El 2020 ha sido un año como ningún otro que recordamos, no sólo en España, sino en todo el mundo. Ha sido el año en el que la humanidad se ha enfrentado a una pandemia de una escala que no se veía en generaciones, con la diferencia de que ahora tenemos nuevas tecnologías a la mano.
Eso ha supuesto una gran ayuda, pero también un gran obstáculo en muchas ocasiones. En el momento en el que el acceso a la información es más fácil que nunca, las mentiras y los bulos han dominado las conversaciones.
El papel de las redes sociales y las apps de mensajería instantánea ha sido vital en este cambio. Con ellas, podemos enterarnos de lo que ocurre en la otra parte del mundo al instante; pero también podemos recibir muchas noticias inventadas, ya sea con fines políticos, maliciosos, o como resultado de una simple broma.
Las teorías conspiratorias del 2020
Uno de los bulos que más ha circulado en este 2020 tiene como protagonista a una de las figuras más importantes del sector tecnológico: Bill Gates. El cofundador de Microsoft y máximo responsable del éxito de Windows lleva años gastando su gran fortuna en varios proyectos filantrópicos y científicos.
Es precisamente este trabajo lo que ha convertido a Gates en el objetivo principal de los negacionistas de la COVID. Incontables vídeos de YouTube, mensajes de WhatsApp y publicaciones de Facebook acusan a multimillonario de crear el coronavirus en los laboratorios que posee.
Como todas las teorías conspiratorias, esta usa noticias reales y las tergiversa para que encajen con el mensaje. En el caso de Gates, unas palabras de 2015 en las que predijo una pandemia mundial han sido usadas en su contra; aunque en su día sólo hablase de la necesidad de prepararse para un evento similar.
Bill Gates y el coronavirus
El nombre de Bill Gates aparece en todo tipo de teorías conspiratorias, simplemente por ser el más reconocido por el internauta medio; aunque lleve años separado de Microsoft y del sector. Por ejemplo, Gates también ha sido asociado con el 5G, una de las tecnologías que tendrían que haber explotado en el 2020 pero cuya adopción se ha visto retrasada.
El 5G permite usar un ancho de banda de datos muy superior, algo que ya está siendo usado para todo tipo de productos, incluyendo vehículos autónomos con 5G; los nuevos smartphones como el iPhone 12 ya tienen 5G y pueden aprovechar estas mejoras, no sin sus sacrificios.
Pero para los aficionados a las conspiraciones, el 5G es mucho más: es una manera de controlar a la población usando microchips. Alguno incluso se dio cuenta de que las mascarillas quirúrgicas tienen un trozo de metal para adaptarlas a la nariz, y decidió que eso eran antenas 5G.
El rechazo al 5G ha llegado a extremos preocupantes, y en el Reino Unido ya se han dado casos de actos vandálicos contra antenas 5G, y los empleados de las operadoras están sufriendo agresiones.
Bulos por WhatsApp
La mayoría de estos bulos no se transmiten tanto por medios tradicionales (aunque poco a poco, están encontrando su sitio), sino por los que sustituyendo: las redes sociales y los grupos de mensajería. Todo el mundo ha recibido, al menos una vez, un mensaje que promete revelar la verdad de la última polémica o noticia. Y lo más probable, es que lo haya recibido a través de WhatsApp.
La app de mensajería, la más popular de España, es el vehículo perfecto para este tipo de campañas. La posibilidad de añadir a todos nuestros contactos a gigantescos grupos fomenta la creación de mensajes virales que se comparten más por costumbre que por estar de acuerdo con su contenido.
Por eso es irónico que la propia WhatsApp fuese víctima de un bulo que la acusaba de espiar las conversaciones y bloquear el envío de mensajes críticos con el gobierno de PSOE-Podemos. Como resultado, partidos como Vox han decidido concentrar sus operaciones en alternativas como Telegram.
El bulo fue desmontado rápidamente, pero para entonces ya poco importaba. La base de la mentira estaba en una nueva limitación para compartir mensajes, que ya sólo se podían reenviar a un chat cada vez; una medida pensada para evitar las 'cadenas' creadas usando 'bots' que reenvían mensajes de manera automática. Los creadores de bulos se aprovechan de estos 'bots' para distribuir sus mensajes.
La fobia a las nuevas tecnologías no es algo nuevo precisamente, pero el 2020 ha sido el año en el que realmente ha ocupado la primera plana, ayudada por una situación excepcional llena de incógnitas, dudas y malas decisiones.