El mercado está viviendo una avalancha en lo que a pulseras inteligentes se refiere. De Huawei a Realme pasando por Samsung. Una buena cantidad de fabricantes de hardware con presencia en España han querido lanzar su propia alternativa para derrotar a la todopoderosa Xiaomi, referencia absoluta con la Mi Band.
En este caso, Oppo ha hecho lo propio con la Oppo Band. Una pulsera que llega en dos versiones, una pensada para el deporte y otra con un toque más elegante (pese a que ambas son exactamente iguales en su interior). En este caso, hemos analizado la versión para deportistas, que se diferencia de su hermana principalmente en la correa.
No estamos ante un dispositivo que destaque en exceso de su competencia, pero sí que está suficientemente equilibrado para los aficionados que quieran empezar a tomarse en serio el deporte y quieran algo sencillo. Pero ¿es suficiente para justificar los 49 euros que cuesta?
Ligera pero robusta
El modelo deportivo cuenta con un diseño más tradicional, con un hueco redondeado en el que va el dispositivo, mientras que la versión Style tiene un soporte metálico alrededor que la hace más estilizada.
En cuanto al diseño, la principal virtud de la Oppo Band su ligereza y tamaño. No es voluminosa y se hace perfecta a cualquier brazo. Muchas pulseras inteligentes tienden a ser o demasiado grandes o demasiado pequeñas. Esta sin embargo tiene un buen equilibrio tanto de tamaño como de peso.
Tiene una pantalla AMOLED de 1,1 pulgadas a color, con una resolución de 126 x 294 píxeles y un peso en torno a los 10 gramos. La correa tiene una longitud de entre 130 y 205 milímetros, con un ancho de 15 mm. Una correa hecha en una goma suave que se hace muy agradable al tacto y da una sensación de robustez.
No tenemos ni un solo botón en el dispositivo, ni micrófono, ni altavoz. De hecho, los únicos elementos que podremos palpar directamente además de la pantalla serán el sensor de ritmo cardíaco, con sus característicos LEDs verdes y el de SpO2 (oxígeno en sangre). Además, tendremos debajo los dos pines de carga.
Dejando de momento a un lado el tema de la autonomía, el único 'pero' que le ponemos al diseño de la Oppo Band es el sistema de carga. Es recomendable sacar la pastilla de la correa, para que podamos luego encajar los pines en el pequeño compartimento y conectarlo vía USB. El sistema de enganche, aunque robusto, nos ha parecido un poco tosco y las primeras veces no da muy buenas sensaciones.
Una buena AMOLED
El punto más importante de este dispositivo es su pantalla. Al no tener botones de ningún tipo, será a través de ella la forma en la que podremos interactuar con la pulsera. El AMOLED destaca y es agradable de usar. No tenemos unos marcos especialmente bien aprovechados, pero no es algo en lo que nos vayamos a fijar si estamos haciendo deporte (salvo si tenemos dedos muy grandes).
De hecho, la gracia de su panel AMOLED es que disimula estos marcos, ya que prácticamente toda la interfaz es negra -y el fondo también lo es-, por lo que los píxeles se apagan y da una sensación de tener una pantalla mayor. Tampoco es un problema, ya que esta pantalla brilla por sí sola gracias a sus capacidades.
Contamos con un brillo lo suficientemente bueno para que se pueda ver a la luz del día y la resolución da una imagen definida y nítida. Aunque hay que recordar que no tenemos sensor de proximidad, lo que elimina la posibilidad de tener un brillo automático. Sí, tendremos que cambiar todo el rato el brillo de forma manual, si así lo queremos.
La interfaz de la Oppo Band permite personalizar de cierta forma la pantalla de inicio principal, permitiéndonos elegir efectos e imágenes preinstaladas en la pulsera o elegir una de la aplicación para nuestro smartphone. También podremos poner fotografías de nuestra galería, aunque hay que tener en cuenta el pequeño tamaño de la pantalla.
Precisa y funcional
Pasemos a su funcionalidad. La Oppo Band tiene en su interior hasta 12 modos deportivos. Para un deportista curtido en el entrenamiento diario pueden sonar a pocos, pero para un aficionado que quiera empezar, son más que suficiente. Esta es la lista de modos a los que podremos acceder:
- Bádminton
- Carrera al aire libre.
- Carrera en interiores
- Carrera para quemar grasa
- Caminata
- Ciclismo al aire libre
- Ciclismo en interiores
- Críquet
- Elíptica
- Natación
- Remo
- Yoga
Adicionalmente a esto, la pulsera es capaz de realizar mediciones relacionadas con el sueño, medir nuestro nivel de oxígeno en sangre y la frecuencia cardíaca en ese momento. Todas orientativas que en ningún momento deben sustituir a las pruebas que un profesional médico o dedicado al deporte nos realice.
Haciendo ejercicio, la pulsera nos dará un pequeño listado de datos, como las calorías quemadas, un registro de las pulsaciones, los pasos o la duración del ejercicio. También accederemos a una pequeña sección con gráficas de varios tipos, como la frecuencia cardíaca o la cadencia. También podremos establecer un modo de deporte libre, aunque los datos recogidos en dicho modo serán menores.
Si así lo queremos, podremos pedirle a la pulsera recoja en un registro toda la ruta realizada en caso de quererlo así. Aunque en este caso, no tendremos GPS, por lo que la pulsera usará el de nuestro smartphone.
Tanto la medición de frecuencia cardíaca como la monitorización del oxígeno en sangre nos han parecido precisas, y no hemos recibido datos que no concordasen o picos exagerados. Respecto al sueño, podremos activar una opción para monitorizar el SpO2 durante el sueño, algo que consumirá bastante batería.
No recomendamos activar esta opción en exceso, ya que si nos movemos mucho en la noche, la métrica será algo imprecisa. Idealmente, funcionará mejor si nos quedamos quietos y dejamos que la pulsera recoja adecuadamente los datos, pero esto dependerá del usuario.
Finalmente, si medimos el sueño y su resumen, tampoco encontraremos problemas, siendo capaz de detectar nuestros ciclos de sueño y los cambios en nuestro SpO2. Como cualquier aplicación de salud, nos dará consejos e información relacionada con nuestro sueño diario para mejorarlo.
El único apartado sobre la funcionalidad que nos otorga la Oppo Band que sentimos que está ciertamente limitada es que con la pulsera podremos recibir notificaciones y llamadas, pero no podremos interactuar con ellas. No es ni mucho menos algo grave, ya que esta pulsera no es un smartwatch, pero sí algo a tener en cuenta.
12 días de autonomía
La Oppo Band promete hasta 12 días de autonomía, y tarda poco más de una hora en cargar su batería de 100 mAh. Esta es una estimación que variará enormemente de nuestro uso; cuanto más usemos, por ejemplo, el sensor de ritmo cardíaco o la monitorización continua del sueño, más rápido se drenará la batería. También dependerá de otros factores, como el brillo de la pantalla y de las funciones para despertarla, como la de girar la muñeca.
En nuestro caso, hemos limitado algunas funciones como la monitorización SpO2 continua en el sueño o el encendido automático de la pantalla. Haciendo uso del resto de funciones, hemos conseguido entre 4 y 6 días de autonomía, dependiendo de nuevo del brillo que necesitáramos para ciertos días de ejercicio. Tened en cuenta que si usáis mucho la pulsera y todas sus funciones, esta cifra podría bajar considerablemente.
Perfecta para principiantes
Cualquier usuario, desde el más deportista hasta a un principiante, puede usar esta pulsera. Quizás los más activos se vean limitados en ciertos aspectos del ejercicio físico y la medición del mismo, aunque asumimos que estos requerirán de equipamiento más especializados. La clave está en los detalles.
Y es que aunque los usuarios principiantes se vean más que satisfechos con la Oppo Band, otros que no estén acostumbrados a este tipo de aparatos pueden echar en falta algunos aspectos, como el brillo automático o el GPS integrado. No obstante, si estos detalles no son relevantes para el usuario y quiere algo ligero y robusto, puede estar satisfecho.
El gran problema es que el sector de las pulseras inteligentes está muy reñido, con muchas opciones disponibles en el mercado y, encima, con Xiaomi dominando con mano de hierro gran parte del mismo con sus numerosos accesorios. La Xiaomi Mi Band es un claro ejemplo. Oppo logra un digno rival para batir a la pulsera de Xiaomi, y aunque su precio oficial son 49 euros, se puede encontrar rondando los 40 euros.
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