando, iOS mostrará un mensaje que nos dará la opción de cortar el acceso.
Lo mismo ocurre si queremos que la app acceda a nuestra ubicación abierta; podemos establecer que esa misma app solo pueda recoger nuestra ubicación una vez, lo que impediría su rastreo en más ocasiones.
Android queda aún un poco lejos de iOS en este apartado; no ha sido hasta Android 10, la última versión del sistema de Google, que los usuarios hemos podido acceder a opciones similares. Desde esta versión podemos establecer que una app acceda a nuestra ubicación "solo mientras está en uso", y al igual que iOS, también nos advierte sobre si una app ha estado accediendo a nuestra ubicación (o a otros componentes de nuestro smartphone) en segundo plano.
De nuevo, estos cambios responden a una mayor concienciación de la sociedad acerca de los datos que las grandes empresas tecnológicas recogen de nosotros. En numerosas ocasiones se ha demostrado que algunas empresas como The Weather Channel o TheScore han estado recopilanddo datos de ubicación extremadamente sensibles incluso cuando estas apps no estan siendo usadas.
¿Qué podrán hacer los anunciantes?
Por supuesto esto no significa que los anunciantes vayan a renunciar a la recopilación de datos que generamos. Estos proporcionan muchos ingresos a estas empresas, por lo que en caso de que los usuarios escojamos no regalar nuestros datos, intentarán recogerlo por otras vías. La alternativa está en las direcciones IP paa el seguimiento de la ubicación.
Las apps y los sitios web pueden recopilar estos datos a través de redes móviles o Wi-Fi que se estén usando, y ni iOS ni Android ofrecen controles integrados para evitar este problema. La cuestión es que las direcciones IP que estas generan son menos precisas que unas coordenadas GPS concretas, lo que implica que los vendedores lo tendrán más difícil para rastrear esta ubicación.
En esencia, los anuncios serán menos relevantes, ya que no sabrán por ejemplo en qué restaurante almorzamos y qué tiendas visitamos, lo que impedirá que nos ofrezcan anuncios precisos sobre (refiriéndonos a estos casos) qué comida podemos comprar o qué comercios nos pueden interesar.
Estos hechos podrían conseguir que estas empresas adquirieran conciencia sobre lo invasivo de esta recopilación de datos y entender que estas medidas responden a peticiones de mayor control y obligaciones de organismos superiores, como Europa y su GDPR (Reglamento General de Protección de datos de Europa). Aunque aún tendremos que esperar para ver resultados en este apartado.