Con la trágica muerte de Kobe Bryant se ha abierto el debate sobre la seguridad de los viajes en helicóptero. Estos aparatos son muy utilizados en Estados Unidos para el desplazamiento de personalidades e incluso Uber ofrece un servicio de taxi en helicóptero para todo aquel que quiera.
El jugador de baloncesto utilizaba su helicóptero personal para evitar el denso tráfico que sufre la ciudad californiana de Los Ángeles cuando se estrelló en el término municipal de la ciudad de Calabasas. La investigación se está llevando a cabo por el Sheriff del condado de Los Ángeles y, por el momento, poco más se sabe más que las condiciones meteorológicas no eran muy favorables.
Como cualquier aeronave, los helicópteros deben estar sometidos a controles exhaustivos y a un mantenimiento muy estricto. Las millones de horas de vuelo al año de estos aparatos avalan la seguridad, pero siempre que existe un accidente se debe poner la lupa en las causas para evitar que se repitan en el futuro.
No tan sensibles al clima
El Sikorsky S-76, el modelo utilizado por Bryant, es uno de los helicópteros más utilizados para el transporte de personalidades de todo el mundo y de serie cuenta con los sistemas más avanzados de vuelo instrumental, aunque todavía se desconocela situación concreta de la aeronave de la estrella de la NBA.
Lo cierto es que el punto fuerte de los helicópteros es que pueden aterrizar y despegar desde prácticamente cualquier lugar. Una azotea acondicionada es más que suficiente para que uno de estos aparatos puedan realizar sus operaciones a lo que hay que sumar su excelente maniobrabilidad incluso pudiendo mantenerse parados en el aire. Características excepcionales para el tipo de desplazamientos que Kobe Bryant requería.
El principal riesgo de un helicóptero es quedarse sin motor. Si cualquiera de los dos rotores de los que se compone se para los ocupantes estarán en un apuro mayor que en un avión o avioneta (diseñados para planear). Aunque en contra de lo que se cree, un helicóptero puede llegar planear con sus motores apagados. Necesita de muchísima más habilidad a la vez que rapidez para anteponerse a la situación que con un avión. La maniobra consiste en orientar las palas del rotor para que la propia caída haga mover el rotor y generar a su vez una sustentación mínima como para no estrellarse.
En lo relativo a las condiciones climáticas, la niebla o la lluvia tampoco deberían suponer un problema para los helicópteros. Las reglas de navegación por instrumentos (las que permiten a una aeronave volar condiciones de visibilidad nula) son muy estrictas y, si se cumplen a rajatabla, proporcionan rutas seguras. Eso sí, existe otra modalidad de navegación basada en referencias visuales. Pero de confirmarse la existencia de niebla densa, es probable que los mínimos de visibilidad estuvieran en el límite o puede que la aeronave solicitara un permiso especial. Seguro que es uno de los puntos en los que está trabajando la NTSB (Junta Nacional de Seguridad en el Transporte, por sus siglas en inglés) en el accidente de Kobe Bryant.
Los viajes en helicóptero, cuando se llevan a cabo entre helipuertos particulares o entre pequeños aeropuertos, suelen someterse a las reglas visuales relegando las instrumentales para aeropuertos muy concurridos.
¿Son peligrosos los helicópteros?
El avión es el método de transporte más seguro del mundo. La mejor prueba son los miles de vuelos que surcan los cielos todos los días con un porcentaje de accidentes e incidentes mínima.
Pero, ¿qué hay de los helicópteros? En España el transporte en helicóptero no está muy extendido. La inmensa mayoría se utiliza para el transporte de personalidades de los diferentes gobiernos nacionales y autonómicos con escasa incidencia en el transporte general.
Para generar un índice mortal que recoja los diferentes medios de transporte, se ha establecido como el menor al transporte en avión de vuelos comerciales. El índice es 1 y, a medida que la mortalidad aumenta, va escalando en el resto de los métodos de transporte.
Por ejemplo, el transporte en tren entre ciudades es de 20 y los vuelos chárter reservados cierra el podio de los más seguros con un índice de 34,3. Los helicópteros nos los encontramos en el sexto lugar con un índice mortal de 63. El siguiente en la lista es la aviación general (aviones privados) con un 271 y, por último, conducir un coche con un índice del 453, según un estudio recogido por The Points Guy.