Hoy en día, es difícil ir por la calle sin una cámara grabando. En España y en el resto del mundo las redes sociales se han hecho tan a nosotros que es difícil concebir una actividad sin, como mínimo, hacer una foto. Un ejemplo son los deportes extremos, que suelen ir acompañadas de cámaras de acción al estilo GoPro. Este esquiador se encontró con una situación que no pensaba captar: una avalancha de nieve.
En un metraje publicado por el usuario Steve Gourley, se puede apreciar a un esquiador bajando por la ladera de una nieve. Todo captado gracias a una cámara ubicada en el casco del videoaficionado. Los primeros segundos son normales, como cabría esperar. En una toma increíble que casi parece hecha con ordenador, Gourley capta justo cómo se desprende un gran pedazo de nieve, que da lugar a una espectacular avalancha.
Con muy mala suerte, Gourley se ve envuelto en esta avalancha de forma aparatosa, grabando durante los próximos segundos una situación que quita el aliento. Si bien es cierto que la avalancha no es especialmente grande, es lo suficientemente voluminosa como para tragarse al esquiador y transportarlo ladera abajo. Un clip que ha llamado la atención de medios de comunicación.
Un metraje increíble
Según recogen medios locales y portales como PetaPixel, todo comienza con tres esquiadores, uno de ellos el protagonista del vídeo. Este se encontraba esquiando el pasado domingo en Gobblers Knob, en el condado de Salt Lake (Utah, Estados Unidos). El Centro de Avalanchas de Utah informa que la situación se había dado precisamente porque el esquiador del vídeo provocó involuntariamente esta avalancha.
El portal KPCW recoge el testimonio de Drew Hardesty, meteorólogo del Centro, informa que esta es una de las imágenes de avalanchas más impresionantes que ha visto en su vida, y que estuvo quizás demasiado cerca. Gourley, el autor del vídeo, fue el que se llevó la peor parte, ya que la nieve era de losa dura. Los otros dos esquiadores pudieron esquivar el problema.
El esquiador, cuando se vio envuelto en la avalancha, bajó por más de 600 metros ladera abajo a una velocidad que alcanzó los 43 kilómetros por hora. Una vez pasado todo, uno de los dos esquiadores que pudieron salvarse llamó por radio para avisar del problema, ya que pudo trasladarse a una zona un poco más segura. Al final, Steve acabó por perder uno de sus bastones y tuvo que salirse de una montaña de escombros hechos de nieve en forma de losa dura.
El vídeo ha conseguido más de 50.000 visitas a fecha de escrito el artículo y el motivo por el que incluye una canción es porque el audio real del vídeo puede llegar a herir sensibilidades. Aunque el esquiador pudo salir por su propio pie de la avalancha y publicar el vídeo, estuvo realmente cerca de sufrir un terrible accidente captado en cámara.