Probamos el portátil Asus pensado para los creadores más exigentes: así es el ProArt Studiobook
Ponemos a prueba el Asus ProArt Studiobook, un ordenador portátil con potencia y diseño pensado para dar el máximo rendimiento en trabajos creativos.
26 octubre, 2021 19:05Noticias relacionadas
Los ordenadores portátiles ya no son exclusivos de aquellos profesionales que buscan contestar correos o redactar algún documento mientras viajan. Otros trabajadores con necesidades más exigentes como los youtubers, desarrolladores o fotógrafos se han sumado a este mercado y las marcas tratan de conquistarles con sus dispositivos más potentes e innovadores, como este ordenador de Asus que llegará en los próximos meses a España.
Así se presenta el Asus ProArt Studiobook 16, como un ordenador de gran potencia y con un diseño diferencial para crear cualquier contenido de forma fluida y cómoda. Su principal cualidad es el dial físico con el que la compañía pretende ofrecer una alternativa más rápida para los comandos del teclado y complementar al trackpad.
En EL ESPAÑOL - Omicrono hemos puesto a prueba durante varias semanas este dial, la pantalla OLED de 16 pulgadas, así como su procesador AMD Ryzen 9 y la gráfica NVIDIA GeForce RTX 3070 para ver hasta dónde puede ofrecer este portátil de Asus, cuyo precio va desde los 2.500 euros.
Diseño y dial
Lo primero que percibe uno al encontrarse frente al Asus ProArt Studiobook es que se trata de un ordenador imponente en peso y dimensiones. Al fin y al cabo, cuenta con una pantalla de 16 pulgadas y pesa 2,40 kg. Su acabado en negro mate es limpio, a prueba de huellas, y se complementa con el teclado retroiluminado.
Una vez desplegado, todas las miradas van al dial o rueda que se coloca en el lateral izquierdo del trackpad, debajo del teclado. No es una novedad exclusiva de Asus, otras marcas también han trabajado también ha trabajado con opciones similares, pero es una incorporación interesante para un portátil.
A diferencia de otros elementos como el trackpoint de los ThinkPad, esta rueda no controla el ratón, su función es ayudar al trackpad. Mientras nuestra mano derecha dirige el puntero por la pantalla, la izquierda gira la rueda en busca de funciones rápidas y saltos de una ventana a otra.
Para configurarlo al gusto de cada usuario está el programa ProArt Creator Hub, donde existen las opciones de ajustar el dial según las funciones de Asus o las de los ajustes de Windows 10 Pro. El dial es compatible con el sistema operativo y ciertas aplicaciones, pero sobre todo está pensado para usarse con Photoshop, Lightroom Classic, After Effects y Premiere Pro. Más adelante se incluirá la compatibilidad con otras aplicaciones de edición.
Al no ser expertos en fotografía ni creadores de contenido audiovisual, hemos centrado más nuestra experiencia en el uso de esta rueda con Windows y aplicaciones diarias para el trabajo. Con el dial, subimos y bajamos el volumen de la música, el brillo de la pantalla, hacemos scroll por cualquier página o documento, hacemos zoom o saltamos de una ventana a otra.
En líneas generales, son las funciones que podemos activar desde el teclado con distintos comandos. Incluso es posible aplicar funciones específicas para cada programa, como saltar de una ventana a otra dentro del navegador de Google Chrome. La propuesta es interesante, pero no fácil de aplicar en la práctica.
Manejar con soltura el dial y configurarlo para que realmente sea una herramienta práctica y un acceso más rápido a esas funciones es un trabajo al que hay que dedicarle varios días, por no decir semanas. Es verdad que al final se acaba adquiriendo destreza, como girar el volante con una mano y cambiar de marcha con la otra conduciendo. Sin embargo, tras varias semanas todavía no podemos decir que nos hayamos sacado el carnet de conducir del Asus ProArt Studiobook.
Aunque Asus asegura que solo los programas de edición de Adobe cuentan con compatibilidad para manejar el dial, otros sistemas como Paint 3D de Windows también permiten elegir color o cambiar el grosor del pincel con esta rueda. Para los dibujantes, usar el dial al mismo tiempo que realizan el trazo sobre el trackpad con un lápiz electrónico, puede ser una opción a tener en cuenta.
El trackpad, por otra parte, es de buen tamaño. Se trata de una herramienta precisa y rápida que presenta tres botones en la parte interior. El fabricante ha integrado un tercer botón para diseñadores 3D que necesitan controlar la rotación y panorámica del trabajo que están creando.
El protagonismo del dial y el trackpad dejan al teclado relegado a un segundo plano. Las teclas son grandes y el recorrido corto (1,4 mm), pero no nos ha resultado cómodo para escribir durante largo rato, no es dispositivo para escritores. Con el panel numérico en el lateral, las letras quedan apartadas a un lado del ordenador.
Otros detalles del diseño a destacar son el lector de huellas en la tecla de encendido. Es rápido y eficaz, solo con rozarlo ya se desbloquea y podemos ponernos a trabajar. También encontramos una pestaña que cubre la cámara frontal encima de la pantalla para mayor seguridad.
La cámara HD que se esconde tras este obturador consigue una calidad aceptable para realizar videollamadas y maneja bien el control de la luz. Está cámara también permite desbloquear el ordenador con el reconocimiento facial de Windows Hello.
En los bordes del ordenador integra un puerto HDMI 2.1 que ofrece la posibilidad de conectarlo a monitores externos y transmitir contenidos en 8K de resolución y a 120 Hz de velocidad. Además, contamos con un jack para audio de 3,5 mm y un lector de tarjetas SD Express 7.0 en ese lado, mientras que al otro hay un USB tipo A y dos tipo C.
Imagen y sonido de calidad
Usemos o no el dial, la pantalla es uno de los pesos pesados de este ordenador de la que no puede prescindir si quiere dirigirse a un público centrado en la creación de contenido. Hablamos de un panel OLED que ocupa el 85% del frontal. Asus podría haber reducido algo más los bordes, pero al margen de este detalle, la pantalla sigue siendo de un tamaño importante para un portátil.
Los 550 nits de brillo máximo son suficientes para contrarrestar situaciones de mucha luz si se quiere trabajar al aire libre y disfrutar de su resolución 4K (3840x2400 píxeles). A la hora de ver contenidos como videos o fotografías, la imagen es nítida, completa en detalles y con colores naturales gracias a la calidad que ofrece la tecnología OLED.
Por la parte de abajo apuntando hacia el usuario están los altavoces que se encargan de que la calidad entre imagen y sonido vayan de la mano. Los altavoces de Harman Kardon proyectan el sonido con fuerza y claridad fuera del equipo.
Potencia sin calor
El salto del ordenador de trabajo que estamos habituados a utilizar, un portátil de gama media para escribir y consultar internet, a este es considerable. Hemos tratado de darle todo el trabajo que se nos ha pasado por la cabeza al mismo tiempo, abriendo un buen número de aplicaciones, procesando videos e imágenes y saltando de un programa a otro.
El procesador AMD Ryzen 9 5900HX (4.4 GHz de velocidad máxima) junto con la tarjeta gráfica NVIDIA GeForce RTX 3070 consiguen trabajar con fluidez. Estos componentes se apoyan en 32 GB de memoria RAM y 2 TB de almacenamiento interno. En definitiva, es un equipo completo y preparado para rendir de forma excelente con ante cargas de trabajo exigentes.
A pesar de la fuerza de trabajo de este ordenador, no es un equipo que se sobrecaliente en exceso. Mantiene el calor a raya (hasta los 140W de rendimiento) gracias a un sistema de refrigeración con ventiladores dobles de 102 aspas, dice la marca que son los primeros en usar más de 100 aspas. Así Asus evita estrangular el ordenador cuando más se necesita su potencia.
En los laterales, el calor se expulsa por hasta seis tubos diferentes. La compañía ha calculado que este sistema produce unos 40 dBA, nuestras mediciones con el móvil han calculado un poco más de esa cifra. El sonido cuando el ordenador se está usando de forma habitual no llega a ser molesto, pero depende de la situación. Si forzamos la máquina para ver toda su capacidad, los ventiladores dejan muy claro que están trabajando.
Para controlar el rendimiento y ciertas funciones específicas de este portátil enfocado a la creación de contenido, el fabricante ha instalado un programa que ya hemos mencionado anteriormente, ProArt Creator Hub. Desde su tablero de control es posible comprobar el estado de la carga, el uso de la memoria o el funcionamiento de los ventiladores.
Incluye un Modo Renderizado para centrar la potencia gráfica del dispositivo en determinadas tareas y preservar el estado de la batería. También se pueden agrupar los programas y aplicaciones por trabajo y calibrar la pantalla y otros componentes como el dial o el trackpad. El Creator Hub ha resultado ser una herramienta muy útil para conocer mejor el ProArt Studiobook.
Por último, antes de valorar en líneas generales este modelo, toca detenerse en su batería. Es de iones de litio de 4 celdas (90 WHrs) lo que supone una autonomía de toda una jornada de trabajo, aunque esto depende de la exigencia de las tareas que se realicen. El sistema de carga es de 240W.
¿Me lo compro?
Como ya te habrás dado cuenta, el Asus ProArt Studiobook 16 no es un ordenador para todos. Esta bestia está enfocada al consumidor más exigente que necesita un equipo capaz de aguantar una jornada de trabajo que sería agotadora para otros dispositivos. Pero sobre todo, se debe tener un buen presupuesto para poder pagar los más de 2.499 euros que costará este modelo cuando salga al mercado español y europeo a finales de año.
Asus es una marca acostumbrada a innovar en el diseño de sus portátiles más profesionales. Lo hemos visto en otras ocasiones con el Zephyrus Duo con doble pantalla y lo vemos ahora con su dial para surfear entre funciones. No obstante, estas innovaciones requieren dedicación para crear un vínculo cercano entre ordenador y usuario y sacarle el máximo partido al dispositivo.
En el caso de que el coste no sea un impedimento y se esté buscando un ordenador potente, con buena pantalla y acabados. El Asus ProArt Studiobook 16 ha demostrado ser un ordenador a tener en cuenta para los que necesitan volar durante sus procesos creativos.
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