Después de muchas dudas a lo largo del día, finalmente la NASA ha decidido abortar el primer lanzamiento con astronautas de SpaceX. De esta manera, los astronautas Bob Behnken y Doug Hurley tendrán que esperar al menos hasta el próximo sábado para hacer historia.
El lanzamiento de hoy de la NASA era el más especial en años. Iba a ser la primera vez que una empresa privada estadounidense iba a enviar astronautas a la Estación Espacial Internacional (ISS), y el primer lanzamiento en los EEUU desde los transbordadores espaciales.
Lamentablemente, la meteorología no ha ayudado. Ya desde que amaneció en los EEUU había serias dudas de si el lanzamiento se iba producir, debido a las precauciones necesarias en un lanzamiento con astronautas.
Lanzamiento de SpaceX abortado
Aunque los cielos aclararon unas tres horas antes del lanzamiento, la lluvia y los cielos negros volvieron. La NASA esperó hasta el último momento para tomar la decisión, pero finalmente el milagro no se produjo y unos 17 minutos antes del lanzamiento, se anunció la cancelación.
El motivo de la cancelación es que la ventana de lanzamiento era muy pequeña el día de hoy (o 'exacta', según la NASA), y no era posible simplemente retrasar el lanzamiento para esperar mejores condiciones.
La buena noticia es que todo iba bien hasta ese momento. Hay que recordar que la misión Demo-2 va a estrenar muchos protocolos, estándares y procedimientos. No solo será la primera vez que la cápsula Crew Dragon se usará con personas reales, sino que también se probarán los nuevos trajes espaciales y sistemas inteligentes de atraque en la Estación Espacial Internacional.
Sábado, próxima fecha clave
Este aborto sólo supone un retraso para todo esos estrenos; la próxima ventana de lanzamiento será el próximo sabado 30 de mayo a las 21:22 hora de Madrid. Entonces se repetirán los mismos procedimientos que hoy, y todo debería ir igual de bien que hoy, pero con un poco de suerte, cielos más claros.
En el momento de escribir estas palabras, la secuencia de aborto se ha iniciado; los astronautas siguen a bordo de la cápsula, esperando a que el cohete sea vacíado de combustible para que puedan salir de manera segura.