No ha pasado un año desde que OnePlus lanzó en España los OnePlus 8 y ya han llegado la nueva generación: los OnePlus 9. Se vuelve a repetir la fórmula de doble lanzamiento y se mantiene el precio, 709 y 909 euros de partida para el OnePlus 9 y OnePlus 9 Pro.
La actualización es lo que se esperaba de los topes de gama de la compañía: diseño premium, más potencia, mejores características y optimización de batería, sin embargo, en esta ocasión OnePlus ha dado el salto de calidad que se le venía reclamando para mejorar uno de los aspectos más solicitados: la cámara.
El apartado fotográfico era una de las espinas que siempre quedaban pendientes en los teléfonos de la compañía. Estaban bien, pero aún les faltaba esa magia que les hiciese subir de nivel y pasar a competir -de verdad- con Samsung, Huawei o Apple. Ahora, ese conjuro se ha producido y el salto de calidad se ha dado gracias a una alianza con uno de los históricos de la industria: Hasselblad.
El sello Hasselblad
El acuerdo entre OnePlus y Hasselblad durará al menos tres años. En los OnePlus 9 han empezado con el software y la calibración de las imágenes, pero la idea es que poco a poco se vayan integrando en próximos lanzamientos pudiendo aportar ópticas y lentes, explica la compañía. Lo cierto es que el respaldo de Hasselblad se nota.
Los OnePlus 9 hacen fotografías más precisas, con colores más naturales, con mejores texturas y que logran subir esa exigencia de calidad que le pedía la comunidad. Aunque se defienden con baja luz, con buena luz es donde realmente brillan en el nuevo apartado fotográfico. La definición y detalle es el mejor que hemos tenido nunca en un teléfono de la firma y con los tonos de piel más naturales.
A la mejora en el software hay que sumarle cambios importantes en el hardware, con diferencias entre ambos modelos. El OnePlus 9 Pro es el que más cambia. Tenemos cuatro lentes. Un sensor principal de 48 megapíxeles (IMX789) creado por Sony para este teléfono, al que acompañan un nuevo ultra gran angular de 50 megapíxeles (Sony IMX766) que permite captar más luz, menos ruido y corregir mejor la distorsión, así como realizar un macro a 4 cm del sujeto.
El conjunto de cámaras lo completan un zoom óptico de 3.3x aumentos con estabilización OIS, y una cuarta cámara con sensor monocromo de 2 megapíxeles para añadir detalles y claridad a las fotos en blanco y negro.
El OnePlus 9 comparte gran angular y monocromo, pero carece del teleobjetivo y el sensor principal monta el Sony IMX689 que el año pasado equipaba el OnePlus 8 Pro. Las diferencias entre ambos modelos se notan, pero no es una diferencia abismal gracias al ajuste de color logrado por Hasselblad.
La huella de la compañía sueca también ha hecho cambiar el software -hasta el sonido del disparador-, y ahora tendremos un modo Pro que se asemeja al de las cámaras de la compañía. Un guiño de que esta relación va para largo.
A nivel de vídeo también tenemos mejoras. Por primera vez podremos grabar vídeo en 8K (a 30 fps) aunque también es especialmente llamativa la grabación de vídeo 4K a 120 fps, que está mejor estabilizado. Se mantienen opciones como el vídeo superestable o el modo retrato que son bastante resolutivos.
Una bestia
Más allá de la cámara, los OnePlus 9 destacan por lo de siempre: potencia y fluidez. Ambos comparten características en su interior: procesador Qualcomm Snapdragon 888, memoria RAM LPDDR 5 de 8 y 12 GB y dos versiones de almacenamiento UFS 3.1, 128 y 256 GB. Una auténtica bestia en el rendimiento.
Al buen hardware le sigue acompañando el mejor sistema de personalización Android del mercado: OxygenOS. La capa de personalización interfiere lo justo y sólo para aportar valor. No lastra al sistema y potencia la experiencia de usuario, lo que se debería exigir a un software de este tipo.
Lo cierto es que a nivel de rendimiento lo aguanta todo. Y la experiencia fluida se consigue también gracias a los 120 hz de refresco de pantalla, aunque en el modelo Pro encontraremos una particularidad enfocada al gaming.
El panel del OnePlus 9 Pro cuenta con la tecnología LTPO (low-temperature polycrystalline oxide) que permite adaptar la frecuencia de la tasa de refresco al contenido para mejorar el consumo de batería hasta en un 50%. Es decir, la tasa de refresco varía automáticamente según el uso (1 hz mientras vemos una foto o 120 hz si hacemos scroll)
Sin embargo, para jugar es más importante el tiempo de respuesta cuando se toca el panel. El Pro dispone de tecnología Hyper Touch que sube hasta los 360 hz (6 veces más que la generación anterior), lo que permite que la sensación de juego sea más fluida. De momento es compatible con PUBG, Call of Duty, League of Legends y Brawl Stars, aunque llegará a más títulos próximamente.
Otro de los apartados donde el OnePlus 9 Pro saca verdadero músculo es en la carga inalámbrica. El modelo superior es capaz de cargar sin cables a 50W, una locura con la que tendremos el 70% en 28 min y en 100% en 43 minutos. El OnePlus 9 también puede cargar sin cables, pero limitado a 15W.
Eso sí, ambos disponen de carga con cable a 65W, que permite pasar del 1 al 100% en 29 min, carga inversa para poder recargar otro dispositivo, así como la batería del mismo tamaño: 4.500 mAh. Durante la semana que hemos probado ambos teléfonos, hemos acabado el día sin problemas, aunque algo más ajustado en el Pro.
Diseño premium
Si es sobresaliente en el rendmiento, también lo es en el diseño. El Pro se siente más premium en gran parte a su pantalla curvada de 6,7 pulgadas, ya que el OnePlus 9 opta por un panel plano igual que el del OnePlus 8T: de 6,55 pulgadas.
No sólo por la terminación curvada, que le sitúa en sintonía de los topes de gama de Samsung o Huawei, sino que el panel también se ve mejor. En el Pro tenemos un QHD+ AMOLED con una resolución de 1440x3216 a 525 ppp y un brillo de 1.300 nits, mientras que en el 9 una pantalla AMOLED con una resolución de 2400x1080 píxeles a 402 y un brillo de 1.100 nits. En ambos casos tenemos una gran precisión de color con certificaciones HDR10+ y JNCD, aunque el sistema de fluidez de vídeo MEMC se queda en el modelo Pro.
El Pro es ligeramente más grande y pesado, 163,2x73,6x8,7 mm y 197 gramos frente a 160x74,2x8,7 mm y 192 gramos. Esta ligereza se agradece. Lo cierto es que aunque estamos ante teléfonos grandes, se hacen más cómodos de usar que la generación anterior. Además, el optar por una pantalla curvada resulta más ergonómico en estos tamaños.
Si tenemos cristal por delante, también lo tenemos por detrás. A diferencia del OnePlus 8T o el OnePlus Nord aquí la terminación es brillante resulta muy elegante. Tenemos un gran módulo de cámaras, que recuerda al de 8T adaptado a las nuevas ópticas, pero que está muy bien integrado en la trasera.
El lateral es metálico y encontramos en un lado los botones de volumen, en el lado contrario el botón de encendido junto al Alert Slider -seña de identidad de la compañía- y la sensación de uso es muy premium. Eso sí, sólo el Pro cuenta con certificación IP68.
¿Cuál me compro?
Los nuevos OnePlus han llegado para apretar la competencia en la gama alta, pero la pregunta parece obvia: ¿cuál me compro? Lo cierto es que el desarrollo de Hasselblad en el apartado fotográfico se nota. Se han mejorado ambos modelos y se aprecia un salto importante con respecto a generaciones anteriores, pero entre el 9 y el 9 Pro la diferencia no es tanta.
Si optamos por el OnePlus 9 ahorraremos 200 euros a cambio de renunciar a: una pantalla con menor resolución, brillo y repuesta para juegos; una cámara algo menos avanzada y sin teleobjetivo; así como una menor carga rápida inalámbrica. Eso sí, cabe tener en cuenta que el stand de carga rápida sin cables de OnePlus se vende por separado por 70€.
Si estamos dispuestos a renunciar a no tener lo último de lo último, el OnePlus 9 es la opción más equilibrada con un precio muy razonable para un alta gama que viene con el último chip de Qualcomm y rendimiento sobresaliente. Sin embargo, si lo que queremos es un móvil que lo tenga todo, sería mejor optar por el OnePlus 9 Pro y exprimirlo al máximo.