Aunque TikTok es la reina actual de los vídeos cortos, otras apps tuvieron su particular momento de gloria. Vine fue una de ellas hasta que Twitter, su última propietaria, decidió bajar la persiana y condenarla al olvido en enero de 2017.
Parte de los usuarios los reabsorbió Musical.ly, rebautizada después como TikTok, y siguió cosechando éxitos. Tanto fue así que Dom Hoffman, uno de los fundadores de Vine, anunció hace algo más de un año que estaba trabajando en un reemplazo para su extinta app con la característica barrera de los 6 segundos por vídeo. Y así es como ha nacido Byte.
En su lanzamiento, Byte se ha enfocado en atraer creadores originales de contenido. Uno de los puntos donde más flaquea TikTok y más fuerte era Vine en su momento. En ella podíamos ver auténticos artistas que sacaban lo mejor de sí generando virales prácticamente a diario. De hecho, muchos de ellos luego se lanzaron a YouTube con relativo éxito.
Eso sí, TikTok también flaquea en el mercado norteamericano en lo que respecta a su privacidad. Varias instituciones y organismos gubernamentales han optado por prohibir o desaconsejar su uso una baza que quiere aprovechar Byte para ocupar el hueco de la app del gigante chino.
Diferentes conceptos, mismo espíritu
Al igual que Twitter, Byte limita el contenido que podemos publicar de una sola vez. Tener un espacio relativamente reducido (sea en formato vídeo o texto) hace que el usuario pueda acaparar más contenido de diferentes fuentes en menos tiempo. TikTok, por su parte, deja a los creadores hasta 1 minuto. El mismo tiempo en el que veremos 10 vídeos de Byte.
Tras descargarla, tendremos que ingresar con nuestra cuenta de Google (en caso de tener un Android o un dispositivo con iOS) o con la cuenta de Apple (solo para iOS). Elegimos nuestro nombre de usuario y a disfrutar de los vídeos subidos en la app.
Si somos ya usuarios de TikTok nos sentiremos -casi- como en casa. La mecánica es exactamente la misma pasando de un vídeo a otro deslizando la pantalla de abajo arriba. Además, se ha inspirado en Twitter en algunas funciones como el rebyte (que nos recuerda inevitablemente al retuit), guardar el vídeo en favoritos o comentarlo.
Otra de las diferencias con TikTok es que en Byte necesitamos tener una cuenta para poder visualizar contenido. Ésto actúa como un filtro importante en a la hora de conseguir usuarios pero, al mismo tiempo, se tiene un control más estricto sobre quién puede ver nuestros vídeos.
A parte de poder seguir a cuentas de usuarios tenemos la posibilidad de meternos en el feed de vídeos populares. Allí encontraremos, al igual que en la pestaña Para ti de TikTok, una serie casi infinita de los vídeos más importantes del momento.
Por ahora, el contenido que podemos ver se asemeja más al original de Vine que al que podemos ver en TikTok, pero los perros y gatos comienzan a hacerse un hueco poco a poco. Entre las cosas que Byte aporta nos encontramos con un programa de creadores que busca monetizar el contenido.
Esto último todavía no está disponible en el TikTok y es uno de los reclamos más perseguidos por la comunidad. Es cierto que la red social china está trabajando en un feed seguro para que las compañías puedan incluir publicidad entre contenido original que no perjudique a sus marcas. Aunque no conocemos nada sobre si en el futuro comenzará a pagar a los usuarios si sus vídeos tienen éxito, como ahora hace YouTube.
La alternativa 'segura' a TikTok
Byte llega en un momento clave en el panorama internacional. TikTok está en el punto de mira del gobierno de Estados Unidos tras diversos escándalos de privacidad de ByteDance (desarrolladora de TikTok) y puede posicionarse como la aplicación de vídeos segura con servidores en suelo estadounidense donde se aplica una política de privacidad más severa que en China.
Ya casi tenemos que desenvainar la segunda mano para contabilizar los escándalos de TikTok. Uno de los más sonados ha sido la recopilación de datos de menores por la que pagó una multa millonaria antes de llegar a juicio.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos ya ha avisado a sus trabajadores para que desinstalen TikTok de sus smartphones profesionales y personales. Las sospechas del máximo órgano ejecutivo de la rama militar estadounidense se alinean con un posible espionaje a través de la aplicación que mandaría datos al gobierno Chino.
Byte se ha establecido como la alternativa para aquellos usuarios que quieran tener un control sobre los datos y contenidos que publican en su red social. Al menos a priori dando un voto de confianza. Echando un vistazo a los términos de privacidad de Byte, leemos que "los datos pueden ser transferidos, procesados y almacenados en cualquier parte del mundo, incluyendo pero no limitándose a Estados Unidos o a otros países".
Algo muy similar a lo que podemos leer en la misma página de privacidad de TikTok. "Los datos personales que recopilemos sobre usted se transferirán y almacenarán en un destino fuera del Espacio Económico Europeo", reza el apartado 5 de la política de privacidad.
Comprobado queda que el éxito o fracaso de una aplicación poco tiene que ver con una política de privacidad exigente. La clave del éxito está en conseguir que el público general se descargue tu app y la utilice durante mucho tiempo todos los días. Ese mismo público que se suele preocupar poco sobre los datos que una inocente app pueda recopilar y guardar sobre ellos.