Viernes por la noche. El motor de una fábrica comienza a fallar, hay personal de guardia pero no está lo suficientemente cualificado para arreglarlo. Antaño la solución al problema habría sido que el técnico encargado se desplazase hasta la fábrica para arreglarlo, sin embargo ahora Microsoft ha abierto camino para cambiar el panorama industrial con sus gafas de realidad mixta HoloLens 2 y su plataforma Dynamics 365 como plataforma de gestión.
En este caso concreto, el empleado podría realizar una videoconferencia con el personal cualificado que, desde su casa y a distancia, le podría indicar cómo arreglar el problema a través de unas instrucciones paso a paso. Éstas le saldrían en 3D superpuestas sobre el motor o panel que esté fallando. Algo que parece ciencia ficción pero que es completamente real.
Además de la industria, las HoloLens 2 están llamadas a revolucionar el entorno sanitario, el logístico, el educativo o la arquitectura, ya que abre un nuevo abanico de posibilidades pero, ¿qué es lo que hacen exactamente las gafas de Microsoft?
A diferencia de otros cascos, éste se basa en la realidad mixta, es decir mezcla la realidad virtual con un análisis de lo que hay en el mundo real (e interacciona en consecuencia). Así por ejemplo, el casco es capaz de conocer qué botones están pulsados en un cuadro de mandos, qué cable hay que acoplar en qué conector así como tener acceso a tutoriales de uso en tiempo real o consultar con un experto que te guíe en el proceso.
Su principal ventaja con otras alternativas como podría ser realizar videollamadas por móvil, es que el usuario que las lleva puestas ve la información (que además interactúa con el entorno) y tienes las manos completamente libres para ejecutar cualquier proceso. Y es que las HoloLens 2 no sólo reconocen el entorno, sino también las manos del usuario a las que hace seguimiento sin necesidad de guantes ni sensores especiales.
¿Qué se siente con ellas?
El modelo ha evolucionado con respecto a la versión anterior y son cómodas en la cabeza. No aprietan ni son pesadas ya que están ideadas para que un trabajador las lleve colocadas en la cabeza durante su jornada laboral. Asimismo, el visor puede colocarse hacia arriba y pudiéndonos llegar a olvidar de que las llevamos puestas.
El visor da una completa sensación de inmersión en el entorno. Podemos llegar a creernos que estamos en un 'videojuego'. Y es que la integración entre el entorno virtual y el real es tan fina que si, por ejemplo, lanzamos una taza de café virtual en el entorno en el que estamos ésta rebotará contra la mesa y el líquido se derramará.
Con respecto a la relación con el entorno es súper sencilla. El proceso es muy instintivo. Bastará con tocarse la muñeca izquierda para ir al menú y entrar en una de las aplicaciones. Una vez dentro de ellas todo es intuitivo. Bastará con tocar, agarrar o mover los hologramas de una forma natural, ya que responden de una forma muy parecida a la de los objetos reales.
Con la idea de que las manos siempre estén libres para poder manipular la realidad virtual o el mundo real, la interacción con los menús se podrá realizar también a través de comandos de voz. Éstos funcionan incluso en entornos industriales ruidosos ya que disponen de micrófonos inteligentes y procesamiento de voz de lenguaje natural. Asimismo, el dispositivo es únicamente el casco. No cuelgan cables, ni packs externos: se trata de un ordenador completamente autónomo con conexión WiFi, aunque con espacio para tener información precargada pensando en tener lista documentación pesada.
Otro avance de las nueva HoloLens es el seguimiento ocular. En el modelo anterior el usuario tenía que mover la cabeza para que el casco reconociese el entorno mientras que en éste bastará con mirar para que Windows Hello reconozca el mundo real y se acople virtualmente a él.
¿Para qué valen?
Más allá de para soluciones concretas en la industria que sirvan para arreglar problemas. Las HoloLens también están pensadas para entornos educativos, donde se pueden seguir temarios complicados de forma virtual e inmersiva de forma coordinada; para entornos médicos, pudiéndose hacer seguimiento de datos y ver resultados en tiempo real mientras se realiza una operación; se pueden realizar proyecciones de construcciones en 3D y navegar por ellas; así como se pueden implementar sistemas de formación en entornos laborales para que los trabajadores adquieran nuevas habilidades.
Así por ejemplo, la compañía española Plain Concepts ha conseguido desarrollar un proceso acelerado de capacitación de trabajadores con el que se mejora y se automatizar los procesos de solicitud de reparación, se guía a los operarios a través de asistentes virtuales que le ayudan a realizar su trabajo de una forma más efectiva, optimizar la detección de anomalías a través de la visión artificial, y reducir costes de desplazamiento de personal y acceso al soporte por parte de las personas con más conocimiento dentro de la compañía.
En el caso concreto de la formación de nuevas habilidades en el entorno laboral es especialmente interesante. Una empresa puede crear un tutorial en 3D que indique cuáles son los pasos a seguir para, por ejemplo, montar y desmontar un motor. Una especie de instrucciones de Ikea pero llevada a un nivel muy superior ya que las instrucciones se integran en el espacio real en el que está el trabajador a través de indicaciones virtuales.
En suma, estas gafas de Microsoft son un adelanto del futuro que se había planteado hace años en la ciencia ficción pero que hoy, ya son reales y abren una puerta a un futuro conectado e inmersivo.