Una de las preguntas más repetidas que nos hacen a los periodistas que escribimos sobre tecnología de consumo es: ¿qué móvil me compro? Aunque cada uso, presupuesto y prioridades del usuario son distintas, lo cierto es que en cada generación hay un móvil comodín llamado a ser el súperventas en España. Un smartphone fácil de recomendar porque acierta en casi todos los aspectos.
Aunque sean los teléfonos de gama alta como el iPhone 12 Pro, el Oppo Find X3 Pro, el Samsung Galaxy S21 Ultra, el Xiaomi Mi 11 o el Huawei Mate 40 Pro, los que deslumbren en las estanterías de las tiendas, el 63% de las ventas de smartphones en España se concentran entre los 300 y 500 euros.
En ese rango de precios, con la ambición de ser el móvil de la mayoría, ha llegado el Poco F3 (329,99 euros). La marca surgida de Xiaomi renueva su apuesta por especficiaciones de gama media-alta en un precio rompedor. Durante las últimas dos semanas hemos probado el más ambicioso de los dos, ¿realmente merece la pena?
Un diseño bonito
La familia de teléfonos Poco llegó en 2018 bajo la premisa de centrarse en lo esencial. Esto es batería, potencia, experiencia de uso, cámaras y precio. Entre ellas no estaba el diseño. Dejaba así en segundo plano si el móvil tenía que ser bonito o no, ya que el pilar de la calidad y precio era esencial. Ahora sin embargo Poco apuesta además por un smartphone con un diseño cuidado y elegante.
El Poco F3 es bonito. Se desmarca así de otros teléfonos Poco como el M3 o el X3, cuyo diseño es más tosco y agresivo. El F3 sigue la línea del Mi 11, aunque lo hace con acabados más asequibles, pero que pese a todo se sienten bien en un teléfono de 330 euros.
La parte trasera es la más llamativa y lo que da personalidad al móvil. Tanto por el módulo de cámara como por la terminación de cristal esmerilado y con curvatura en los extremos. Logra unas líneas muy llamativas al tiempo que le hacen cómodo de coger. Al tacto es muy agradable y refleja la luz pero sin brillar, al tiempo que evita que las huellas se queden impregnadas.
Con respecto a sus dimensiones tenemos una altura de 163,7 mm, 76,4 mm de ancho y 7,8 mm de grosor. Además de 196 gramos de peso. No es de lo más compacto y ligero del mercado, pero ni mucho menos es un ladrillo. Un término medio que le sienta bien y se nota equilibrado.
Toda la botonera la tendremos en el lateral derecho, incluyendo el sensor de huellas que se encuentra en el botón de encendido. De este modo, lo más cómodo para desbloquear el teléfono es el pulgar derecho o el índice izquierdo. En cualquier caso funciona rápido y es bastante intuitivo.
Todo potencia
Si hay algo a lo que los Poco no suelen renunciar es a potencia. Igual que decíamos que en ocasiones el diseño no es la prioridad, el rendmiento sí lo es. En esta ocasión tenemos el Poco más potente de la histoia. Monta un procesador Snapdragon 870 de Qualcomm. Un chip que además de permitir mover casi todo lo que se nos antoje permite tener 5G y WiFi 6.
Con él hemos jugado, hemos hecho uso intensivo y la verdad que salvo algún momento puntual, más debido al software que al hardware, ha cumplido con nota. Más allá del chip de 7 nanómetros, los 6 GB (u 8) de RAM LPDDR5 de base y el almacenamiento UFS 3.1, lo que permite mantener este rendimiento es la tecnología LiquidCool, que enfría el procesador tras tareas exigentes.
También viene con carga rápida, en concreto de 33 W, lo que permite pasar de 0 a 100% en 52 minutos su batería de 4.520 mAh. En la práctica, tendremos una autonomía para ir más allá del día sin problemas, todo depende del uso que le demos. En nuestro caso, usando la pantalla a 120 hz acabábamos el día sin problemas. Si queremos ir mucho más allá habrá que bajarlo a 60 hz.
Además, es importante hacer una buena optimización de Miui, la capa de Android que trae el teléfono, para dejarlo en lo fundamental y necesario. Pese a que tiene un aspecto minimalista y sencillo, lo cierto es que incluye bloatware, con lo que es recomendable tanto eliminar las aplicaciones que no nos interesan como desmarcar la personalización de anuncios. En nuestro caso no hemos tenido problemas de software o malas experiencias de sistema.
Y es que la potencia se escenifica en la pantalla de 6,67 pulgadas. Tenemos un panel AMOLED de 120 hz que hace que la fluidez sea lo que se espera de un gama alta, aunque aquí lo tenemos a un tercio de precio. Además, si lo que queremos es jugar con él, también cabe tener en cuenta que responde muy bien con una frecuencia de muestreo táctil de 360 hz.
Más allá de la agilidad y la fluidez, el panel se ve bien. Tenemos FullHD+, compatibilidad HDR10+, 1.300 nits de brillo máximo y una relación de contraste de 5000000:1. La resolución es quizá el punto flaco con 400 ppp, pero es suficiente para tener una buena experiencia gracias a un buen contraste y una excelente personalización. La experiencia de visionado de contenido se complementa con sonido Dolby Atmos gracias a sus dos altavoces.
Cámara: cumple pero no sobresale
El Poco F3 cuenta con una configuración de cámara con triple lente y si el resto del teléfono es sobresaliente, no se le puede poner la matrícula de honor por su cámara. ¿Eso quiere decir que sea malo en el apartado fotográfico? En absoluto, pero aquí no tendremos la experiencia de gama alta que sí tenemos en el resto de apartados.
Disponemos de una cámara principal de 48 megapíxeles, un macro de 5 megapíxeles, un ultra angular de 119 grados y una cámara frontal de 20 megapíxeles. Un conjunto cuyo rendimiento quedan por debajo del conjunto del teléfono, pero que se defiende bien contra teléfonos en su mismo rango de precio, salvo el Pixel 4a.
Aunque las cámaras son versátiles, hay que tener en cuenta que en el ultra angular perderemos definición, mientras que para sacar verdadero partido al macro habrá que tener un pulso realmente preciso. La mejor opción de las tres es disparar con el sensor principal, con la resolución completa de 48 megapíxeles, que será con la que tendremos mayor detalle.
La cámara en general se comporta bien con buena luz y condiciones óptimas, aunque el sistema de reconocimiento de imagen y el HDR tiende a sobresaturar algunas escenas. Eso sí, cuando tenemos luces fuertes con contrastes duros o con baja iluminación sufre más.
Con respecto al vídeo podremos grabar hasta en 4K a 30 fps. Tenemos ciertas alteraciones de enfoque y se echa en falta un mejor sistema de estabilización. Por contra, se agradecen los modos y montajes que incluye la aplicación de cámara que son bastante resultones.
En suma, la cámara impide ponerle el sobresaliente completo al teléfono. Sin embargo, en general rinde de forma notable y sólo los muy exigentes pueden sacar punta a los resultados que el Poco F3 ofrece rondado los 300 euros. Destaca con respecto a su precio.
¿Me lo compro?
Si buscas un teléfono potente, bonito, con buen rendimiento al menor precio posible, el Poco F3 es la compra recomendada. Sin duda. Es muy díficil no recomendar este teléfono, es la compra maestra para la gran mayoría de usuarios que buscan un teléfono bueno, bonito y barato por no más de 350 euros.
Como alternativas, aunque le superan en precio, podremos encontrar el OnePlus Nord o el mencionado Google Pixel 4a. Cada uno enfrentan unas necesidades distintas y van a un público diferenciado. Pero el Poco F3 es un serio candidato a ser el móvil que pasar a recomendar sin pensar demasiado, y más si ronda los 330 euros como ahora.
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