Probamos la Fitbit Charge 5, la pulsera de Google que mide el deporte que haces y lo estresado que estás
La pulsera Fitbit Charge 5 se ha presentado con una pantalla a color, un diseño más ligero y funciones más premium como la medición del estrés.
5 noviembre, 2021 19:20Noticias relacionadas
Desde su llegada a España, los relojes y pulseras de Fitbit han evolucionado con un objetivo claro, ser parte del día a día del usuario tanto como a la hora de entrenar. La Fitbit Charge 5 encarna ese lema monitorizando la reacción de nuestro cuerpo en los entrenamientos y vigilando el estrés durante todo el día.
La gama Charge es una de las más vendidas de la marca, que ahora se renueva con este último modelo más ligero, delgado y con más funciones. La pulsera hereda de relojes más premium novedades desarrolladas por Fitbit para gestionar la salud física y mental.
Durante varias semanas, en EL ESPAÑOL - Omicrono, hemos puesto a prueba esta pulsera. Por 179 euros, mide el estrés, la frecuencia cardiaca, la calidad del sueño, la salud menstrual y 20 deportes para ponerse en forma.
Diseño ligero
Nos acompañan a todas partes, al trabajo, al gimnasio, incluso a la cama; los relojes y pulseras inteligentes son una extensión de nuestro cuerpo que debe pasar desapercibida durante las muchas horas que la llevemos puesta. Por eso, las marcas prueban con diferentes diseños con los que dar más ligereza al dispositivo.
Las manos que firman este análisis no suelen llevarse bien con cualquier reloj inteligente. Durante años, el hardware que escondían hacía que estos accesorios fueran abultados y sus correas de goma acababan provocando heridas en las muñecas. La comodidad no era una de sus cualidades y mucho menos para dormir con ello.
La Fitbit Charge 5 pretende que nos olvidemos de ella durante el mayor tiempo posible. Es ligera y bastante delgada (10% menos de grosor que la Charge 4), por lo que no molesta en exceso, incluso si pasas todo el día con ella puesta.
Con este nuevo modelo, Fitbit deja atrás el estilo recto de la Charge 4 y adopta un acabado más curvilíneo, lo que es de agradecer. Dentro de esos bordes redondeados se integran los sensores para medir el nivel de estrés de la persona, cualidad que ha heredado de otros relojes de Fitbit y de la que hablaremos antes.
La correa de goma también ha cambiado de diseño, presenta dos aperturas en forma de 8 por las que pasa el otro extremo y se engancha. En la caja se ofrecen dos tamaños para que cada uno elija la medida que más le convenga, eso sí, la pulsera no ofrece dos tamaños distintos.
Aunque el frontal parece de buen tamaño, no toda la superficie (3,6 x 2,2 cm) es la pantalla, ya nos gustaría. El panel Super AMOLED táctil es un pequeño rectángulo en el centro de la parte frontal y su gran novedad es el color. La hora y los iconos de la pulsera se ven con claridad tanto en interiores como exteriores, con colores brillantes.
Fitbit ha diseñado una interfaz rápida de comprender, por la que podemos navegar con sencillos toques con los dedos. Sin embargo, en determinados momentos el diseño se vuelve algo abrumador, lleno de símbolos y datos que sobrepasan a una pantalla tan pequeña.
Por ejemplo, cuando se está haciendo ejercicio y se quiere consultar el tiempo o la hora en un vistazo, la pantalla muestra muchos datos y es difícil dar con lo que se busca. Es un detalle a mejorar, que no empaña el buen resultado que nos ha dado este sistema operativo durante las semanas que lo hemos usado.
Medición deportiva
Al margen de los deportes más clásicos que monitorean estos aparatos como correr, caminar o montar en bicicleta, la Fitbit Charge 5 también permite marcar otros deportes como yoga, tenis, kickboxing, artes marciales, pilates, spinning, golf, entrenamiento al aire libre, pesas o senderismo, entre otros. Al ser resistente al agua hasta los 50 metros de profundidad también permite usarlo en la playa o la piscina.
Para medir todos esos tipos de deportes, la pulsera se basa en varias mediciones, una es el GPS. La ventaja que aporta este chip, es la posibilidad de registrar la distancia recorrida y no depender del teléfono que lo puedes dejar en casa si no quieres recibir llamadas o mensajes y concentrarte en el deporte.
También es capaz de registrar la frecuencia cardiaca durante todo el día y alertarnos si nuestra pulsación está alcanzando un ritmo peligroso. Esta función, sumada a la medición del nivel de oxígeno en sangre (SpO2) sirven al dispositivo para saber si respiramos bien mientras dormimos o si nos cuesta mucho recuperarnos tras un entrenamiento.
Precisamente esta es una de las funciones que Fitbit ha anunciado recientemente, Daily Readiness. Un sistema para saber si debemos hacer más ejercicio o descansar. La función se encuentra en la plataforma Premium de la firma cuya suscripción cuesta 8,99 euros al mes a través del sistema de pago de Google Play. Con la compra de esta pulsera, Fitbit regala seis meses de acceso gratuito a esta sección exclusiva de su aplicación, con tutoriales y más mediciones.
El sistema recoge esos datos, junto con el resto de actividad física del día a día, como la calidad del sueño, el tiempo que tardamos en recuperarnos tras un entrenamiento y otros parámetros para determinar el nivel de estrés que acarreamos y generar una puntuación.
Medición de estrés y sueño
Una de las principales funciones de esta pulsera y que no supone un coste extra para su comprador es el sensor EDA. Se trata de un medidor del estrés que Fitbit estrenó con el reloj Sense y ahora integra en este producto. El sensor registra la actividad electrodérmica, es decir, los pequeños cambios eléctricos que refleja la piel.
Este peculiar sistema se aloja en dos sensores a cada extremo de la pulsera donde se deben colocar la yema de los dedos. La medición tarda unos 3 minutos en los que se debe respirar con calma y no apartar los dedos de los sensores. Es un proceso que no requiere mucho esfuerzo, pero sí constancia y paciencia para hacer un estudio completo durante días y obtener resultados.
Por mi parte, no se puede decir que haya sido lo suficientemente constante para que los resultados fueran concluyentes, pero sobre todo porque los momentos en los que hemos puesto en marcha esta función, el estrés no era muy alto. Por estos motivos, la función EDA no es lo que más nos ha llamado la atención de este dispositivo.
Sí resulta más claro, el estudio del sueño. Como ya viene siendo habitual en la mayoría de wearables de este formato, la pulsera Fitbit Charge 5 analiza la calidad del descanso de la persona durante las horas que está dormida por la noche. Con sus métricas podemos saber el tiempo de permanecemos en sueño REM o ligero.
Estos datos los obtiene gracias a la medición de la frecuencia cardíaca y la saturación de oxígeno en sangre. El resultado es un análisis bastante completo de la calidad del sueño con el que es posible aprender más sobre cómo funciona y conseguir algunos consejos para alcanzar una rutina adecuada y descansar más.
Durante la noche, la pulsera no resulta muy molesta al ser ligera y pequeña que, por ejemplo, un reloj inteligente. Además, Fitbit cuenta con una serie de funciones para evitar que las notificaciones o el brillo de la pantalla nos despierten en pleno descanso.
Notificaciones y Autonomía
La memoria guarda todos tus datos de movimiento durante siete días, pero en cuanto se acerca al teléfono actualiza la información a través de la conexión Bluetooth para guardar las métricas en la aplicación, donde resulta mucho más cómodo consultar los avances. La aplicación se puede descargar en Google Play y Apple Store.
Una vez registrados con los datos de usuario y vinculado el dispositivo, o varios dispositivos de Fitbit, podemos empezar a configurar todos los aspectos. Es posible descargar más aplicaciones para la pulsera, nuevas esferas para el reloj y gestionar qué apps de mensajería pueden enviarnos notificaciones.
Resulta muy práctico poder leer los mensajes de WhatsApp desde la muñeca y contestarlos con respuestas cortas preestablecidas. Las respuestas se indican previamente en el móvil como "Ok" o "Ahora no puedo hablar", y luego las podemos marcar desde la pulsera. Lo mismo ocurre con las llamadas, si queremos contestar, es posible descolgar desde el dispositivo y este manda la orden al teléfono. Si vamos corriendo con los auriculares puestos y no queremos sacar el móvil, es una función muy útil para poder hablar.
Esta pulsera también cuenta con tecnología NFC que permite pagar en establecimientos con ella. Solo es necesario introducir una de las tarjetas de crédito en el sistema Fitbit Pay para vincularlo con ese dispositivo. Por el momento, Fitbit no colabora con muchos bancos en España, pero sí con los principales. El dispositivo pide una contraseña cada vez que se quiere realizar un pago para mayor seguridad.
Por último, es importante recalcar la autonomía de este wearable. Aunque quizás hay que indicar primero que su duración depende mucho del uso que se le da. Si solo recurrimos a esta pulsera para hacer deporte durante una hora al día, su batería resiste más de una semana, casi dos.
Por el contrario, si la llevamos con nosotros las 24 horas del día, la carga desciende más rápidamente y como mínimo da aproximadamente una semana. Una vez descargada, tarda en volver a llenarse unas dos horas.
¿Me lo compro?
Las pulseras y relojes inteligentes cada día cuentan con más métricas y funciones para analizar la salud y la actividad día a día. Muchas de estas nuevas funciones no son de utilidad para todo el mundo. Por ejemplo, Fitbit también ofrece un seguimiento de la menstruación para sus usuarias que, como muchas otras aplicaciones, ayuda a conocer el funcionamiento del ciclo menstrual, valorar si los síntomas son normales o debemos ir al médico y conocer los mejores días para las que quieran quedarse embarazadas.
Para aquellas personas que sufren de estrés, puede ser útil el sensor EDA. Pero lo que sí pueden valorar todos los usuarios, es la comodidad de esta pulsera, su fiabilidad para contar los pasos, las calorías quemadas y no depender tanto del móvil para ver mensajes o recibir llamadas mientras hacemos deporte.
La Fitbit Charge 5, no es la pulsera más barata del mercado con sus 179,95 euros de precio y sin embargo, es un modelo repleto de opciones que ha mejorado con respecto a modelos anteriores. Su buena autonomía, la pantalla a color con brillo suficiente para ver con claridad en la calle y la medición durante el deporte son sus principales bazas y hacen que sea una pulsera interesante para quienes buscan hacer deporte, pero también contar con un dispositivo de diario.