Lidl sigue ganando terreno en el mercado de electrodomésticos. La relación calidad-precio de sus productos hace que se agoten en pocas horas en las tiendas de España. Entre los aparatos con más tirón están los robots de cocina o las freidoras sin aceite, que después de la temporada navideña vuelven a poblar sus estanterías. Este último sirve para asar, cocer, freír u hornear algunos productos eliminando las grasas.
El aire caliente cocina los alimentos en poco tiempo gracias a un sistema parecido al de los hornos eléctricos. Por eso, a veces surge la duda de cuál de las dos opciones es mejor. Las primeras son, básicamente, un horno de convección que permite la circulación del aire caliente en un espacio mucho más pequeño que un horno eléctrico. Ofrece, por tanto, mayor intensidad de calor, un cocinado más rápido y obtener una consistencia más crujiente en las elaboraciones.
Sus principales ventajas son, por ejemplo, la facilidad de limpiarlas o la mayor rapidez a la hora de cocinar. Otro punto a favor es la facilidad para colocarlas en la cocina por ocupar poco espacio o una gran opción para poder conseguir un resultado más crujiente en las comidas o para recalentar comida.
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En lo que respecta a las desventajas, nos encontramos con que habitualmente son pequeñas, por lo que no tienen demasiada capacidad para cocinar grandes cantidades de comida, además de que no utiliza menos electricidad que un horno eléctrico a pesar de ser más pequeño. Al tratarse de electrodomésticos de sobremesa, ocupan un espacio adicional en la cocina, mientras que los hornos convencionales ya disponen de un lugar definido y, además, a pesar de su nombre, las freidoras sin aceite necesitan del uso de un poco de aceite para conseguir resultados más crujientes.
Comparación con el horno eléctrico
Por su parte, el horno eléctrico es un electrodoméstico que se encarga de transformar la energía eléctrica en calor. En sus cámaras hay unas espirales de hilo conductor de energía que actúan como resistencia, y además cuentan con elementos térmicos en su interior que calientan los alimentos a través de la radiación. No obstante, hay otros hornos eléctricos de convección que transmiten calor a través del aire por todo el horno.
El horno eléctrico tiene la ventaja de permitir una cocción rápida de los alimentos y por distribuir el calor de una forma uniforme, además de ser fáciles de limpiar y ser más pequeños que los hornos tradicionales, lo que facilita encontrar su lugar en la cocina. Como principales desventajas nos encontramos con que suelen tardar mucho en calentarse y que retienen su calor durante un largo periodo de tiempo, lo que dificulta el ajuste de la temperatura.
Ofertas para empezar el año
En este sentido, Lidl ha sacado un par de ofertas que pueden jubilar al antiguo aparato de este tipo. Una es la Freidora de aire XL 6,2 L 2000 W de Philips, que presenta estas características: ajuste de temperatura (de 60 a 200 grados), pantalla digital con siete programas de cocción preestablecidos (snacks congelados, papas fritas frescas, carne, pescado, muslos de pollo, pasteles y verduras a la parrilla) y temporizador de 60 minutos con pitido. Además, pesa algo más de cinco kilos y mide menos de 40 centímetros cúbicos. Su precio es de 118,99 euros.
Otro chollo es la de la marca Salter. Por 46,99 euros, este electrodoméstico cuenta con una "innovadora tecnología de aire caliente", según anotan, que "facilita la preparación consciente de la nutrición". Tiene un termostato de regulación continua, se puede ajustar la temperatura hasta 200 grados, un temporizador de 30 minutos y 1300 vatios. El recipiente de la freidora, además, tiene un revestimiento antiadherente para ayudar en la limpieza. Las dimensiones son parecidas: 32,9 centímetros de largo y ancho, y 36,6 de alto.