La tecnología también puede aplicarse a la cotidiana tarea de lavarse los dientes. La compañía Y-Brush ha creado la siguiente generación de cepillos de dientes, en el que no solo cambian el formato de cepillo que todos conocemos, sino que también acortan los tiempos de uso: bastan 10 segundos para cepillar los dientes de manera eficiente.
Desde bien pequeños nos enseñan la importancia de lavarnos los dientes varias veces al día. Es una acción que repetimos día tras día, varias veces, durante el resto de nuestra vida. Pese a todo, no siempre se realiza correctamente y en la duración aconsejada por dentistas y profesionales.
En colaboración con dentistas, Y-Brush ha estado desarrollando su cepillo de dientes durante 5 años, para dar solución a algunos de los problemas de salud bucal que puede sufrir la población por no llevar a cabo un correcto cepillado de los dientes. Y-Brush reduce el tiempo necesario, automatiza la limpieza de dientes, encías y la línea que los separa.
Cómo funciona Y-Brush
El primer cambio y el más notable es el rediseño completo. Y-Brush no tiene el formato de cepillo tradicional, porque una de las claves de su rapidez es que limpia todos los dientes a la vez y sin perder eficiencia.
Desde el mango se transmiten las vibraciones al cepillo completo que integra 35.000 filamentos de nylon de alta calidad, colocados de forma inclinada a 45º para maximizar la limpieza y la eliminación de placa según el método de Bass que recomiendan los dentistas. El uso de Nylon en los filamentos o cerdas es una de las claves de su efectividad, siendo el único cepillo automático del mercado que usa este material.
El cepillo en forma de Y es flexible y se adapta a todo tipo de mandíbulas a partir de los 4 años de edad (hay modelos para adultos, y niños). Mientras que en el cepillado tradicional vamos limpiando diente por diente, Y-Brush cepilla todos los dientes superiores al mismo tiempo en 5 segundos, y luego los inferiores por otros 5 segundos.
Por supuesto, todos no tenemos la misma sensibilidad y necesidades, por eso el Y-Brush también puede ajustar su nivel de intensidad. Desde el botón del mango se puede ajustar la vibración sónica de los filamentos entre tres niveles, desde el más suave que alarga la limpieza a 15 segundos, al más intenso de 5 segundos. Este tipo de limpieza automática requiere de unas semanas de adaptación, claro.
Por su parte, los cepillos llevan batería integrada, pero con cada carga da para 3 meses de autonomía, por lo que podemos olvidarnos de ella durante muchos lavados hasta tener que volver a conectar el cable de carga. Además, los cabezales tienen una durabilidad de 6 meses, cuando llega el momento de reemplazarlos (en lugar de los 2/3 meses de los de un cepillo estándar).
El pack de inicio Y-Brush tiene un precio de 124,99€ y los cabezales o “pincel” que integra los filamentos, se pueden cambiar cuando llega el final de su vida útil por 29,99. En su salida al mercado en 2020, el producto llamó mucho la atención e incluso llegaron a tener lista de espera para comprarlo, pero desde febrero de 2021 tienen envío en 24 horas a Europa y el resto del mundo, ya que toda la fabricación y logística se realiza desde su propia sede en Francia. Puedes encontrar todos los detalles en su web oficial.