Perseverance, el nuevo rover de la NASA, ha despegado este jueves desde Cabo Cañavera (Florida, EEUU) en dirección a Marte con la misión de encontrar vida microscópica, ya sea presente o pasada, sobre la superficie marciana.
El vehículo espacial de la NASA fue lanzado al espacio en un cohete Atlas V a las 13:51 hora española desde la plataforma de lanzamiento 41 del Centro Espacial Kennedy de la NASA donde las condiciones de lanzamiento fueron las idóneas para que la sonda vaya directa a la órbita marciana.
Tras la conocida cuenta atrás de los lanzamientos espaciales, el Atlas V despegó sin problemas y en torno a una hora más tarde completó todos los pasos de forma correcta hasta superar con éxito el segundo encendido de la etapa Centaur. Ahora Perseverance ya se encuentra rumbo a Marte donde llegará el 18 de febrero de 2021 tras recorrer más de 500 millones de kilómetros.
Objetivo: vida en Marte
El vehículo espacial rover es uno de los mayores desafíos de la agencia espacial. "Es la primera vez en la historia que iremos a Marte con la misión explícita de encontrar vida en otro mundo", explicaba ayer Jim Bridenstine, administrador de la NASA, siendo consciente de la dificultad de lograr el objetivo. "¿Vamos a poder encontrarla? No sabemos si la vida existió allí, pero sí sabemos que Marte en algún momento de su historia fue habitable".
Además de buscar vida microbiana, otra de las pruebas dentro de la hoja de ruta del Perseverance será probar a producir oxígeno a partir de la atmósfera marciana, lo que sería un auténtico hito para la ambición humana de desarrollar ciudades en Marte en un futuro a largo plazo.
Sin embargo, el gran hito de la misión será la recolección de las muestras que retornarán a la Tierra en 2026 para ser estudiadas en profundidad. Para esto se necesitará un nuevo lanzamiento desde la superficie marciana, un reto que será "uno de los procesos más complicados y emocionantes de la misión" ya que tendrán que hacer frente "a las duras condiciones de Marte" como la aridez del terreno o las tormentas de polvo, explica Bridenstine.
Un rover... y un helicóptero
La misión durará al menos 687 días, lo que equivale a un año marciano, tiempo que el rover usará para recorrer la superficie del planeta desde el cráter Jezero, donde aterrizará. Para ello, el vehículo ha evolucionado con respecto a modelos anteriores: mide 3 metros de largo, 2,7 de ancho y pesa algo más de una tonelada (1.043 kg).
El rover sin embargo no llegará solo a Marte y es que por primera vez irá acompañado de un helicóptero acoplado a él, Ingenuity, que servirá a la NASA para tener en un futuro una mayor versatilidad sobre el terreno.
De momento realizará diferentes pruebas de vuelo en la gravedad del Planeta Rojo, que es dos tercios menor a la terrestre. Esto supone un desafío ya que el principio de vuelo de un helicóptero requiere de una densidad de aire suficiente para que el rotor haga su trabajo y la aeronave comience a volar.
Para lograrlo, cuenta con 2 rotores bajo un panel solar que será la fuente de alimentación principal. Ambos tendrán una velocidad de rotación de unas 2.400 revoluciones por minuto y ha supuesto un verdadero reto para los ingenieros del JPL de la NASA.