"Hay que saber que tras cada dato que se manda por WhatsApp hay un data center"
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Las infraestructuras de telecomunicaciones han experimentado de primera mano el extraordinario ascenso del tráfico en estos días de confinamiento. Una prueba de estrés que, con la vuelta gradual a la vuelta de la esquina, han pasado con creces.
Los data centers (centros de datos, en español) son el nodo donde terminan desembocando la inmensa mayoría de las conexiones a internet. Básicamente, punto por donde pasan cada mensaje de WhatsApp, cada compra a una tienda online o incluso donde se almacenan las series de moda de las principales plataformas de streaming. Alguna de estas plataformas incluso han recortado la calidad de sus emisiones por defecto para dejar ancho de banda suficiente al resto de usuarios.
También son el núcleo de los servicios que se emplean en el teletrabajo que tan extendido está en la actualidad. Para comprender cómo se han comportado estos centros de datos con el país confinado en sus casas y marcando récords de consumo de internet, en OMICRONO hemos hablado con Juan Vaamonde, country manager para España de la compañía DATA4. Esta multinacional de origen parisino que vio la luz en 2006, controla 19 data centers en toda Europa entre los que se incluye uno en Madrid.
En el momento que pulsamos en enviar un mensaje de WhatsApp, ¿cómo circula a través de la red? ¿Qué recorrido hace?
Detrás de cada dato hay una infraestructura compleja que lo soporta, aunque no seamos conscientes. Cuando la información sale de nuestros smartphones, comienza su recorrido a través de la red móvil para buscar las antenas más cercanas. De esta antena y, a través de cable, se conecta con la red troncal más próxima.
Si el mensaje alcanza el límite terrestre de la red, continuará su viaje a través de un cable submarino. Su objetivo: el centro de datos donde está alojado el servidor. Allí se procesará: se almacenará en nuestro OneDrive si es un fichero, se asociará a nuestro muro si es una publicación en Facebook o buscará al destinatario si es un mensaje de WhatsApp. En estos casos se trata de servidores de Microsoft o de Facebook que están alojado en centros de datos.
Así pues, es importante saber que detrás de cada dato que se envía por WhatsApp, hay un data center en constante funcionamiento para que tu información y conectividad no se detenga. Estas instalaciones son la base tecnológica para la realización desde transacciones financieras a la distribución de contenido y son fundamentales para la transformación digital de los negocios.
En este contexto, los centros de datos son los encargados de almacenar y procesar toda la información que viaja por la red. Los más de 30 millones de mensajes que se envían cada segundo a través de aplicaciones como WhatsApp se procesan y almacenan aquí, traspasando océanos, continentes, fronteras y todo ello en milésimas de segundo.
¿Cómo absorbe la red la cantidad de contenido en streaming (Netflix, HBO...) que se está consumiendo actualmente?
Lo cierto es que en España podemos presumir de una red de fibra muy buena, con la que muchos países no cuentan. Pero la fibra óptica no es la única responsable de que Internet esté funcionando a la perfección en nuestras casas. La infraestructura digital de un país lo compone la red de telecomunicaciones, la red eléctrica y los centros de datos. Ninguno de ellos puede concebirse sin los demás.
El 99% del tráfico de la red circula en algún momento por cables, enterrados y submarinos, que se conectan en los centros de datos, una infraestructura física utilizada para alojar sistemas informáticos que puedan procesar, servir o almacenar datos.
Hemos pasado de un sistema de radiodifusión con antenas y repetidores al que podías conectar tu televisión mediante la antena a un sistema de televisión a la carta en el que nuestro smart TV se conecta a un ordenador de Netflix. Es una emisión privada e individualizada. Intentemos imaginar cuántas copias de Juego de Tronos estaban circulando simultáneamente por la red en el día del estreno de la última temporada. Son miles de ordenadores sirviendo el mismo contenido en diferentes momentos.
Si estos ordenadores están en un centro de datos digamos en Francia, tendríamos miles de copias de la serie viajando a través de las redes, para no saturarlas una alternativa lógica es instalar un número de ordenadores directamente en España, y para ello necesitas construir centros de datos aquí. La creciente digitalización y la penetración de nuevos servicios digitales hace que cada vez sea más interesante acercar el centro de datos al usuario final.
¿Cómo es la distribución de los centros de datos en España? ¿Cuáles son las principales ubicaciones?
Los pequeños centros de datos están distribuidos y cada vez son más frecuentes, cualquier empresa con un cierto tamaño tiene o ha tenido un centro de datos (Universidades, centros de investigación, bancos, compañías de seguros…).
Si hablamos de los grandes centros de datos, y pensamos en el carácter radial de nuestras infraestructuras, la mayor parte tienden a concentrarse en las grandes como Madrid y Barcelona, pero cada vez es más común encontrarlos en ciudades costeras donde pueden llegar los cables submarinos de los que hablábamos antes.
Desde que comenzó en confinamiento, ¿cuánto ha aumentado el tráfico en la red?
Todavía es pronto para saberlo, pero la consultora Very Optimo ya avanzaba la primera semana de confinamiento el tráfico en la red había aumentado en más de un 40% en España respecto a los datos habituales y el número de usuarios activos diarios ha aumentado de 10 millones a más de 200.
¿Se ha visto comprometida la estabilidad en algún momento debido a ese aumento?
Nosotros en los centros de datos sí hemos observado un incremento en la demanda, pero ha sido absorbido de forma bastante natural por la infraestructura existe, realmente son centros muy robustos que soportan grandes volúmenes de tráfico y de información.
Esta crisis ha sido muy difícil de prever, pero nos consta que la mayor parte de las empresas han sido muy ágiles y flexibles para hacer frente al aumento del tráfico. En términos generales, creemos que la mayoría de ellas han sido capaces de manejar la situación, aunque es posible que aquellas empresas que no contaban con las herramientas y soluciones adecuadas, la minoría, hayan sufrido interrupciones o caídas de la red durante estos días.
¿Qué papel tienen los centros de datos en la estabilidad de la red en organismos públicos clave e infraestructuras críticas?
Los centros de datos juegan un papel muy importante en la estabilidad de la red en las instituciones públicas, y en general en todas las empresas. Tanto es así que los centros de datos han obtenido la categoría de infraestructura crítica por parte del Gobierno, debido a la situación de confinamiento impuesta por el COVID-19 y los técnicos de los data centers se han podido desplazar estos días hasta las instalaciones de Madrid.
Para que nos hagamos una idea del valor de la información que gestiona la administración general del estado podemos destacar los datos que figuran en los chips de los DNI electrónicos, los expedientes de Hacienda y datos tributarios, los de la Seguridad Social, los de salud o los judiciales, entre otros, todo ellos están alojados en centros de datos.
En definitiva, los centros de datos juegan un papel crucial en la sociedad de la información y en el caso de los organismos públicos no iba a ser diferente, si estos se paran, se detienen muchas de las actividades de los hospitales, la banca, los sistemas de reservas, las aerolíneas, la mayoría de las aplicaciones de nuestro móvil… Estos son solo algunos ejemplos para darnos cuenta de la trascendencia de los centros de datos en situaciones de este tipo.
¿Existe algún control del contenido que pasa por los centros de datos?
Desde el punto de vista de proveedor de alojamiento nosotros no accedemos a los datos, nosotros nos aseguramos de proporcionar un entorno físicamente seguro a nuestros clientes y son ellos los que gestionan la seguridad lógica de los datos (cortafuegos, antivirus...).
Nuestros centros de datos disponen de hasta 7 niveles de seguridad para evitar el acceso físico (la conexión de un cable o un dispositivo de almacenamiento) en los equipos de comunicación o en los ordenadores de nuestros clientes. Nuestra función no es vigilar, controlar o denunciar el contenido que pasa por nuestras salas sino velar por mantenerlo resguardado y disponible para nuestros clientes y sus usuarios.
¿Cómo han cambiado los hábitos de uso (horarios, tipos de contenido...) desde que comenzó el confinamiento?
En las últimas semanas hemos visto como la mayor parte del tráfico se concentraba en las horas matinales. Asimismo, se han duplicado las videollamadas, en detrimento de los mensajes de voz, en este contexto cabe destacar que los vídeos consumen 50 veces más ancho de banda que una llamada convencional.