La gama media es uno de los terrenos de juego más complicados para las marcas de smpartphones. O sino que se lo digan a Oppo, que ya se ha convertido en el cuarto fabricante en España y buena parte de su éxito se debe a teléfonos como el Oppo Reno 4Z 5G (379 euros -aunque se puede encontrar rondando los 300-) que hemos probado las últimas semanas.
Como apuntamos, la región entre los 300 y 400 euros se considera como claves y es ahí dónde las marcas tienen que ajustar el precio al máximo al mismo tiempo que no pueden perder el ritmo de mejoras. Porque 50 euros en un teléfono de 1.000 probablemente no echen para atrás a nadie, pero en uno de 400 sí.
Y con el planteamiento del equilibrio máximo salen teléfonos como este Reno 4Z 5G. Presentado el pasado mes de octubre, cuenta con los últimos avances como conectividad 5G y una pantalla con una tasa de refresco a 120 Hz.
Parece premium
Algo que caracteriza a los teléfonos Oppo en general y a este Reno 4Z 5G en particular es la apariencia de smartphone bien construido. Sin importar la gama, la marca china ha sabido dar con la tecla correcta en este sentido y está fabricando teléfonos con unos diseños verdaderamente rompedores.
Principalmente en la parte trasera, pues la delantera hace tiempo que dejó de ser una seña de identidad de las marcas y tan solo algunas como Apple siguen conservando la misma línea característica. Especial relevancia tiene el módulo de cámaras que se sitúa en la parte superior izquierda de la trasera del terminal. Una cuadrado con los vértices redondeados donde se emplazan las cámaras y que sobresale mucho. En este sentido, tendremos que tener cuidado de apoyar el teléfono sobre algunas superficies sin ningún tipo de protección.
La inmensa mayoría de teléfonos que se venden actualmente ya cuentan con un módulo fotográfico muy grande, pero este del Oppo Reno 4Z 5G es especialmente acusado. Eso sí, desde la marca lo saben y en la caja donde viene el teléfono han incluido una funda transparente. Más que suficiente para salir del paso.
Dejamos a un lado la cámara y nos sumergimos en el resto del teléfono poniendo especial atención a los colores. El de la unidad de prueba es el denominado Dew White, con un degradado muy atractivo, y la otra propuesta de Oppo es el Ink Blak, el clásico color negro con brillo.
Si bajamos la mirada hacia el canto inferior nos damos cuenta de que el Oppo viene con un minijack de 3,5 milímetros. El puerto clave si queremos conectar unos auriculares por cable. A su lado se emplazan el puerto USB tipo C, el micrófono y el único altavoz.
También sorprende la forma de dispones la botonera. Mientras el botón de desbloqueo -que también es el lector de huella- se encuentra en el canto derecho, nos tenemos que ir al izquierdo para notar los de subir y bajar de volumen. No suele ser lo habitual y es especialmente cómodo si queremos hacer una captura de pantalla.
Y, por fin, llegamos al frontal donde nos espera una generosa pantalla LCD IPS de 6.57 pulgadas con resolución FullHD y una tasa de refresco de 120 Hz. Uno de los puntos que más nos han sorprendido sin duda del teléfono donde poder visualizar todo tipo de contenido y también navegar por sus menús de la forma más rápida.
Los 120 Hz se notan -mucho- y deberían ser obligatorios para cualquier terminal que pretenda pugnar en este segmento. Lo que sí echamos un poco de menos es tener más brillo en la pantalla para cuando queramos trastear con el teléfono a plena luz del día. Para nada es mala, solo que se encuadra dentro de la media de la gama y esperábamos un punto más.
Rendimiento y software
Turno para hablar de cómo se mueve el terminal fijándonos primero en las especificaciones. El Oppo Reno 4Z 5G cuenta con un procesador MediaTek Dimensity 800 5G, uno fabricado con tecnología a 7 nm y ocho núcleos que consigue, según nuestras pruebas en el día a día, un rendimiento excelente.
El teléfono no nos ha dado ni un solo tirón, cuelgue o ralentización. El procesador alimenta convenientemente los 120 Hz de la pantalla y todo va como la seda en el Reno 4Z 5G. Da igual si lo sometemos a un uso menos exigente como uso de redes sociales y mensajería o le ponemos en problemas echando unas partidas al último y más exigente videojuego.
En el apartado de las memorias, Oppo opta por una única configuración de 8 GB de memoria RAM y 128 GB de memoria interna UFS 2.1. Mucho ojo que no podremos ampliarla mediante una tarjeta de memoria. Personalmente, si ofreces una configuración cerrada de 128 GB sería conveniente disponer de una ampliación, o bien poner una alternativa hasta los 256 GB. Porque los 128 pueden parecer mucho sobre el papel -y de hecho lo son- pero si eres de los que hacen vídeos de todo, fotos por doquier y te gusta tener los últimos juegos, el espacio se termina llenando.
Con respecto al software con la capa de personalización ColorOS, una muy ligera que se separa de los diseños recargados y ofrece una experiencia realmente fluida. Realmente no posee tampoco muchos más añadidos de los que podemos encontrar en otras capas como EMUI o MIUI, pero se agradece que venga sin una dosis elevada de aplicaciones preinstaladas. Algo que no pueden decir otras.
Lo que no nos ha gustado tanto es que el dispositivo venga con Android 10. Aunque el teléfono fue lanzado en octubre, cuando Android 11 acababa de tomar tierra, Oppo ha tenido -a mi parecer- tiempo suficiente para adaptar esta nueva versión a su Reno 4Z 5G. Lo que sí hay que mencionar, que en el par de semanas que he tenido el teléfono como principal, se ha actualizado un par de veces con parches de seguridad. Pero no con la nueva versión de Android.
Batería de sobra
Sin duda la duración de la batería es uno de los aspectos más importantes a la hora de comprar un nuevo teléfono. Tener una que se quede corta puede arruinar la experiencia de usuario y todo el mundo quiere llegar a casa sin apuros o dependiendo de la disponibilidad de un enchufe.
El Oppo Reno 4Z 5G consigue llegar al final del día sin demasiadas complicaciones gracias a su batería de 4.000 mAh. No es la más grande del mercado, ni mucho menos, pero el procesador MediaTek no es especialmente 'tragón' ni cuando estamos exigiendo ni con el teléfono quieto sobre una mesa.
Lo que tampoco cuadra del terminal es la carga rápida. Oppo, una de las reinas en este segmento, ha decidido dotarle de unos discretos 18W. Dejándonos una carga rápida un tanto descafeinada y alejada de sus competidores más directos que ya cuentan con 30W o incluso más.
Seis cámaras
Ahora toca hablar de la cámara del Oppo Reno 4Z 5G. La configuración elegida por la marca ofrece una lente principal de 48 megapíxeles, un gran angular de 8 megapíxeles, una lente monocromática de retrato en blanco y negro de 2 megapíxeles y otra más monocromática de retrato vintage de 2 megapíxeles.
Las dos primeras son las únicas a las que un usuario sacará realmente provecho. Así que empecemos por la de 48 megapíxeles como lente principal, una propuesta 'todoterreno' que se comporta bien con buena iluminación y grandes dosis de inteligencia artificial.
Por otro lado, en algunas escenas el posprocesado tiende a quemar las fotos, haciendo que los colores pasen a un curioso 'radiactivo' que nada tiene que ver con la realidad.
En condiciones de baja luminosidad, la cámara se comporta como es de esperar en un terminal de gama media: regular. Momento en el que la inteligencia artificial vuelve a sacar todo de sí y consigue aclarar un tanto la foto.
Pasamos entonces a la lente gran angular que, con los 8 megapíxeles, puede servirnos para ampliar un poco el campo de visión. Su rendimiento con baja luz es muy pobre, un poco por debajo de la línea de su gama.
Damos la vuelta al teléfono y nos encontramos con un par de cámaras en la frontal. La primera de ellas actúa como principal y tiene 16 megapíxeles mientras que la segunda toma el papel de lente secundaria de 2 megapíxeles para conseguir el modo retrato.
¿Me lo compro?
Los puntos fuertes de este terminal se resumen en una pantalla extraordinaria, rendimiento de primer nivel y un diseño que llama la atención. Los 379 euros que hay que desembolsar por el Oppo Reno 4Z 5G son muchos y la compra debe pasar por unos filtros que nos ayuden a decidir. Si lo encontramos en oferta, que sin rebuscar mucho se puede comprar por 300 euros, sí es una buena compra teniendo en cuenta que es una rebaja considerable respecto al precio oficial.
En cuanto a los puntos negativos, cabe señalar un apartado fotográfico del que esperábamos más y una carga rápida que bien podría ser la que nos encontramos en un teléfono de 200 euros. Por los casi 400 euros que vale -sin oferta-, se pueden encontrar alternativas que le plantan cara muy seriamente.
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