La carga rápida de los coches eléctricos se hace día a día más palpable. Sin ir más lejos, el nuevo Mokka (que se presentó en España hace poco) era capaz de cargar su batería de un 0 a un 80% en tan solo 30 minutos. Tu coche eléctrico podría tener una carga rápida todavía más veloz sin carga rápida. ¿Cómo? Con el intercambio de baterías.
Obviamente puede sonar mucho más complicado intercambiar las baterías de nuestro coche que simplemente ponerlo a cargar y esperar. No obstante, aunque als cargas rápidas de los coches eléctricos han mejorado, aún seguimos atados a largos tiempos de espera. La propuesta de NIO es simple: estaciones de intercambio de baterías.
Según veremos en el siguiente vídeo, la idea se reproduce de una forma muy simple: llevas tu coche a una estación especial y en 3 minutos la misma se encarga de intercambiar tus baterías agotadas para ser reemplazadas por unas completamente cargadas.
Baterías nuevas en 3 minutos
A partir del minuto 6 del vídeo podemos ver el proceso de cambio de batería. El presentador de Fully Charged lleva su NIO ES8 a una estación de carga en China y en pocos momentos dicha estación intercambia por completo las baterías. Pero, ¿por qué este método es más útil que la carga rápida tradicional?
El proceso consiste en que las baterías agotadas se desprendan del vehículo y se depositen en una bandeja. Otra bandeja superpuesta sustituye a la anterior esta vez equipada con baterías completamente cargadas. Robots anclados a las bandejas desenroscan los tornillos, retiran las baterías y lo vuelven a montar todo con herramientas guiadas con láseres.
Las baterías que se retiran de los vehículos se recargan y se usan para otros fines, ya sea para incorporarlas en otros coches si estas no están dañadas o desgastadas o bien para reciclarlas. Por lo tanto, se evitan 2 cosas: los desechos tecnológicos y además la degradación de las baterías.
Larga vida a las baterías
Es cierto que cualquier persona que ve esto pensará que es una tontería, ya que es infinitamente más sencillo usar un cable de carga convencional. Pero este proceso tiene varias ventajas, siendo la más importante la vida útil de la batería. Y es que con el tiempo, las baterías acaban degradándose.
Las baterías que no tienen ciclos de carga idóneos o que se usan durante mucho tiempo dejan de tener la vida útil que tenían cuando se construyeron. El intercambio por unas baterías completamente nuevas alarga la vida útil de la autonomía de nuestro vehículo, consiguiendo que nos dure más.
Además, el tiempo de 'carga' es bastante más rápido, ya que mientras que en coches convencionales tenemos que esperar entre media hora y una hora para tener nuestro coche cargado, este proceso lleva 3 minutos. Lejos del hecho de que tengamos que poner nuestro vehículo en una estación.
Esta idea, si bien ha tenido éxito en China y en otros países, en Europa y Estados Unidos no ha tenido nada de aceptación. Y no hay señales de que dicha tecnología llegue a nuestro continente, y mucho menos a Estados Unidos.