Clac-clac-clac-clac-clacá, pocos sonidos hay más caraceterísticos que el de un teclado mecánico cuando se mecanografía a toda velocidad. Esta sensación de trabajar con algo diferente a lo que se suele encontrar habitualmente en el mercado ha hecho que, por ejemplo, el interés por los teclados mecánicos personalizado haya crecido en España, con auténticos entusiastas que se crean sus propios dispositivos.
Sin embargo, esta fiebre por los teclado mecánicos no sólo cuenta con el reclamo del cómo suenan o cómo de cómodos son para teclear, sino que muchos se fijan en ellos desde el punto de vista estético. Con lo bien que quedan en el escritorio donde están. Es justo en este punto donde Logitech más se ha centrado con el lanzamiento de Pop Keys, un nuevo teclado que no deja indiferente.
El Logitech Pop Keys (99,99€) es radicalmente diferente de los teclados icónicos de la marca suiza. Mientras que el MX Keys o el reciente MX Keys Mini buscan ser silenciosos y pasar desapercibidos en la oficina volcándose en la productividad, el Pop Keys es un torrente de color y aspira a ser el elemento que destaque en un escritorio set up.
He pasado la última semana con él para comprobar si de verdad merece la pena más allá de lo bien que queda en mi escritorio. Tiene luces y sobras, aunque soy consicente de que quizá el principal problema del Pop Keys es que no estoy seguro de que sea para mí.
Perfecto para posturear
Si hay una característica que en el Pop Keys brilla por encima del resto es —sin duda— su diseño. No sólo cuenta con una estética que hace recordar al de una máquina de escribir con los botones redondeados que le aporta un toque retro y llamativo, sino que también llega al mercado en una serie de colores para no pasar desaparecibidos.
El modelo que he probado es el amarillo y negro, aunque en la distribución de teclas también se pueden apreciar algunas en gris e incluso la tecla escape parece marcar la guinda del diseño del dispositivo con un llamativo finalizado en dorado. Sin duda, no pasarás desapercibido. Pero el teclado no viene sólo, si queremos tener todo el set up a juego habrá que comprar el ratón Pop Mouse (39,99€) y la alfombrilla Desk Mat (19,99€) a juego, los complementos para hacer más chic la experiencia.
El estilo retro de las teclas con los bordes redondeados y cierta holgura para acomodar el dedo hace que las teclas de función pasen a un segundo plano. Y es que en cuestión de funcionalidades, lo más llamativo del teclado está en el lado derecho. Se dispone de una hilera de cinco teclas desde la que se pueden mandar directamente emojis, una decisión de diseño que lo confirma: este teclado no es para trabajar, es para que te lo pases bien en el ordenador.
De serie viene con un emoji enamorado, uno que llora, otro contento, otro que ríe a carcajadas, así como una última tecla que despliega el menú de los emojis, para que elijamos sobre la marcha. En la caja se incluyen además otras cuatro teclas para intercambiar los emojis. Sin embargo, para poder hacer uso de ellos por primera vez —o cambiarlos por otros— será necesario instalar el software de la compañía, un paso que obliga a la configuración si se desea usar esta funcionalidad.
Si los emojis no son lo nuestro, también se pueden cambiar estas teclas por otras funciones que vayamos a usar más, sin embargo, no tiene mucho sentido hacerse con este teclado para trabajar a no ser que lo que queramos sea mandar corazones por Slack o añadir caritas de satisfacción a nuestros post corporativos de redes sociales.
Experiencia de uso
El Pop Keys forma parte de la serie Studio de Logitech, una familia de productos distinta a la que yo uso en mi día a día. Normalmente en la oficina trabajo con el MX Keys mini, mientras que en casa alterno entre el MX Keys o el Ergo, en función de cuánto voy a escribir. El cambio ha sido radical.
No sólo he tenido que cambiar mi forma de escribir o poner las manos frente al teclado hasta volver a entrenarlas y que cogiesen soltura, sino que se puede apreciar claramente que Logitech no busca la productividad con este teclado, sino vestir bien y que sea bonito y agradable de usar.
El sistema mecánico que emplea es confortable, sin embargo, no lo recomendaría para usar en una oficina. Es demasiado ruidoso para trabajar con otra gente y, aunque placentero para escribir sobre él, puede llegar a ser molesto para los demás. Olvídate de trabajar en silencio, sabrán que estás tecleando.
Por otro lado al tratarse de un teclado mécanico de 75%, (es más compacto que un teclado habitual), se echan de menos algunas funciones. No es un problema excesivamente grande ya que desde el software propio se puede personalizar al gusto. Sin embargo, sí que me ha dado más problemas la disposición de las teclas de emojis junto al botón Enter, pues están demasiado cerca de la tecla intro y he mandado algún emojir sin querer quedando totalmente fuera de contexto.
Por lo demás, del Pop Keys podemos esperar todo lo bueno que ofrecen los teclados de Logitech: fiabilidad, capacidad de emparejamiento con varios equipos, así como funciones que van desde el dictado de comando a silenciar el micrófono.
Un detalle importante a tener en cuenta es que este teclado no cuenta con batería recargable sino que incluye una pila. Aún así Logitech promete una larga duración de la misma —3 años de uso— con lo que no parece que nos vaya a dejar colgados a mitad de conversación.
¿Me lo compro?
El Logitech Pop Keys no es un teclado para todos. Es perfecto para aquellos que quieren tener un teclado bonito en su escritorio con la idea de no sólo mejorar su espacio personal, sino también poder compartirlo en redes. Es cómodo de usar y, aunque no está pensado para uso profesional como la gama MX, sí que puede ser un complemento perfecto para trabajos más sociales o cercanos con una comunidad de usuarios.
Otro de los puntos a favor de este Pop Keys es que se suma en la moda de los teclados mecánicos. Puede ser una solución perfecta para aquellos que quieren acercarse a esta sensación de picar tecla con la comodidad y experiencia que da un teclado mecánico, pero sin complicarse la vida. Quizá no tengan el purismo de montarse su propio teclado, pero es una solución cómoda y fácil para saber cómo es un teclado de este tipo.
Por el contrario, si tu prioridad es el silencio a la hora de escribir o quieres pasar horas de escribir código o grandes textos, te recomendaría que buscases otras soluciones de la marca —como la familia MX— en la que te encontrarás más cómodo.
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