Así es M777, el potente obús estadounidense que usa Ucrania para triturar las defensas rusas
El ejército ucraniano dispone de cien unidades de este obús con gran poder destructivo y un alcance que puede llegar a los 40 kilómetros.
25 mayo, 2022 02:24Noticias relacionadas
Mientras Ucrania prepara una contraofensiva para expulsar a Rusia de la ciudad de Jersón y el ejército de Putin mantiene la intensidad de los ataques en el Donbás, lo que puede desequilibrar el conflicto de una vez por todas es el envío de armamento occidental, también desde España, para pararle los pies a la invasión rusa. Uno de los últimos y más efectivos refuerzos para el ejército ucraniano es el obús M777, un devastador cañón de artillería que ha sido cedido por Estados Unidos, Canadá y Australia.
El uso en combates de estos potentes obuses de fabricación estadounidense se confirmó el pasado 8 de mayo. Aunque todavía la cifra no llega a las 100 unidades prometidas a Volodímir Zelensky y sus mandos militares, el M777 está siendo ya una pieza fundamental para lograr ventaja operativa en zonas clave del sur y el este del país.
La guerra entre Rusia y Ucrania actualmente se libra en su mayor parte a larga distancia, en estepas abiertas y sin grandes relieves, un escenario en el que la artillería puede marcar la diferencia. "Este arma nos acerca a la victoria", aseguró en una entrevista con The New York Times el coronel Roman Kachur, comandante de la 55ª Brigada de Artillería y al frente de la primera unidad en desplegar el M777. "Con cada arma moderna, con cada arma precisa, nos acercamos a la victoria", subrayó Kachur, explicitando la necesidad de Ucrania de seguir recibiendo armamento actualizado para tener alguna posibilidad contra el ejército ruso.
Ligereza y potencia de fuego
El M777, también conocido como triple 7, entró por primera vez en combate en 2005, durante la guerra de Afganistán. Se trata de un robusto obús de campaña fabricado en acero, aluminio y titanio que dispara cartuchos de 155 mm de la OTAN.
Con una longitud de 10 metros y un peso de 3,400 kg, el M777 es un 41% más ligero que su predecesor, el M198, un “clásico” al servicio del Ejército y los Marines de EEUU. Su fabricante, BAE Systems, logró esa reducción en gran parte gracias a la mayor cantidad de aleación de titanio y aluminio que utilizó en sus componentes principales.
Es una ventaja decisiva que le permite ser transportado por aviones C-130 o helicópteros, además de poder ser remolcado por tractores o camiones sin excesiva potencia. Tantas opciones de transporte, combinadas con su mayor facilidad para ocultarse en posiciones fijas, le otorgan ventaja especialmente en entornos de combate en los que un ejército carece de superioridad aérea sobre su rival, como es el caso de Ucrania.
Normalmente, el M777 es operado por ocho artilleros, aunque puede ser manejado por tan sólo cinco. Su cadencia de fuego varía entre dos y siete cartuchos de 155 mm por minuto, una velocidad suficiente para arrasar superficies de hasta 30.000 metros cuadrados en menos de 30 minutos.
Aunque este obús utilizaba originalmente un sencillo sistema óptico de puntería, M777A2, su última versión, incorpora un sistema digital de control que asegura una precisión extraordinaria a distancias tan amplias como 30 km con proyectiles normales. Esa distancia se eleva a los 40 km con munición especial guiada por GPS, los proyectiles M982 Excalibur.
Ataque y defensa
El 14 de abril, dentro de un gran paquete de ayuda militar a Ucrania, Estados Unidos anunció que donaría 18 de sus M777A2 y 40.000 proyectiles al ejército del país presidido por Volodímir Zelensky. Finalmente, Joe Biden ha elevado ese total a 90 obuses y 200.000 cartuchos, ya entregados en su totalidad. Por su parte, Australia envió seis y Canadá entregará otros cuatro, con lo que el arsenal ucraniano contará en breve con 100 unidades activas de este imponente obús.
Para operarlos, los militares ucranianos están siendo entrenados por mandos estadounidenses en cursos de seis días en bases de Alemania. El objetivo es lograr tres propósitos básicos: destruir las posiciones estratégicas rusas, atacar la infraestructura militar (como depósitos de municiones, convoyes de abastecimiento y puestos de mando) y acabar con la artillería rusa que dispara contra las principales ciudades ucranianas.
De momento, según recoge el reportaje de The New York Times, los doce cañones que ya están operativos en el frente oriental han destruido varios vehículos blindados y causado numerosas bajas entre los combatientes rusos, tras disparar cerca de 2.000 proyectiles en dos semanas. "En nombre de los hombres que ahora utilizan el M777, diría que es como pasar del tren a vapor a un coche eléctrico", ha declarado el capitán Dmytro Pletenchuk, de la administración militar de Mykolaiv, en el sur de Ucrania.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso afirmó a través de la agencia estatal de noticias Tass que sus drones de ataque, apoyados por la artillería pesada, destruyeron una posición de tiro ucraniana de obuses M777 cerca del asentamiento de Podgornoye, en Crimea, aunque no han aportado más detalles.
Más artillería
Los obuses ya desempeñaron un papel clave en la contienda iniciada en 2014 en el Donbás, y ahora se revelan como uno de los elementos fundamentales para dirimir hacia qué lado se inclina la balanza bélica. Ucrania cuenta, además de los M777, con 2S22 Bohdana, la joya de su artillería, un obús autopropulsado que puede lanzar proyectiles asistidos por cohete, lo que le otorga un alcance de hasta 60 kilómetros.
Desde hace un mes, el ejército ucraniano también cuenta con varias unidades del César francés, otro obús autopropulsado que alcanza los 100 km/h y puede emplear diferentes tipos de municiones, con alcances que van desde los 42 hasta los 50 kilómetros.
Del lado ruso, su principal pieza de artillería es el obús Msta-S, que empezó a fabricarse a mediados de los años 80 y ya se utilizó en la guerra de Chechenia. Se trata de un cañón autopropulsado de 152 mm que puede disparar casi todos los tipos de munición del arsenal ruso, incluidos explosivos de alta potencia, humo, químicos, nucleares tácticos e incluso municiones guiadas por láser.