Mujeres desnudas en YouTube: el truco con el que se saltan la censura
De clases de yoga nudistas a depilaciones genitales: en YouTube podemos encontrar vídeos de desnudos 100% legales ya que cumplen escrupulosamente con las normas de la plataforma.
12 junio, 2020 02:22Noticias relacionadas
A pesar de todas las opciones para visualizar vídeos que tenemos actualmente, YouTube sigue siendo la que reina entre los más pequeños. Sin embargo, aunque en la plataforma podemos encontrar desde series infantiles a canales de cocina, su catálogo es tan amplio que, buceando, podemos llegar a dar con contenido delicado y solo apto para adultos.
El algoritmo de YouTube está muy trabajado y habitualmente este tipo de vídeos están escondidos, pero están. Basta con rascar un poco en la superficie de los vídeos graciosos o de canciones infantiles para conocer un 'submundo' a la vista de todos conformado por un peculiar catálogo de vídeos que van desde clases de yoga con mujeres desnudas a depilaciones de genitales.
Vídeos que acumulan millones de visitas y que parece imposible que sean un descuido de YouTube. Entonces, ¿se permite este tipo de vídeos en la plataforma? La respuesta corta es sí y la larga es que este tipo de publicaciones se ciñen a unos términos estrictos y condiciones de la plataforma pensados para mayores de edad.
¿Cómo subir desnudos a YouTube?
Para arrojar un poco de luz acudimos a los términos y condiciones de uso que YouTube publica en su centro de Ayuda al usuario. La primera línea roja que no hay que cruzar es la del "contenido explícito que pretenda provocar placer de carácter sexual (como la pornografía)". Así comienza el artículo donde se regula el empleo de desnudos en la plataforma y se acompaña de un vídeo ilustrativo.
Continúa anunciando: "No está permitido en YouTube el contenido sexualmente explícito en el que se muestre a menores o en el que se les explote sexualmente. Denunciamos el contenido que incluye abuso sexual infantil al Centro nacional para Menores Desaparecidos y Explotados de Estados Unidos, que colabora con organismos públicos de todo el mundo encargados de velar por el cumplimiento de las leyes".
Justo en este momento se abre el debate sobre qué se entiende estrictamente con "provocar placer de carácter sexual". Quizá es algo demasiado ambiguo como para tener una normativa suficientemente estricta que no caiga en decisiones más o menos arbitrarias. El artículo prosigue: "No publiques en YouTube contenido que incluya cualquiera de los siguientes elementos":
- Representación de genitales, pechos o glúteos (cubiertos o descubiertos) para provocar placer sexual.
- Pornografía en la que aparezcan actos sexuales, genitales o fetiches para provocar placer sexual.
El segundo punto lo podemos tener más o menos claro, pues sería la representación más fidedigna de un vídeo pornográfico. Pero la primera vuelve a rozar con el concepto de "provocar placer sexual". Es una línea demasiado fina que choca justo de frente contra los gustos personales de cada individuo y con la particular interpretación que haga de lo que se muestra en el vídeo.
Hemos preguntado a Google sobre si un vídeo de ejercicios de yoga con dos mujeres desnudas se ajusta a las condiciones de uso de la plataforma: "Sí cumple con las normas porque avisa al principio de que el contenido puede ser inadecuado y más abajo avisa de que es un vídeo con restricción de edad".
¿Niños con cuenta de adultos?
Aunque lo ideal para los niños es que usen YouTube Kids, que ajusta el contenido a su edad. Llegamos a la segunda derivada del asunto. Ya tenemos claro que existen vídeos totalmente legales de desnudos y otros donde se muestran al detalle genitales en YouTube. Google también ha pensado en esta situación y ha interpuesto una barrera de edad para algunas situaciones más concretas.
- Si los pechos, los glúteos o los genitales (cubiertos o descubiertos) son el elemento central del vídeo.
- Si en el vídeo se muestran posturas que tienen la finalidad de provocar excitación sexual.
- Si las acciones que se muestran en el vídeo incitan a una actividad sexual (si se exhiben, por ejemplo, besos, bailes provocativos o caricias).
- Si las prendas que se muestran se considerarían aceptables o no de forma general en espacios públicos, como en el caso de lencería.
- Si las imágenes o sonidos sexuales se han difuminado, disimulado u ocultado.
- Si las imágenes o sonidos sexuales aparecen momentáneamente o de forma prolongada.
En todos esos casos, que realmente en algunos puntos rozan la prohibición recogida en los anteriores puntos, se avisará al usuario y se comprobará si es mayor de edad cruzando los datos que puso en el perfil cuando se creó. En esta situación es posible que el menor de edad esté usando la cuenta de algunos de sus padres o directamente haya mentido a la hora de poner su fecha de nacimiento.
Si se da cualquiera de los dos casos, el menor podría tener acceso a todo el contenido de YouTube; incluido a algunos de estos vídeos de desnudos y otros que pueden conducir a la "provocación del placer sexual". Es directamente imposible que YouTube vigile de forma manual todos los vídeos y por eso 'anima' a la comunidad a estar al tanto de aquellos que puedan infringir las normas y los reporten.
En esta situación Google no tendría responsabilidad alguna sobre el visionado de vídeos inadecuados para menores. Ya que es directamente responsabilidad de los padres o tutores vigilar si el niño está empleando una cuenta de adulto o no y en última instancia restringir el uso de la app.
¿Hay porno en YouTube?
Es cierto que la pornografía como tal no existe en el YouTube al que podemos acceder mediante el buscador. Aunque han tenido varios intentos de subidas masivas de contenido porno en los últimos años, no han conseguido proliferar y pronto lo arreglaron.
Algo completamente diferente pasa en los vídeos privados. YouTube permite almacenar vídeos en la plataforma y que no aparezcan en el buscador. Tan solo son accesibles mediante un enlace. Esta 'estrategia' hasta hace unos años era empleada en las páginas web pornográficas que acababan de abrir para almacenar sus vídeos totalmente gratis.
Los usuarios también escondían los vídeos con etiquetas clave que circulaban por internet o empleando idiomas minoritarios como el gaélico. En 2017, la propia YouTube hizo limpia y borró millones de vídeos (entre los que se encontraban pornográficos) que se almacenaban en sus servidores y estaban expuestos al público. Poco a poco, el algoritmo se va afinando para impedir que vídeos de este tipo se publiquen, aunque como hemos visto otros sí logran pasar el filtro.