La innovación es el motor del progreso para toda actividad humana. En la búsqueda de la máxima eficiencia, o como herramienta al servicio de las ideas para nuevos usos, desarrollar mecanismos que nos hagan la vida más sencilla es un ideal que ha ido cambiando el mundo y nuestra historia. En los últimos años, la tecnología ha crecido de forma exponencial ofreciendo pequeñas grandes revoluciones que están ampliando el alcance de dispositivos cotidianos pero que profundizan en sus posibilidades hasta límites insospechados.
En este contexto, y pese a su novedad, la inteligencia artificial puede ser considerada como una de las tecnologías más disruptivas de la historia. Si bien su potencial ya comienza a cambiar el modo en el que se manifiestan las actividades en casi todos los sectores, está claro que es un instrumento que cambiará el futuro. Y quizá más que en ningún otro ámbito en todo lo relativo a la informática, donde la IA ya ha empezado a transformar nuestras rutinas y a explotar nuestra creatividad y nuestra eficiencia de un modo inédito.
Además, la inteligencia artificial también afecta a la manera que tenemos de interactuar con los ordenadores o en la experiencia de usuario. De hecho, durante el pasado año la incorporación de la IA fue tan significativa que se puede decir que 2024 fue el año en el que se creó una nueva categoría de ordenadores personales: los PC con inteligencia artificial. Pero, como ocurrió con otro tipo de avances en el pasado, dar a conocer su potencial, sus posibilidades y extenderlo de manera aún más generalizada, requiere de contar con la infraestructura necesaria y el desarrollo de aplicaciones que aprovechen estas posibilidades y la cultura para utilizarlas.
Se trata, por ejemplo, de algo similar a lo que ocurrió con la implantación del WiFi. Hoy es impensable vivir sin este tipo de conexión, pero al menos al principio, no era tan fácil conectarse a Internet fuera de casa sin cable. Aun así, Intel empezó a equipar los portátiles con funciones WiFi integradas. Y lo mismo está ocurriendo con la IA. Ahora los últimos procesadores Intel para portátiles cuentan con una unidad de procesamiento neuronal integrada, de forma que más de 300 aplicaciones y 500 modelos de IA ya están optimizados para funcionar con estos nuevos procesadores Intel Core Ultra. Esto es sόlo el principio de lo que podrán hacer los nuevos AI PC.
La tecnología sobre la que se sustenta este nuevo paradigma que Intel está enarbolando responde a las siglas NPU (unidades de procesamiento neuronal). Tras esta denominación se halla todo un nuevo motor integrado de procesamiento, un acelerador especializado que gestiona las tareas de inteligencia artificial y aprendizaje automático directamente de forma local, este decir, sin necesidad de enviar datos a la nube. Este salto de calidad no sustituye a la GPU y la CPU habituales, sino que la complementa en base a su capacidad para responder a las cargas de trabajo tan demandantes que exige un sistema de IA, garantizando al mismo tiempo el ahorro de energía.
Crecimiento exponencial: la imaginación es el límite
De momento, Intel ya prepara este futuro con la incorporación de sus procesadores específicos para esta nueva categoría. Solo en 2024, la compañía tenía previsto vender 40 millones en todo el mundo, y espera que la cifra alcance los 100 millones en 2025, un crecimiento exponencial que, más allá del éxito empresarial, remarca el cambio de tendencia en el sector a nivel global hacia este nuevo estándar.
Objetivamente, puede que a día de hoy todos estos avances no sean realmente importantes para el usuario medio, como demostró en su tiempo el caso del novedoso WiFi. De hecho, en una encuesta promovida por Intel, el 86% de los encuestados nunca ha oído hablar de los PC con IA ni los ha utilizado. Cuando nos colocamos ante el ordenador, solo queremos que fluya bien, que responda ante nuestras expectativas, y que podamos hacer nuestras tareas de manera eficiente. Pero, como ha sucedido con muchos de estos avances históricos, a la incipiente tecnología le debe acompañar un ejercicio de visualización acerca de lo que es capaz y de en qué nos puede ayudar y dar a conocer que la capacidad de hacer cosas diferentes, algunas inimaginadas hasta hoy, es algo cada vez más posible y que acabará por atraparnos a todos.
Procesador Intel Core Ultra 2.
En este esquema es clave la retroalimentación entre las compañías como Intel -capaces de proporcionar esta tecnología- con las desarrolladoras de software, que son y serán las llamadas a explorar las nuevas oportunidades que ofrece esta nueva categoría de productos. Hoy en día, un PC con capacidad de procesamiento de IA integrada solo muestra una pequeña parte de sus posibilidades pero actualmente, a comienzos de 2025, el panorama es muy alentador en términos de productividad: redacción de textos, resúmenes, videollamadas avanzadas, traducción en tiempo real o asistentes personales avanzados, son algunas de estas opciones más ‘convencionales’ que muchos ya usamos. Pero al mismo tiempo, la IA también es una tecnología que redunda en la creatividad dado que ofrece, por ejemplo, la capacidad generativa de crear contenidos directamente desde el PC, reduciendo los tiempos de latencia y garantizando la privacidad de los datos.
A partir de aquí, no hay límites. Y eso es algo que Intel ha asumido como un pilar para un futuro en el que ya está invirtiendo recursos y esfuerzos. Intel ha invertido significativamente en colaborar con el ecosistema de software para impulsar este cambio. Hasta ahora, más de 400 ISV (proveedores de software independiente) han comenzado a trabajar con la empresa para desarrollar aplicaciones que aprovechen al máximo las capacidades de IA integradas en sus procesadores. Pero hoy en día, un PC con Intel Core Ultra es, en primer lugar, un PC premium con una duración de batería óptima y un alto rendimiento en movilidad, y es, además, un PC también preparado para futuros desarrollos.
Los ordenadores con Intel Core Ultra de la Serie 2 ofrecen experiencias de alta calidad garantizadas por el programa de innovación Intel Evo renovado. Esta certificación garantiza que los portátiles no solo sean potentes, sino también eficientes, cómodos de usar y adaptados a las necesidades de los usuarios más exigentes. Por eso, incluye funciones avanzadas como la pantalla inteligente, el modo de juego de resistencia, y la tecnología de ajuste dinámico:
- Pantalla inteligente: Ajusta automáticamente el brillo, la frecuencia de actualización y el contraste según el contenido mostrado o las preferencias del usuario.
- Modo de juego de resistencia: Optimiza la frecuencia de fotogramas y el consumo de energía para extender el tiempo de juego con batería.
- Tecnología de ajuste dinámico: Utiliza algoritmos de aprendizaje automático para equilibrar rendimiento, duración de batería y control de temperatura.
Detrás de estos diseños hay horas de ingeniería pero también del análisis acerca de los comportamientos de los usuarios en sus ordenadores para conformar productos más versátiles y optimizados. Son factores que suman en la concepción de portátiles de alta gama donde el estilo, la innovación y las tecnologías más disruptivas configuran una experiencia única.
Además, gracias a la IA también es posible poner en marcha mecanismos de seguridad que respondan ante unas amenazas igualmente cada día más sofisticadas y complejas. Por eso Intel ha priorizado la protección de sus usuarios de procesadores Intel Core Ultra. Especialmente para flotas de PC corporativos, la plataforma Intel vPro garantiza la máxima protección y capacidad de gestión para cualquier entorno de trabajo, incluso los contextos más modernos, híbridos y remotos, porque lo que prima es disponer de una herramienta fiable, segura y capaz de seguir el ritmo de la innovación de las experiencias de usuario.
