Muchos españoles quedamos consternados cuando descubrimos que 5 años atrás Bill Gates predijo el coronavirus. O más bien, una pandemia que nos afectaría gravemente. Si bien el magnate ya no ocupa su puesto en Microsoft, suele dar su opinión en temas de salud pública y en asuntos internacionales. Ahora, ha hablado sobre una supuesta vacuna contra el COVID-19 ante el peligro de que Estados Unidos la comercialice y la limite comercialmente.
El fundador de Microsoft ha sido tajante: los medicamentos así como la vacuna del COVID-19 deben de ser accesibles para todos, y no venderse "al mejor postor", tal y como leemos en The Verge.
Bill Gates explica que el hipotético (y probable) caso en el que un país venda estos bienes al mejor postor en lugar de proporcionarlo a los países más necesitaos, tenremos una pandemia "más larga, más injusta y mortal".
Bill Gates y la vacuna del COVID-19
"Si solo dejamos que los medicamentos y las vacunas vayan al mejor postor en lugar de a las personas y los lugares donde más se necesitan, tendremos una pandemia más larga, más injusta y mortal", dijo Gates. Este ha expresado su preocupación ante la posibilidad de que Estados Unidos "privatice" la vacuna del COVID-19.
"Necesitamos líderes que tomen estas decisiones difíciles sobre la distribución basada en la equidad, no solo en factores impulsados por el mercado". Esta oración llega en un momento en el que la OMS ha explicado el día 6 de julio que había 21 vacunas candidatas a ensayos clínicos que se están probando con voluntarios humanos.
De hecho, los expertos en salud pública han advertido sobre el riesgo del "nacionalismo de la vacuna", donde los países compitan entre sí para obtener una vacuna potencial primero y luego venderla a precio de oro. Esto tendría graves consecuencias tano para la salud pública como para la economía global.
250 millones de dólares
Gates ha tenido un cierto papel en este tema, no solo por su profetización de la pandemia, sino por la implicación de su Fundación Bill & Melinda Gates en la que han prometido un fondo total de inversión de 250 millones de dólares para la investigación del COVID-19. El objetivo es "apoyar al desarrollo de diagnósticos, terapias y vacunas [...] y ayudar a mitigar los impactos sociales y económicos del virus.
Esta ha sido su tarea desde que el magnate dejara el cargo de CEO de Microsoft en el año 2000 y dejara su puesto a tiempo completo en 2008 para centrarse en el trabajo de base. No fue hasta 2020 que Microsoft no dejó Microsoft totalmente.