Estamos llegando al punto y final de los televisores 4K en España. Pronto daremos el salto a las 8K, pero el mercado sigue coleando con los primeros, especialmente en la gama media. Marcas como Samsung aún tienen mucho que decir, especialmente en la gama más alta, y su Samsung Q95T es una muestra de ello.
Estamos ante un televisor 4K UHD que, sin temor a equivocarnos, promete ser la gran propuesta de Samsung para convertirse en el mejor televisor 4K del año. Sí, los paneles de la firma coreana no mienten, están entre los mejores del mercado. Pero este Q95T ha sorprendido todavía más, dándole más fuerza a Samsung en su posición de mercado.
En concreto, hemos analizado el modelo de 65 pulgadas (2.500 euros) y podemos asegurar que este televisor es una de las mejores propuestas si buscas un televisor 4K UHD de amplio formato para este año 2020, si no quieres confiar aún en dar el salto al 8K.
Diseño
Lo primero en lo que nos damos cuenta cuando vemos este televisor es en su grosor. No, no estamos ante un televisor especialmente fino, pero eso tiene un por qué. Samsung ha implementado en este televisor una retroiluminación Full Array, teniendo este un panel LCD. La matriz de diodos LED que se necesita poner detrás del panel es la culpable de que el televisor no sea especialmente liviano.
El grosor es su único punto 'flaco', ya que llega casi a los 3,5 centímetros. Samsung ha rematado este punto con una calidad de construcción impecable; un marco de aluminio que da muy buenas sensaciones y no transmite sensación de fragilidad, sobre todo a la hora de sacarlo del embalaje. Sí que su peana nos ha parecido que levanta el panel algo más de lo que nos gustaría, pero siempre podemos montar el televisor en un soporte en la pared, por lo que no es un problema serio.
Los marcos son muy finos, y aunque la peana no nos acabe de convencer, es bonita y pega con el televisor. La parte trasera es de policarbonato, de muy buena calidad, y aunque algo fina para nuestro gusto, nos vuelve a dar igual cuando situamos el televisor en su zona final.
Aunque quizás hubiéramos preferido unas peanas laterales y centradas, sobre todo ante el peligro de que un accidente que empuje el televisor se la lleve por delante. Pero esta es suficientemente robusta como para que eso no nos preocupe en absoluto.
Calidad de imagen
Samsung sigue peleando con fuerza en el terreno de la tecnología QLED, y sabemos que dicha tecnología está bien gestionada por la marca. Pero debemos repasar a fondo las características de este televisor para confirmar si, como es habitual, la empresa coreana sigue siendo especialista en esta Q95T.
El panel de este televisor es un LCD de tipo VA en resolución 4K UHD, con una profundidad de color de 10 bits. Implementa nanocristales para reproducir el 100% del espacio del color DCI-P3 y usa un algoritmo para gestionar la atenuación local de la retroiluminación para evitar demasiados problemas en la imagen.
Los paneles VA suelen gozar de un mayor contraste nativo, que aún sin llegar a las cuotas de los paneles OLED estándar sí es mayor que el de los paneles LCD convencionales. La retroiluminación de esta Q95T es la clave para evitar problemas de visionado, y es la Full Array Local Dimming.
Tenemos un muy buen ángulo de visión horizontal, con el que no tendremos demasiados problemas de degracdación de color y contamos con una grandísima cobertura antirreflejos que nos asegurará tener la mayor calidad de imagen posible sin temor a reflejos de luz indeseados.
La reproducción del color de este televisor es más que sobesaliente, y la precisión de los tonos de color también es muy alta. Nos ha gustado sobremanera el balance de blancos, que se gestiona de forma muy correcta y que mantiene la gestión de color en un nivel muy satisfactorio. El brillo es claramente uno de sus puntos fuertes, que gracias a su compatibilidad con archivos HDR10+ porá aprovecharse dándole a dicho contenido un toque cinematográfico increíble.
Pese a no ser un panel OLED, los negros (la parte más preocupante de un LCD VA) están gestionados maravillosamente. Están emulados de tal forma que no tienen nada que envidiar a un panel OLED, y el televisor se vale tanto del sistema de retroiluminación como del algoritmo de atenuación integradopara evitar esos molestos haces de luz que suelen tener los paneles LCD de baja calidad.
Los 1.700 nits reales nos permiten experimentar esta profundidad todavía más, de nuevo, especialmente si visualizamos dichos negros con contenido HDR10+ o, en su defecto, Blu-Ray 4K. Otro detalle en el que destaca esta Q95T es en el procesador de Inteligencia Artificial encargado del reescalado para adaptar contenidos a 4K.
En general el rendimiento del reescalado es bastante bueno. Si pasamos un contenido de muy baja resolución al televisor, por supuesto que notaremos problemas, pero el nivel de detalle y nitidez que logra la IA en contenidos como 1080p es más que decente. Nos ha gustado especialmente en el caso de los movimientos; no notamos detalles como un ghosting extremo, y la imagen tiene un movimiento suave acorde al resto del televisor.
También hemos probado videojuegos, en este caso con una PlayStation 4 Pro. Los juegos testeados han sido Red Dead Redemption 2, Horizon Zero Dawn, Final Fantasy VII Remake y Hellblade: Senua's Sacrifice. Tenemos una frecuencia de actualización variable para darle mayor sensacón de fluidez a los videojuegos, FreeSync para una sincronización adaptativa y evitar problemas como el tearing y una latencia muy reducida.
El televisor admite señales de vídeo 4K a 120 Hz y gracias a su conectividad HDMI 2.1 (limitado a un puerto, aunque hablaremos de ello más adelante) los videojuegos son un claro punto a favor en este televisor.
El televisor sabe aprovechar su calidad de imagen para dotar a nuestros títulos de una visibilidad espectacular, y gracias a estas tecnologías conseguiremos sesiones de juego al más alto nivel, especialmente si complementamos el dispositivo con las futuras PlayStation 5 y Xbox Series X.
One Connect
Todas las conexipones de este televisor, al igual que en generaciones anterioes, residen en el Samsung One Connect, un módulo externo que se conecta al televisor mediante un fino cable que casi recuerda a los clásicos que usaban los mandos de PlayStation 2.
En él nos encontraremos todas la conexiones del dispositivo, como los puertos HDMI, USB, antena y demás para que no dependamos de la parte trasera del televisor. Algo a tener en cuenta, ya que hablamos de tamaños que van desde las 65 pulgadas hacia ariba. Si decidimos colgar el televisor en la pared, los cables permanecerán totalmente accesibles gracias a este módulo. Estos son los puertos de los que goza el One Connect y por ende, el televisor:
- 1 HDMI 2.3
- 3 HDMI 2.0
- 2 USB-A
- CI
- Antena.
- Alimentación.
- 2 satélites.
- Salida óptica.
- Ethernet.
El mando también es un detalle que nos ha gustado. Está hecho de aluminio y aunque da muy buenas sensaciones, nos ha parecido que escasea un poco de botones. Tiene los justos y necesarios, por supuesto, pero por ejemplo solo incorpora 3 botones de accesos directos. Además, los botones son todos exactamente iguales en forma y curvatura, por lo que tienes que mirar el mando para saber a qué le estás dando.
Tizen, un gran sistema
En cuanto al SO tenemos Tizen, un sistema operativo que nos parece más que idóneo y que va acompañado de un rendimiento excelente. Las apps son muy rápidas, se sienten extremadamente fluida y los parámetros tanto de la interfaz como de los ajustes están muy bien repartidos. El carrusel de aplicaciones nos parece estético, funcional y rápido que además no interfiere en demasía sobre la imagen que estamos viendo.
Tenemos un gran abanico de aplicaciones, como Disney+, Netflix, HBO, Amazon Prime, Movistar+, Rakuten TV o Apple TV+. El catálogo de aplicaciones en la Store de Samsung es nutrido, con muchas opciones y con apps que se adaptan perfectamente a la interfaz de Tizen, ofreciendo una buena experiencia al nivel de la gama alta. Por supuesto, no nos hemos encontrado problemas de ningún tipo, ni en el rendimiento ni en la usabilidad del sistema.
Cuenta con modos adicionales para ajustar la calibración de imagen, con modos cine, para juegos, etcétera. Samsung da una gran capacidad de actuación al usuario, algo que agradecemos enormemente y que creemos que sitúa este SO algo por encima sobre propuestas de otros fabricantes.
Sonido por encima de la media
En estos casos el sonido suele pasar algo más desapercibido, ya que usualmente alguien que opta por un televisor de gama alta lo complementa con una barra de sonido también de alta gama. En nuestro caso hemos usado una Samsung Q60T, de la que hablaremos en un análisis aparte.
Ciñiéndonos en el sonido puro que proviene de este televisor, nos encontramos con una buena configuración. Contamos con Dolby Digital Plus y Dolby 5.1 y tenemos altavoces de 60 vatios en canales 4.2.2, así como tecnología OTS o Object Tracking Sound. Tenemos varios altavoces situados en los márgenes del panel, y aunque el sonido sigue siendo propio de un televisor, nos ha gustado sobremanera.
La tecnología OTS consigue que creamos que el audio está emitido desde una fuente específica de sonido, dando un mayor nivel de inmersión. El sonido es un punto fuerte en este televisor; las frecuencias medias y altas están bien conseguidas y el sonido no se satura en exceso ante frecuencias graves.
Conclusión: el mejor 4K del año
Samsung ha sabido conseguir que este modelo QLED no solo sobresalga sobre modelos OLED, los cuales están cogiendo mucha fuerza, sino entre los modelos LCD más establecidos. Este televisor tiene todas las papeletas para convertirse en el mejor televisor 4K del año 2020.
Tenemos una gran profundida de negros, un nivel de brillo que se sale de la media y una grandísima calidad de imagen que los más jugones sabrán aprovechar con sus tecnologías dedicadas. Su colorimetría es excelente y su reescalado de Inteligencia Artificial conseguirá darle una espectacularidad sin precedente a cualquier contenido que visualices, siendo 4K o no.
Solo unos pequeños puntos negros la alejan dela perfección; no tiene compatibilidad con Dolby Atmos ni DTS en referencia al HDR. Además, la etiqueta energética es de Clase B, algo que podría haberse mejorado. No obstante, su alta calidad de imagen, su buen sonido y su capacidad de exprimir contenido en formato de videojuegos hacen que este televisor sea uno de nuestros favoritos.