Las páginas porno han estado en el punto de mira de muchos países, como España, Francia o Reino Unido (este último sin éxito alguno). En multitud de casos se han intentado llevar a cabo medidas para, al menos, limitar el acceso a estas páginas a menores de edad. Ahora le toca el turno a Francia, que intentará verificar la edad de sus usuarios, según podemos leer en Ars Technica.
Ha sido el Parlamento francés el que ha aprobado esta semana una ley que exigirá procolos de verificación de edad a todos los sitios web de pornografía. La ley aún tiene que pasar por algunos cauces, como una votación final en el Senado, pero tiene todo el apoyo necesario para ser aprobada.
Este sistema recuerda mucho al que presentó Reino Unido el año pasado y que se estrelló con la realidad. Los problemas fueron muchos; preocupaciones sobre privacidad, problemas en el mismo sistema de verificación y dificultades técnicas.
Francia controlará las páginas porno
La votación ha sido aprobada por unanimidad, y ha sido introducida a votación como una enmienda a una ley sobre violencia doméstica. Dicha verificación no dependerá del Gobierno, sino que será responsabilidad de los sitios web. En caso de que las páginas porno alojadas en Francia no actúen, será el Gobierno francés el que tome medidas llegando a prohibir su acceso en territorio galo.
El objetivo de esta ley no es otro que prohibir el acceso a contenido pornográfico a niños y jóvenes menores de 18 años. Estos sistemas han suscitado polémica cada vez que se han puesto sobre la palestra, ya que suelen implicar la recolección de datos generando así cuestiones sobre la privacidad de los usuarios.
Los legisladores franceses ya están barajando la metodología para evitar que ocurra lo mismo que pasó en Reino Unido. Por ejemplo, uno de los métodos que se están explorando consiste en la verificación mediante tarjeta de crédito. No muy eficaz, por otra parte, ya que no todos los usuarios de 18 años o más disponen de una tarjeta de crédito.
Dilemas con la privacidad
El problema que ven algunos legisladores es que estos sistemas que plantea Francia son similares a los que se intentaron llevar a cabo en Reino Unido. Serán aplicados por empresas privadadas que gestionarán con estos métodos SMS, datos de documentos de identidad, tarjetas de crédito e incluso reconocimiento facial. Por ende, podrían sucederse los mismos problemas que hubo con los sistemas de Reino Unido.
No obstante, por otro lado se explica que la falta de estándares de privacidad en estos métodos es todavía más preocupante. Jim Killock, CEO de Open Rights Group, explicó el año pasado (en referencia a los problemas de Reino Unido con estos sistemas) que la falta de estos estándares era "peligrosa", y que podrían realizarse filtraciones de datos "desastrosas".