El panorama en la industria ha cambiado: los SSD por fin han superado en ventas a los tradicionales discos mecánicos. Una buena noticia para el usuario que quiere comprarse un ordenador en España. Y es que aunque si bien ambas plataformas son válidas, los SSD están destinados a ser el estándar de consumo definitivo. Una máxima que viene a reafirmar el nuevo 870 EVO de Samsung.
La gama 800, y más la gama EVO de los SSD de unidades de almacenamiento de Samsung, han tenido una gran repercusión gracias a su innegable relación calidad-precio. Son SSDs accesibles, con buenas prestaciones y que nunca fallan cuando se les necesita. Están considerados como uno de los SSD que mayor confianza da. Y el nuevo 870 EVO no sólo promete esto, sino más.
Samsung ha comercializado este nuevo SSD basándose en dos premisas importantes. La primera es que este SSD es todavía más rápido que su antecesor, llevando al límite la interfaz SATA. Mientras que el otro gran reclamo es su precio: 54,99 euros. Lo hemos analizado, y la pregunta es sencilla: ¿habrá conseguido convencernos?
Samsung lo vuelve a hacer
Obviaremos el tema del diseño por cuestiones obvias; es un SSD que más que seguramente estará oculto en la parte trasera de tu PC, por lo que no tiene sentido añadir más coste al dispositivo si el usuario no lo va a hacer. Es un SSD clásico de 2,5 pulgadas, con buena terminación y sin mucha revolución.
Antes de continuar, debemos echar la vista atrás. Y es que este 870 EVO tiene una dura competencia interna: el 860 EVO. Ha sido un SSD espectacular, con una relación calidad y precio que ha llamado la atención en el mercado y que ha conseguido posicionarlo como uno de los sistemas de almacenamiento preferidos por el público.
Con estos mimbres, Samsung opta por la interfaz SATA para este 870 EVO pero con la diferencia de que la velocidad de lectura aleatoria del dispositivo es hasta un 38% mejor respecto a la generación pasada. De hecho, este podría ser uno de los SSDs más rápidos en el mercado de la interfaz SATA, con lecturas secuenciales de 560 MB/s y velocidades de escritura secuencial de 530 MB/s.
Y así es. Las pruebas realizadas muestran efectivamente que el 870 sí que cumple con las promesas hechas por Samsung. El SSD se mantiene estable rondando los picos de 560 y 530 MB/s respectivamente, y la firma coreana no se queda atrás en confiabilidad. En todo momento, el SSD se ha mantenido en unas velocidades estables que no han variado en exceso, consiguiendo un rendimiento estable.
Siendo francos, a la hora del uso con un sistema operativo, esto no tiene mucha repercusión de cara al usuario; obtendremos prácticamente la misma experiencia con este SSD que con uno con velocidades superiores, como los SSD M.2 con interfaz NVMe. Pero la clave está en el manejo de archivos.
Porque este SSD está promocionado por Samsung como un sistema de almacenamiento ideal y no tanto para ser utilizado para lo que son usados la gran mayoría de los SSD SATA del mercado: el uso de un sistema operativo. Samsung afirma que el usuario podrá mover con soltura archivos multimedia de gran peso, incluyendo incluso vídeos en 8K sin demasiadas complicaciones. Algo que promete habiendo movido en nuestro ordenador metrajes crudos en resolución 4K.
Esto tiene la gran ventaja de que, efectivamente, este es uno de los SSDs más rápidos y fiables que podemos comprar actualmente si queremos el equilibrio perfecto entre precio y velocidades de transferencia. Por otra parte, tiene la contrapartida de que es probable de que este sea el último SSD de esta gama ya que, salvo sorpresa, será difícil introducir mejoras que justifiquen la aparición de una nueva generación.
No necesitas un NVMe
En el equipo de pruebas que hemos usado, hemos realizado pruebas con el SSD tanto instalando un sistema operativo (Windows 10) como manejando archivos multimedia. En el segundo caso, hemos aprovechado y usado un Samsung 970 EVO, uno de los SSDs de gama de consumo con interfaz NVMe más populares y que, obviamente, logra mayores velocidades.
La comparativa es injusta. El 970 EVO de Samsung alcanza velocidades de hasta 3.400 MB/s de lectura secuencial junto a velocidades de escritura secuencial de hasta 2.300 MB/s. Es bastante más rápido que su hermano de 2,5 pulgadas. Pero hemos de apuntalar varios detalles: este 970 es más caro que el 870 EVO y necesita de un puerto M.2 en la placa base para funcionar. Y en todo caso, necesitaremos un procesador y una placa base compatibles con interfaz PCIe Gen 3.0 para aprovechar toda su velocidad.
Y es aquí donde creemos que brilla el 870 EVO de Samsung: no tiene nada que envidiarle a un buen NVMe. Se vale por sí solo, y consigue aprovechar al máximo su tecnología para ofrecer, de nuevo, un gran equilibrio de velocidad y fiabilidad, especialmente si se busca más usarlo como almacenamiento y no tanto como unidad para albergar un sistema operativo. El usuario no tendrá queja alguna.
La clave de este Samsung 870 EVO es su precio. Mientras que nuestro modelo de NVMe tiene un coste superior a los 100 euros, la versión más barata de este 870 EVO (de 250 GB) cuesta tan solo 55 euros. Y a este precio, podemos decir sin temor a equivocarnos que es una grandísima compra que no dejará a ningún usuario en la estacada. Especialmente a los entusiastas, ya que recordemos que este modelo añade versiones de 500 GB, 1 TB, 2 TB y 4 TB.
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