En la aviación se dice que falta innovación, algo que no parece ser así. En España estamos acostumbrados a ver ideas como vehículos aéreos sin pilotos, ultraeficientes o basados en la naturaleza. Pero el nuevo avión de Airbus, el AlbatrossONE, quiere innovar con un nuevo concepto: un avión con alas plegables y punta independiente.
Este AlbatrossONE tiene su principal novedad en las alas. Estas tienen unas puntas que se pueden desbloquear para que aleteen de forma libre. Sus alas son más grandes que en el modelo anterior y en sus últimas pruebas los desarrolladores han probado a realizar vuelos con diferentes ángulos de inclinación.
La idea detrás de este concepto inspirado en los albatros es mejorar el rendimiento durante el vuelo. Las bisagras elásticas de las puntas permiten al AlbatrossONE reaccionar y flexionarse frente al viento, evitando transferir las cargas de flexión al ala principal reduciendo así la cantidad de material necesario en esta.
El avión imita al albatros
Pero ¿por qué está inspirado en un albatros? Esta ave marina tiene la capacidad de recorrer enormes distancias sin necesidad de mover sus alas; aprovecha las corrientes marinas para lograr un vuelo eficiente. Tal y como vemos en el vídeo, el AlbatrossONE intenta replicar dicho concepto.
Antes del despegue, las puntas plegables aleteaban para conseguir un mejor control de balanceo y que la nave pudiera navegar con una carga alta durante el vuelo. En el vuelo, estas fueron bloqueadas para lograr esa eficiencia durante la etapa de crucero, minimizando la resistencia aerodinámica. No obstante, luego se desbloqueaban para que quedaran libres durante las maniobras o en caso de turbulencias.
Gracias a esta idea, se pueden construir alas menos pesadas (aún si incluimos las bisagras y el mecanismo) y más largas. Eso sin mencionar que gracias a que las puntas de sus alas se pueden subir, el avión se puede usar en cualquier aeropuerto.
Aún le queda recorrido
Si bien esta parece una gran idea, no deja de ser eso, una idea. El AlbatrossONE es un prototipo a pequeña escala, y ni siquiera está controlado por un piloto, sino de forma remota. Es cierto que gracias a su capacidad de reaccionar y flexionarse frente al viento, este concepto permite ganar en envergadura reduciendo además el peso y la resistencia, traduciéndose en un menor consumo de combustible.
Aún queda por ver esta idea llevarse a cabo en aviones reales, ya que además de tener que probarse en condiciones especiales para aviones comerciales, se tiene que explorar la inclusión de personas a bordo. Algo que puede que no convenza a muchas personas.