En las últimas semanas ningún golpe a Rusia ha sido tan espectacular como la explosión del puente de Kerch. Un hecho que no sólo mengua la capacidad logística de Crimea con Rusia sino que asesta un golpe directo a la moral rusa en un momento clave de la contraofensiva ucraniana.
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Aunque algunas partes del puente se han derrumbado, el tráfico automovilístico en los carriles no dañados por la explosión se ha reanudado esta tarde, al igual que el transporte ferroviario, con lo que el corte y la desconexión total no se producirá, indicaron las autoridades locales y de los ferrocarriles.
Al borde de las 6 de la mañana local, una gigantesca y aparatosa explosión en la que es considerada como "la obra del siglo" para Putin volaba por los aires. Fragmentos del puente se hundían en el mar de Azov y plantaba en todos los telediarios del mundo una imagen de fragilidad que golpea el orgullo nacional. La acción ha sido considerada como "vandalismo ucraniano" por parte del Kremlin, al tiempo que ha confirmado que se han producido tres víctimas mortales, aunque de momento Kiev no ha reclamado el mismo.
El puente es un emblema. No es únicamente una infrastructura de récord que se erige como el puente más largo de Europa. No. El puente fue el gran sueño del zar Nicolas II y fue el propio Putin quien siguió todo el proceso hasta, por fin, en 2018 subirse a un camión Kamaz para cruzarlo y sellar un día histórico para el país.
El sueño del zar
Cualquier dato en frío sobre la construcción del puente hace comprender la magintud de la grandeza de esta obra de la ingeniería. Algo más de 19 kilómetros de largo, se erige a 35 metros sobre el agua y tuvo un coste de más de 3.600 millones de dólares. Su inauguración, fue una fiesta, un sueño cumplido.
"Quiero felicitarlos sinceramente por este día notable, festivo y, en el pleno sentido de la palabra, histórico", dijo en 2018 Putin a los trabajadores que habían logrado levantar la estructura y le vitoreaban tras llegar al lado de Crimea del puente en un llamativo camión naranja.
Putin en un camión Kamaz inaugurando el puente
"En diferentes épocas históricas, incluso bajo el mando del zar, la gente soñaba con construir este puente", añadió entonces el mandatario ruso, haciendo referencia a Nicolás II, que en 1910 comenzó a proyectar una infraestructura que pudiese conectar la Rusia continental con Crimea.
Tanto fue así que un puente ferroviario provisional estuvo funcionando en el estrecho de Kerch, el germen del puente actual, hasta el mandanto de Stalin, cuando en 1945 sufrió daños irreparables causados por enormes bloques de hielo arrastrados por fuertes vientos. Entre tanto, la Alemania nazi también intentó levantar sin éxito en 1943 una estructura sobre el Azov para aligerar su ofensiva contra Rusia, pero finalmente desistieron por la dificultad del proyecto.
Putin en el primer tren que cruzó el puente en 2019.
Es por ello de la importancia de Putin en esta infrastructura. Hasta que no llegó él, no se logró concluir el proyecto definitivo del puente que conecta ambos puntos geográficos y que sirve para proyectar la imagen de fuerza y capacidad de Rusia al mundo. Tanto es así que el propio Putin volvió a estar presente, esta vez a bordo de un tren, en la inauguración del tramo ferroviario de 2019. Toda foto es poca para presumir de gesta.
El puente europeo más largo
Este puente se sitúa sobre el estrecho de Kerch, ubicado entre la punta Chushka de la península de Tamán y la península de Kerch, en Crimea. Se inauguró el 16 de mayo de 2018, al menos en su conexión de carretera, y no fue hasta diciembre de 2019 que se inauguró la ferroviaria. Fue construido por una empresa sin experiencia en construcciones de puentes tan relevantes: Stroygazmontazh, lo que provocó que ninguna firma de seguros cubriera el proyecto.
Barco pasando por debajo del puente.
Los motivos para preocuparse son bastantes. El estrecho de Kerch cubre una falla tectónica y en ella se encuentran hasta 70 volcanes de lodo. El puente en sí está sostenido por más de 7.000 pilotes, anclados a 90 metros por debajo de la superficie del agua y que a su vez soportan otros 595 pilares. Algunos se encuentran en un ángulo determinado para que la estructura soporte mejor terremotos que se puedan suceder en la zona.
Los trabajos preliminares de construcción comenzaron en 2015, tras limpiar restos de la Segunda Guerra Mundial encontrados en el estrecho, que retrasó la construcción principal hasta 2016.
Construcción del puente en 2016.
Los cimientos se completaron en agosto de 2017, y los arcos del canal de navegación principal se colocaron en agosto y octubre finalmente. El puente tiene una carretera de 4 carriles, con capacidad para más de 40.000 automóviles al día, así como dos vías de tren, una en cada dirección.
La explosión
El Comité Nacional Antiterrorista de Rusia (NAC) han afirmado que esta explosión ha provocado la destrucción parcial de la infraestructura. Y es que el origen de la explosión tuvo lugar en un camión que estalló y que provocó, a su vez, que el cargamento de tanques de combustible de un tren se incendiara. Dicho transporte se dirigía a la península de Crimea.
Más concretamente, se ha producido un incendio debido a que hasta siete tanques de combustible que se encontraban en el tren. La agencia rusa TASS ha afirmado que la explosión tuvo como consecuencia el colapso "parcial de dos tramos" en la parte automovilística del puente. La autoría por ahora recae sobre el Servicio de Seguridad de Ucrania.
Aunque por el momento se están esclareciendo todos los detalles del suceso, una de las partes más importantes del puente, la que integra el arco sobre la parte navegable, no ha sufrido daños por la explosión. Pocas horas después de la explosión, Rusia ha confirmado al menos tres muertos tras la explosión del puente.
Puente en pleno incendio.
Actualmente, hasta dos secciones principales de la autopista se han derrumbado, una de ellas cayendo al mar. Se están realizando labores para extinguir el fuego, que está envolviendo la zona de los dos tramos del puente. La Unión de Aseguradoras de Rusia ha tasado el daño del puente en entre 200 y 500 millones de rublos, o lo que es lo mismo, entre 3,2 y 8,1 millones de dólares.
Un caso similar
En el mismo año en el que se completó la construcción del puente de Crimea, en la ciudad italiana de Génova se producía una tragedia similar: un viaducto por el que discurría una autopista de Génova, el Puente Morandi, colapsaba provocando un balance inicial de 39 muertos y multitud de heridos. El colapso fue súbito, y afectó a la totalidad del puente, que se vino abajo en una zona poblada y urbana.
Escombros del puente colapsado.
En dicho caso, se barajan ciertas hipótesis, siendo una de las más aceptadas la existencia de corrosión en el acero de la parte interior de los tirantes del puente, a causa de una falta de mantenimiento regular del puente. Esto, sumado a las condiciones climatológicas de la zona, debilitaron los materiales y por ende la estructura.
Con la confirmación de Rusia de que la infraestructura ha sido parcialmente destruida, existe la posibilidad de que el puente pueda llegar a derrumbarse, al menos en las zonas de las secciones más afectadas. No obstante, es difícil concretarlo debido a que se desconoce el alcance exacto de los daños a la estructura del puente a consecuencia de la explosión.