Notificación en pantalla: "Chollo, portátil a 400 euros, antes 850 euros". Se hace imposible no pulsar sobre un mensaje de este tipo. ¿Quién no quiere un portátil a menos de la mitad del precio? Es uno de los timos del comercio online más frecuentes en España, que se cuelan entre los vendedores externos de plataformas como Amazon para engañar al personal con descuentos, quizás, demasiado buenos.
Las ofertas de este tipo tampoco son realmente extrañas desde el punto de vista del comprador. Estamos acostumbrados a las continuas rebajas y un 50% entra dentro de los esquemas de los usuarios en busca de un buen precio por un producto. Así que piqué en la oferta y decidí comprarlo. Leyéndome, eso sí, las condiciones de compra donde regulaba la posibilidad de devolución.
Todo cuadraba y la curiosidad casi mató al gato. O más bien los 400 euros que estuvieron 'en el aire' durante algunos minutos, hasta que decidí que había ido demasiado lejos y contactar con Amazon para poner fin a esta farsa fue la mejor decisión.
Errores de precio
Más que de ofertas o de chollos, donde se suelen encontrar este tipo de rebajas 'extremas' es en canales de Telegram de "Errores de precio". Lugares donde se comparten productos con descuentos un tanto sospechosos. En ocasiones son precios legítimos y la compra sigue los cauces habituales y en otras simplemente se cancelan por ser un error en el etiquetado virtual.
Así que desempolvé la tarjeta de crédito y pagué los 400 euros de rigor del portátil con especificaciones que bien podrían ser las de uno gamer. Ese primer impulso, casi inconsciente de comprar la oferta en caliente, se esfumó a los pocos minutos al darme cuenta de que algo no iba bien.
El vendedor se acababa de registrar como tal dentro de Amazon y las únicas opiniones sobre él eran todas positivas, aportadas en el último día y por la misma persona. De ahí, directo a mirar la zona de "Preguntas y Respuestas". Donde usuarios resuelven dudas de otros usuarios antes o después de realizar la compra.
Ya había varios compradores que habían reportado el timo en diciembre y yo había caído en la trampa el 16 de enero. La curiosidad y las pocas esperanzas de recibir el portátil se transformaron en sudores fríos. Había enviado 400 euros y, probablemente, nunca más los volvería a ver. Pero, un momento, ¿qué hay de la garantía tenía yo en ese momento?
Con más vergüenza que enfado contacté con el servicio de atención al cliente de Amazon y me indicaron que el dinero se encontraba retenido. Que es un paso intermedio entre el pago efectuado por el cliente y la llegada a la empresa que me vendía el portátil. Y, por fin, que el dinero es reembolsable sin más pegas.
Amazon es consciente del problema contra el que luchan a diario. Para que el cliente confíe en la plataforma y este tipo de acciones sean anécdotas subsanadas cuanto antes, cuentan con la Garantía de la A a la Z: un protocolo que permite poner una reclamación y ejecutar un reembolso instantáneo pese tratarse de una compra a un tercero.
Objetivo: sacarte de Amazon
Poco tiempo después de hablar con Amazon llega un correo electrónico del vendedor encabezado por una disculpa. "Cometimos un error, cancelamos tu pedido". Y, por las molestias, se ofrecen a realizar "la entrega gratuita a su domicilio". Sin embargo, aquí empieza la gran peripecia de los estafadores: buscan sacarte de Amazon para hacer la operación.
Todavía no sé si ese correo electrónico es porque llamé a Amazon para cancelar el pedido o por seguir el mismo método que el usuario describía en la sección de Preguntas y Respuestas. Para "renovar el pedido" tan solo debía responder al correo. Y así lo hice.
Tener el dinero en mi cuenta corriente es siempre garantía y, por supuesto, que no iba a soltar un euro más. Tan solo pretendía confirmar lo que, a todas luces, era uno de los timos estrella dentro de Amazon.
Al día siguiente recibo un nuevo email desde un correo con dominio de Amazon. Ya me anunciaban incluso la ventana de entrega, un número de pedido, los mismos 400 euros y las nuevas instrucciones de pago. Ha sido en esto último donde saltaron todas las alarmas.
Una de las cosas en las que Amazon hace más hincapié a la hora de advertir al usuario es que los pagos no se hagan fuera de la plataforma. Como apunté antes, el dinero que la compañía nos cobra se queda bloqueado hasta que el vendedor envía el producto y es entonces cuando se traspasa. Así me lo explicó un agente de atención al cliente de Amazon.
El nuevo método de pago comprendía el ingreso de la cantidad acordada en un número de cuenta de un banco español. Al que había que adjuntar un código proporcionado por el vendedor como descripción del pago.
Probablemente, alguien que no sepa de esta 'triquiñuela', y viendo que el emisor del correo radica en la propia Amazon, vuelva a intentar a adquirir el ordenador por 400 euros. Ya no parece un error de precio pues es el propio vendedor el que confirma todos los pasos a seguir.
El problema es que si alguien se decide a pagar mediante este ingreso, todos los pasos de verificación de Amazon no tienen validez. Esto ya es otro canal de venta, mediante una transferencia bancaria al uso. Si se llega a este punto, tan solo queda advertir a Amazon y poner rumbo a la comisaría o cuartel más cercano. Y con muchas papeletas de no volver a ver el dinero.
La lucha de Amazon
Lo cierto es que Amazon es consciente de cómo algunos ciberdelincuentes tratan de aprovechar la popularidad de su platarforma para buscar estarfar al usuario. Y combaten contra ello con una serie de medidas de identificación y denuncia, así como invierten en sistemas de seguros de detección para evitar malas experiencias.
"Amazon tiene una política de tolerancia cero hacia el fraude. En el caso de que los vendedores no cumplan con los términos y condiciones acordados, tomamos medidas rápidamente en nombre de los clientes. Siempre ha habido malos actores en mundo, pero a medida que los estafadores se vuelven más inteligentes, también lo hacemos nosotros", explican fuentes de la compañía a OMICRONO.
El objetivo no es otro que cualquier usuario pueda comprar y vender "con total confianza en Amazon.es" y no sacrificar una marca reputada por malas experiencias. Eso sí, "en el caso de que detecten algo sospechoso en su cuenta, los vendedores deben contactar con Amazon de manera inmediata, a través de Seller Central, para que podamos investigar el caso".
En cualquier caso, desde el gigante del comercio electrónico explican que "todos los productos vendidos en la web, incluidos aquellos vendidos por terceros, cuentan con la garantía de Amazon", lo que incluyen los vendedores externos. Además, "si un cliente no recibe una respuesta del vendedor en el plazo de 48 horas, cuenta con la Garantía de la A a la Z de Amazon para todos los productos" (con la que se abre una reclamación y se solicitar un reembolso)", detallan fuentes de la empresa.
También te puede interesar...
- Cómo detectar estafas y malos vendedores en Amazon
- Amazon sabrá cuándo duermes: Alexa aparará las luces sin pedirlo
- Amazon convierte tu Alexa en una alarma: avisará si te entran en casa
- Amazon Prime Now subre precios por sorpresa: las entregas ahora son más caras