Mascarillas más rentables que televisores: Sharp reconvierte una de sus fábricas
Sharp convierte una de sus fábricas en una factoría para producir mascarillas. Una medida que sale rentable debido al auge del coronavirus en China.
2 marzo, 2020 11:42Noticias relacionadas
El coronavirus está en boca de todos, y es un problema grave que está afectando especialmente a la industria tecnológica. Esto ha provocado que haya escasez de cierto tipo de productos ante la mala gestión de la prensa del virus y la alarma social que está provocando. Gracias a esto, las mascarillas se han vuelto un bien preciado.
Sharp sabe esto, y por ello ha tomado una decisión cuanto menos drástica; la planta de Kameyama, en la prefectura de Mie en Japón (una de sus sedes más importantes) se dedicará a producir mascarillas. Concretamente unas 150.000 mascarillas cada día, con el objetivo de alcanzar las 500.000 a finales de tu vida.
La fábrica de Kameyama, así, se dedicará a producir este producto que debido al coronavirus ha sufrido problemas de disponibilidad y fluctuaciones en el precio, haciendo que sea más caro.
Mascarillas, algo muy común
Así lo han anunciado los dueños de Sharp: Foxconn. Tal y como informa 'The Washington Post' la planta responderá al aumento de demanda que han tenido las mascarillas con el brote de coronavirus en China. La fábrica de Kameyaya, aunque pueda parecer que no, tiene capacidad para la producción de este producto.
Esto es debido a que se establecen amplios estándares de limpieza, lo cuál es necesario para producir mascarillas. La fábrica de Sharp está preparada para esto, y será un nuevo uso a una planta que siempre se ha dedicado a la producción de paneles para televisores.
Las mascarillas no son en absoluto un producto que haya ganado popularidad con el brote de coronavirus; en el país nipón son muy usadas, pero el coronavirus ha provocado que la gente quiera más mascarillas. Esto produce un aumento de precios y consigue que haya menos stock para los usuarios. Inclusive cuando la OMS especifica que sirven para evitar su propagación, no para evitar la enfermedad en sí.
De nuevo, el coronavirus
De hecho, el coronavirus ha golpeado recientemente a otro gigante asiático: LG Display, que ha suspendido la actividad de su fábrica en la ciudad de Gumi debido a un trabajador infectado.
Ell coronavirus ha sido el resonsable del cierre de fábricas y cadenas de suministros, al menos de forma temporal. Un gran número de fábricas en China han suspendido sus operaciones debido al coronavirus, y más allá de eso las firmas han estado advirtiendo de los problemas que acarrea el virus, aclarando que sus inventarios pueden verse afectados.
La envergadura de la planta de Kameyama será imprescindible para satisfacer la amplia demanda que han sufrido las mascarillas. Ya en 2017 la misma fábrica fue usada para producir componentes para cámaras de dispositivos móviles, lo cuál deja entrever su capacidad de producción de otros productos, incluso si no son estrictamente electrónicos.