Medios como OMICRONO nos nutrimos de publicaciones de Instagram para ilustrar conceptos en una noticia. Ya sea porque el CEO de una empresa anuncie una mejora en su software o una marca anuncie un producto, las publicaciones integradas son un gran medio ilustrativo para nosotros y mucho más. Y esto estaría próximo a cambiar.
Según informa The Verge, Instagram ha actualizado sus términos de servicio para incrustar publicaciones de otros usuarios. No se otorgará una sublicencia que permita dicho acto, lo que requerirá en el caso de terceros tener "los derechos necesarios de los titulares de derechos aplicables", según un portavoz de la firma.
Esto quiere decir que, al menos en teoría, si un medio quiere incrustar un post de Instagram necesitará el permiso del creador. Este cambio está ligado a una derrota legal para el medio Newsweek, que ha esclarecido este punto a favor de la red social.
Permisos en Instagram
Un fotógrafo denunció al medio Newsweek alegando que, basándose en los términos de servicio de Instagram, la firma no podía publicar su trabajo fotográfico sin una sublicencia. La jueza del caso ha determinado de que no había evidencia de que Instagram concediera dicha sublicencia, por lo que Newsweek no tiene permitido obviar las quejas del fotógrafo.
Instagram se ha puesto las pilas y está aclarando la situación. No ha especificado qué parte de su política cubre los derechos de inclusión, pero su web de derechos de autor asegura lo siguiente, al menos en la versión estadounidense:
"[Los usuarios conservan] el derecho de otorgar permiso para usar su trabajo protegido por derechos de autor, así como el derecho de evitar que otras personas usen su trabajo protegido por derechos de autor sin permiso". Instagram prohíbe que se incruste el contenido de uan manera que "viole los derechos de cualquier persona", incluidos los de "derechos de propiedad intelectual".
Instagram ha asegurado a medios como Ars Technica que están "explorando" más formas de conseguir que los usuarios controlen la inserción de sus contenidos. Por ahora, los fotógrafos solo pueden evitar estos casos al hacer que sus fotos sean privadas, algo que obviamente coarta significativamente su repercusión.
Que no cunda el pánico
Esto no implica que los medios como OMICRONO no podamos usar fotos de Instagram, o que los usuarios que manejen blogs, por ejemplo, no puedan hacer lo mismo. Ningún juez ha determinado nada sobre lo que se conoce como 'server test'; este argumento dictamina que las fotos incrustadas no están copiando fotos de una manera que se puedan infringir los derechos de autor.
Si nos vamos a la variante española de la página web que regula los derechos de autor, podemos leer el siguiente párrafo:
"Como propietario de derechos de autor, la ley te otorga ciertos derechos para impedir que otras personas puedan copiar o distribuir tu obra, o crear obras nuevas basadas en la tuya. La infracción de los derechos de autor suele producirse cuando una persona realiza una de estas actividades sin el permiso del propietario de esos derechos."
El sitio Mashable se protegió de una demanda reciente gracias al fallo de un juez que determinó que Instagram podía sublicenciar fotografías a sitios que incorporaran sus publicaciones. Además, los medios se pueden acoger al ya conocido como 'fair use', un criterio jurisprudencial que establece el uso limitado de un material protegido con fines informativos, ilustrativos o educativos.
Es el turno de Instagram de determinar con más exactitud qué control tenemos los usuarios sobre las fotos que se incrustan. No obstante, si estos términos se extienden a las variantes de la red social en otros países, los usuarios podríamos reclamar estas incrustaciones en medios online si consideramos que dicho acto infringe nuestros derechos de autor.