El 30 de julio de 2020 las salas de cine en España, tras los duros meses de pandemia, llenaban sus butacas de nuevo. Algunos de ellos incluso colgaban el cartel de “no hay entradas”. El motivo de este fenómeno viral era la nueva película de Santiago Segura, Padre no hay más que uno 2. De los casi 2,5 millones de espectadores que tuvo, estamos seguros de que el rover Perseverance de la NASA no fue uno de ellos, pues justo el día del estreno se marchaba en dirección a Marte. Y casualidades de la vida, justo el día en el que se cumplen dos años del amartizaje, la tercera parte de la saga Padre no hay más que uno vuelve a llenar las salas en estos días.
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Dejando a un lado esta insulsa comparación, hagamos un recorrido temporal desde que este robot abandonara el nido terrestre. Mientras que excéntricos millonarios se empeñan en convertir el espacio en un lugar turístico más por explotar, la NASA pone en marcha la misión Mars 2020, con la que pretendían encontrar vida extraterrestre en el Planeta rojo. Se sumaba así a las apuestas de China y los Emiratos Árabes Unidos, que cuentan con los programas marcianos Tianwen-1 y Hope Mars, respectivamente.
Tras un concurso abierto que desde 2013 buscaba los mejores instrumentos científicos para la misión, la NASA lanzaba a las 7:50 horas de Cabo Cañaveral (Florida, Estados Unidos) el nuevo rover de Marte. En España, aunque fuera la hora del aperitivo y estuvieran a 7.000 kilómetros de distancia, había un grupo de personas que miraba con especial atención a la parte alta del Perseverance, en la que habían trabajado para instalar una estación meteorológica alimentada por sensores que servirán para la caracterización del entorno atmosférico.
4.800 horas de vuelo
El Atlas V, el cohete en el que fue lanzado el vehículo espacial, despegó sin problemas tras la conocida cuenta atrás de los lanzamientos espaciales. Así, se dispuso a recorrer los más de 500 millones de kilómetros que le esperaban. Por suerte, el rover no preguntaría eso de "¿cuánto queda?", pues la respuesta hubiera desalentado a cualquiera: a Marte llegaría el 18 de febrero de 2021; es decir, 200 días más tarde desde su despegue.
Aunque todo este tiempo iba a merecer la pena por un objetivo, que consistía en encontrar vida en otro mundo. Era la primera vez en la historia de la agencia norteamericana que se "pisaba" el Planeta rojo con esta intención. Pero tenían claro que no iba a ser en vano: "Sabemos que Marte en algún momento de su historia fue habitable", reconocía el administrador de la NASA, Jim Bridenstine.
Llegado el tan ansiado día, el rover aterrizaba en el cráter Jezero, que para los expertos es considerado "el lugar idóneo para encontrar vida en Marte". Sin embargo, el Perseverance no viajaba solo, lo hacía acompañado del helicóptero Ingenuity, que tenía una misión distinta a su acompañante. El objetivo de este dron no era otro que demostrar que en Marte se puede volar pese a la complejidad de su atmósfera. Ni una ni dos, sino veintinueve ha sido el número de veces que la NASA ha conseguido este hito, del que se han captado imágenes a color.
Qué ha encontrado
La "democratización" de la fotografía gracias a los móviles ha provocado que de un viaje, por poco que dure, tengamos una galería infinita de imágenes que seguramente no volvamos a ver o no tengan significado alguno. El Perseverance, en su estancia en Marte, no ha podido evitar imitar este comportamiento tan humano, con una amplia muestra de todos los objetos extraños que se ha ido encontrando por su camino.
Estas imágenes han dado pie a que haya quien se ha aventurado a fantasear con una posible vida extraterrestre en el Planeta rojo. La hipótesis se fundamenta en piel de serpiente, una puerta y un espagueti. Tres objetos extraños que ha captado el Perseverance durante la misión. Sin embargo, los expertos, aun a falta de consenso, han disipado las dudas al respecto afirmando que se trataba de basura que ha generado esta misión en Marte. Así es, la última expedición de la NASA está dejando restos que nos recuerdan el impacto que suponen este tipo de "visitas vecinales".
6 de 40 muestras
Haciendo un símil futbolístico, el rover se adelantó en el marcador nada más comenzar la final, pues en sus primeros días ya nos había dado muestras de qué se escucha en Marte. Aunque esta efusividad ha disminuido con el paso del tiempo. Sobre todo cuando el robot encontró una muestra que se encontraba vacía.
Por tanto, el Perseverance solo ha recogido seis de las 40 muestras que esperan tener en la NASA para cuando se produzca su vuelta. Sin duda, esta no será una tarea nada fácil. Y es que si ya nos resulta llegar a un acuerdo para un viaje, un restaurante o cualquier plan que se ponga por delante, mejor no imaginar cómo serán las reuniones de las entre 100 y 200 personas que conducen el Perseverance a diario.
Y con más disputa en este caso, puesto que el pilotaje se comparte cada dos semanas entre dos organismos con ocho horas de diferencia: el Centro Nacional de Estudios Espaciales (la agencia espacial francesa) y el Laboratorio Nacional de Los Álamos (LANL) en Estados Unidos. Esto puede que explique muchas cosas; entre ellas, que el rover hubiera recorrido un total de 4 kilómetros en su primer aniversario marciano.
En conclusión, podemos decir que hasta la fecha el Perseverance sí que ha encontrado objetos extraños que se han hecho virales en redes, pero la NASA no iba en busca de likes. Sus objetivos estaban claros: recolectar muestras de vida extraterrestre y probar a producir oxígeno a partir de la atmósfera marciana. Este último lo ha conseguido, no así el primero.
Desconocemos si la agencia espacial se está guardando este hallazgo como culmen de una expedición que pondrá su punto y final allá por 2026, con el aterrizaje del rover en la Tierra. Lo que quizás sí que suceda es que justo ese día la cuarta entrega de Padre no hay más que uno esté en los mejores cines, y también en los peores.