La caída de Google de hoy no solo afectó a toda España; fue todo un evento mundial que afectó a decenas de millones de personas. Fue el momento en el que nos dimos cuenta de hasta qué punto dependemos de Google.
Este tipo de caídas son llamativas porque son realmente raras; no hablamos de que uno de los servicios de Google se caiga, como Gmail, o que los usuarios de una región no puedan conectarse de manera temporal. Que YouTube no funcione durante un rato es relativamente normal; que literalmente todos los servicios fallen, es algo más raro.
Hoy en día, ese tipo de cosas no pasa por una sencilla razón: los servicios que usamos son cada día más descentralizados: no existe un único servidor del que depende todo, como pasaba antes, sino que hay una 'nube' de servidores que puede cumplir las mismas funciones.
Por ejemplo, cuando los Amazon Web Services se cayeron hace unas semanas coincidiendo con la muerte de Maradona, sólo una porción de usuarios se vio afectados; para la mayoría, era como si no hubiera pasado nada, porque estaban conectados a otra parte de la nube.
Por qué se ha caído Google
Con Google, normalmente, pasa lo mismo: que se caiga Gmail no afecta en absoluto al buscador de Google o a YouTube, por ejemplo. Por lo tanto, sólo hay dos explicaciones lógicas: que todos los servicios se hayan caído al mismo tiempo, o que haya un elemento común a todos que fallase.
Y ahí es donde está la ironía del asunto: técnicamente, ninguno de esos servicios de Google se cayeron. Es algo que ya advertíamos esta mañana en el artículo de la caída de YouTube: podíamos entrar en la página perfectamente, sólo con abrir una ventana de incógnito en nuestro navegador.
Ahora, un portavoz de Google ha confirmado a Omicrono que el verdadero problema estuvo en una interrupción del sistema de autenticación; en concreto, durante aproximadamente 45 minutos este sistema estuvo inaccesible por todos los usuarios, lo que les impidió iniciar sesión y usar su cuenta como es habitual.
La parte que falló
Lo único que tienen todos los servicios de Google en común es que usan el mismo sistema para autenticar al usuario, lo cual tiene sentido. Es gracias a esto que, por ejemplo, cuando inicias sesión en Google no tienes que volver a iniciarla en YouTube; es la misma cuenta, y la usas en todos los servicios. Si usas Chrome, también puedes iniciar sesión en el navegador, y automáticamente entrarás en tu cuenta cuando uses cualquier servicio de Google.
Seguro que el lector ya sabe cómo termina la historia: si este sistema de autenticación falla, ninguno de los servicios podrá funcionar correctamente porque no pueden iniciar la sesión del usuario, y eso es justo lo que ocurrió.
Esa es también la razón por la que podíamos usar Google, YouTube y otras páginas sin iniciar sesión, con una cuenta de incógnito; porque en ese caso, no se llama al sistema de autenticación para comprobar que hemos iniciado sesión con nuestra cuenta.
Google ha explicado que fue un problema de cuota de almacenamiento interno, y ha prometido que llevará a cabo un "seguimiento exhaustivo" para asegurarse de que no vuelve a repetirse. Por lo tanto, también podemos descartar la teoría de que Google haya sufrido un ciberataque, tal y como se rumoreó en redes sociales durante los minutos que duró la incidencia.