La revolución del hogar conectado en España se ha acelerado con el coronavirus. Ha crecido el interés por las luces inteligentes, es cada vez más habitual tener altavoces conectados o estar pendiente de la calidad del aire.
Hasta ahora Ikea contaba con soluciones para los dos primeros con los kits Tradfri o los altavoces Sonos Symfonisk. Sin embargo, el gigante del mobiliario sueco ha apostado ahora también por la renovación del aire en el hogar con su último lanzamiento en España: un purificador de aire.
El Fornuftig (59 euros), como así se llama el purificador de la compañía, llega en un momento en el que el interés por la ventilación de entornos cerrados es máximo y pasamos más tiempo que nunca en el hogar. Pero ¿merece la pena este purificador de aire?
Diseño y montaje
El Fornuftig dispone de un diseño pensado para encajar en cualquier hogar. Cuenta con un diseño rectangular de 31 centímetros de ancho por 45 centímetros de fondo que descansa sobre una delgada base metálica. Junto con el filtro, la base y el asa será lo único que tengamos que montar cuando lo desembalemos.
Eso sí, debido a su delgadez (11 cm de fondo) el purificador de aire también está pensado para poder colocarlo en la pared. En este caso no hará falta más que dos tornillos y seguir las instrucciones marcadas en la caja.
Lo encontramos en dos terminaciones (negro y blanco) con el frontal en tela, a juego con su familia de altavoces, mientras que el marco está fabricado en plástico de polipropileno que lo hace ligero y fácil de transportar.
En su interior cuenta con espacio para dos filtros, uno de partículas (HEPA 12) y otro de limpieza de gas. Entre ambos prometen filtrar el 99,97% de las partículas y gases en el aire. El primero absorbe el polvo, el polen o el humo del tabaco; mientras que el segundo está centrando en la eliminación de olores desagradables o fuertes que se pueden producir, por ejemplo, tras haber cocinado. En ningún caso están certficados contra el coronavirus.
De estos dos, el filtro de partículas viene incluido con el purificador, mientras que el de gases se vende por separado por 10 euros. En cualquier caso, el primero también habrá que ir renovándolo cada 6 meses -como máximo- a razón de 5 euros la unidad.
Uso: perfecto para iniciarse
Es complicado convencer a alguien que no ha usado nunca un purificador de aire comience a usarlo, pero el efecto es tan simple como placentero. La renovación del aire en el hogar hace que podamos pasar de un entorno cargado a un ambiente más confortable en cuestión de minutos. En una época en la que pasamos más tiempo en casa, es una mejora a tener en cuenta.
El funcionamiento del Fornuftig es muy simple. Sólo encontraremos un botón que podremos girar en tres posiciones para marcar tres niveles de intensidad al que trabajará el extractor, así como una luz LED que será la que nos indicará que ya no pasa suficiente aire y hay que cambiar el filtro.
No tenemos ni conexión con el móvil o con asistentes inteligentes. Es purificador de aire más 1.0 pero igualmente hace su labor de renovar el aire en la habitación que lo pongamos.
En el mayor nivel de velocidad, el purificador presume de una tasa de emisión de aire libre de partículas de 130 m3/h (CADR), una tasa no muy alta si lo comparamos con modelos de Xiaomi, Dyson o Mitsubishi, sin embargo rinde acorde al precio que cuesta.
Cabe tener en cuenta que subirlo al nivel máximo de renovación de aire también implica una nivel de ruido que ronda los 65 decibelios. Por ponerlo en contexto, es el equivalente al volumen que tenemos cuando mantenemos una conversación. Eso sí, al nivel mínimo es imperceptible, algo que parece pensado para colocarlo en el dormitorio y dormir con él.
¿Me lo compro?
La renovación del aire en casa, ahora que pasamos tanto tiempo en ella y llegan además las épocas de alergia, es recomendable. No sólo a nivel físico, sino que trabajar, hacer deporte o simplemente descansar viendo una serie en un ambiente más limpio y fresco se agradece.
El purificador de aire de Ikea está pensado para aquellos que quieren esta funcionalidad, pero que al mismo tiempo no quieren invertir demasiado. Es quizá una opción para los que quieren iniciarse en un dispositivo de este tipo. No van a tener ni el mejor modelo del mercado ni funciones inteligentes, pero gastarán menos que con otras alternativas.
Otro de los puntos fuertes del purificador de aire de Ikea es el diseño, de entre los modelos que hay en el mercado es quizá el que más pase desapercibido en un salón o un dormitorio. El diseño de David Wahl logra integrarse bien con el resto de la decoración.
En suma, el Fornuftig no es el mejor purificador del mercado pero sí cumple con su función de renovar el aire. No contamos con funciones inteligentes pero sí con un diseño cuidado. Hay alternativas mejores, conectadas y que renueva el aire en menor tiempo, aunque eso implica un precio mayor. Una balanza en la que el consumidor debería decidir hasta dónde quiere llegar.