Las pantallas viven una auténtica revolución. Desde los gigantes murales de publicidad que se colocan en grandes superficies a los televisores que tenemos en casa. Todo está evolucionando para contar con paneles de mejor calidad, más baratos y sobre todo de más tamaño. 

Los paneles LED que se han ido instalando en centros comerciales o vallas publicitarias en los últimos años están a punto de llegar a su cambio generacional. La apuesta por la tecnología mcroLED tiene la cupla. Es un formato más eficiente y que permite ver la imagen mejor desde más cerca, lo que abre la puerta a que los grandes paneles que hasta ahora estaban enfocados al comercio lleguen ahora al mercado doméstico.

Hasta ahora, las pantallas enormes o eran demasiado caras o estaban pensadas para grandes formatos con una resolución muy baja que solo son efectivas cuando nos encontramos a varias decenas de metros. Impactos publicitarios, indicaciones o mostrar información concreta era su propósito. Sin embargo, ahora la idea es poder montar una pantalla gigantesca en casa. O al menos ese es el plan de Samsung.

Un muro, tu pantalla

Lo que busca Samsung con su tecnología es implantar un sistema que permita fabricar paneles bajo demanda de forma muy flexible. En vez de tener establecidos una serie de tamaños de pantalla cerrados (43, 50, 55, 65 pulgadas) busca poder adaptarse a las necesidades del cliente fabricando paneles prácticamente a la carta.

En el último evento de la compañía coreana celebrado en Malta OMICRONO ha podido ver y conocer de primera mano The Wall. Un concepto con el que Samsung estrena su tecnología MicroLED que que aspira a cambiar para siempre la forma en la que el usuario tiene concebido el concepto de televisión y que pronostica cómo puede ser el futuro del televisor que tenemos en casa.

The Wall está formado por módulos de 806.4 x 453.6 mm (unas 36,5 pulgadas) con resolución 4K (con un tamaño de píxel de 0,84 mm). Éstos se podrán ir añadiendo a discreción desde una base de 74 pulgadas hasta las 292 pulgadas, o lo que es lo mismo 7,6 metros de esquina a esquina.

Para que los módulos se vayan integrando uno con otro y que no se vea la unión entre ambas, la empresa lo consigue gracias a unos marcos delgadísimos que serán prácticamente imperceptibles cuando el panel esté funcionando. En un primer vistazo se parecerá más a una proyección que a una pantalla convencional. Solo si nos acercamos demasiado y nos fijamos en las juntas podremos distinguir los diferentes módulos colocados.

La idea nos parece excepcional para estrenarse en el mundo del MicroLED. Apuntar a lo más alto garantiza una serie de clientes muy exigentes en los que probar la tecnología antes de que llegue al público general. Según Samsung, son capaces de fabricar paneles de 40 pulgadas pero el altísimo precio a tan baja escala los hacen muy poco competitivos en el mercado actual.

Si nos queremos embarcar en esta nueva tecnología tendremos que contactar directamente con un vendedor especializado de Samsung. No es algo que se vaya a poder ver en cualquier centro comercial para la venta al público sino que estará enfocado en dos grandes grupos: comercios y el lujo.

La aplicación para el primero es el más común. Gracias a la resolución y a las posibilidad de configuración será una excepcional alternativa a los tradicionales paneles. Y para el segundo se busca la exclusividad de tener una pared completa que puede hacer las veces de televisión o incluso para proyectar obras de arte.

El futuro es MicroLED

Según la propia Samsung el MicroLED es el futuro. Pero en mitad de este proceso han nacido otras tecnologías que consiguen establecerse entre las teles LCD-LED tradicionales y los MicroLED. Se han denominado MiniLED y en algunos países ya se encuentran televisores a la venta con esta tecnología.

Una primera aproximación al gran boom de MicroLED que viviremos, presumiblemente, dentro de unos años cuando la tecnología permita abaratar los costes. Entre las ventajas de esta tecnología encontramos la ya citada flexibilidad de formatos, una resolución que crece al mismo ritmo que añadimos módulos, el brillo máximo y la profundidad de los negros.

Según informa Samsung en su página web, el brillo que puede alcanzar su The Wall 1.600 nits de pico. Aunque el máximo que puede alcanzar este tipo de tecnología va muchísimo más allá en la teoría. Otro de los factores que le hacen muy interesante es la posibilidad de obtener los negros puros con los que se vanaglorian los fabricantes de OLED.

Con la tecnología MicroLED se ha conseguido fabricar un emisor LED dedicado a iluminar cada uno de los subpíxeles (rojo, verde y azul) que conforman un píxel tradicional. Algo totalmente impensable en los paneles LCD-LED tradicionales y que se asemeja más al funcionamiento de los OLED. Estos últimos tienen la desventaja de obtener menor brillo y la posibilidad de degradación con el tiempo.

Otras empresas como Sony también tienen sus particulares líneas de desarrollo de MicroLED e incluso se ha rumoreado que Apple estaría trabajando en esta tecnología para implementarla en su Apple Watch. Esperamos que 2020 sea uno de los años clave para esta tecnología y poder verlo en hogares más humildes dentro de un par.