Los cromas en la industria cinematográfica llevan siendo elementos clave en las grabaciones varias décadas. Esas enormes piezas de tela verde o azul que se colocan en el fondo de las escenas se sustituyen mediante ordenador por el fondo que requiera el director en ese momento.
Una tecnología laboriosa de llevar a la práctica que requiere de muchísimas horas de postproducción con un equipo especialista pero que se está viendo superada por otra que utiliza elementos más modernos y todavía más avanzada. El nuevo método se basa en cambiar estos enormes retales por unas avanzadas pantallas LED que dan la sensación de que el actor se encuentra, realmente, en el entorno que representa. Lo que además le conecta más con el papel.
La pionera en aplicar a fondo la tecnología Stagecraft, como así se llama, ha sido la popular serie The Mandalorian de Disney+, el servicio de streaming de Disney. Así el pequeño Baby Yoda ha sido protagonista de una de las últimas revoluciones de la industria. Sin embargo, la huella de esta tecnología ha calado y la próxima película de The Batman también empleará esta técnica.
Croma vs LED
El concepto aplicado es, en el fondo, similar al de la retroproyección de los años 30 pero actualizándola a los estándares tecnológicos actuales. La retroproyección plasmaba una imagen grabada con anterioridad en una pantalla situada detrás de los actores. De esta manera podían simular estar en cualquier lugar del mundo sin salir del estudio de grabación. La cámara captaba a los actores y al fondo a la vez dando buenos resultado visuales para los estándares de la época.
Ahora, y tras el paso por el croma, ha cogido tracción Stagecraft que utiliza paneles LED de alta resolución para proyectar escenarios igual que se hacía con la retroproyección. La gran diferencia es la calidad de imagen actual y la posibilidad de ir uniendo más de una pantalla para lograr escenarios muy reales. De hecho, en el rodaje de The Mandalorian se instaló una pantalla en el techo para simular mejor el ambiente y que el director pudiera jugar con la mayor cantidad de ángulos posibles. En concreto, para la serie se utilizaron paneles LED 4K para conformar un estudio de 25 metros de diámetro de pantalla de ancho y de 6 metros de altura para simular el cielo.
La resolución y el rendimiento son tan buenos que pueden utilizar las pantallas para proyectar prolongaciones de objetos que están físicamente en el escenario. Por ejemplo, basta con tener solo una parte de una nave espacial construida en el escenario porque luego se puede ampliar con la imagen de la pantalla.
Sony, otra de las gigantes de la producción cinematográfica, presentó en el CES de Las Vegas su particular versión de Stagecraft. La ha llamado Atom View y el funcionamiento es prácticamente calcado al que ha aplicado Disney en The Mandalorian.
Cine como videojuegos
Para comenzar a trabajar, basta con enviar a un equipo de cámaras al emplazamiento real donde captar el escenario en tres dimensiones o crear uno desde cero por ordenador. El Stagecraft ahorra millones de dólares en desplazamientos y manutención de todo el equipo de rodaje, incluido los actores.
Una vez de vuelta al estudio se monta un escenario CGI en 3D como si de un videojuego se tratara. El escenario se genera con Unreal Engine 4 -gracias al proyecto Spotlight-, un motor gráfico que se utiliza actualmente en los videojuegos, y se comienza a proyectar en las pantallas LED.
Con el escenario en las pantallas, queda que la cámara y ambiente se muevan en consonancia. Se consigue sincronizando los 3 ejes cartesianos y la cámara que esté grabando en ese momento. Al igual que ocurre en un videojuego, cuando movemos al personaje en un mapa abierto, la cámara va variando y vemos el entorno en 3D. Exactamente lo mismo ocurre con Starcraft.
El resultado final es simplemente alucinante. Basta ver algunas tomas de la serie The Mandalorian para darnos cuenta la calidad de la imagen y lo inmersivo que puede llegar a ser para el espectador. Además, como el escenario creado por Unreal Engine se basa en objetos en 3 dimesiones, el director puede cambiarlo a su antojo. Por ejemplo, puede eliminar una montaña, colocar rocas donde no la hay, varias las condiciones meteorológicas... Un escenario totalmente a la carta.
Cuando se utiliza Stagecraft, el trabajo de postproducción se reduce drásticamente a eliminar las juntas entre las pantallas LED. Eso sí, buena parte del trabajo técnico es previo a la grabación, ya que la planificación es clave. Otra ventaja a tener en cuenta es la iluminación pues los paneles proporcionan buena parte de la luz requerida, aunque no la única que exige la grabación.
Llega a películas
Aunque The Mandalorian ha sido la primera en aplicar esta tecnología a gran escala, las películas First Man y Ad Astra ya habían aplicado esta técnica hace unos años. Y esto no hacho más que empezar.
La próxima gran superproducción en utilizar Stagecraft es The Batman. La nueva cinta protagonizada por Robert Pattinson que llegará a las salas en 2021 será la primera gran película que implemente esta tecnología a gran escala. Eso sí, los paneles LED volverán para la segunda temporada de The Mandalorian, que llegará a Disney+ a finales de este año 2020.
El avance de los resultados y la versatilidad del sistema seguro que hace que a lo largo del año y, visto el buen rendimiento de esta técnica, sean más los estudios y productoras que se sumen a este tipo de tecnología y el croma vaya pasando poco a poco a un segundo plano.