La gran barrera del idioma se ha terminado. O eso es al menos lo que pretende el traductor de bolsillo Vasco M3. Este dispositivo se ha convertido en uno de los más populares de su segmento en España tras un par de generaciones en las maletas y mochilas de los viajeros menos reticentes con las lenguas extranjeras.
Porque, si ya es complicado llegar a la otra punta del mundo, lo es todavía más si se desconoce por completo el idioma, y emplear alternativas como el inglés no es una opción. El Vasco M3 de 299 euros ha pasado por mis manos estas últimas semanas donde ha tenido la complicada tarea de acompañarme en un viaje a Nueva York, destino donde el roaming —esta es una de las claves del dispositivo— no está cubierto por mi operadora.
Batería cargada a tope, funda de silicona puesta y Vasco M3 acomodado en un bolsillo a mano para sacarlo a la más mínima duda. Tan solo queda ver cómo se desenvuelve en La Gran Manzana y poder probarlo en un futuro con los más de 70 idiomas que incorpora.
¿Cómo funciona?
Una de las características más positivas del Vasco M3 es la facilidad con la que se configura. En 3 o 4 minutos todo está listo para comenzar a funcionar gracias a un proceso de puesta a punto muy sencillo y enfocado a toda la familia. Unos pocos pasos separan el primer arranque del dispositivo con la capacidad para comenzar a traducir a diestro y siniestro.
Parte de su secreto se basa en el minimalismo con el que ha sido creado. Una pantalla táctil de 2 pulgadas —podría ser un poco más grande— corona el dispositivo. Junto con un par de botones circulares, son los únicos elementos con los que hay que interaccionar.
Tras elegir el idioma de origen —español, en mi caso— y de destino —inglés en su variante estadounidense— tan solo hay que ir pulsando los botones. El de arriba capta la voz para traducirla desde el español al inglés y el de abajo del inglés al español. El contenido traducido aparece tanto en formato texto en la pantalla como en audio emitido desde el altavoz situado en la parte trasera.
La voz empleada para la traducción de cualquier idioma hacia el español es exactamente la misma que emplea TikTok para su transcripción de texto a audio. Esto no estaría mal si no fuera porque se trata de un timbre de voz demasiado impersonal y con una marcada falta de entonación en las preguntas. En cambio, la voz inglesa parece mucho más coherente, más de persona.
El reconocimiento de voz es bueno siempre y cuando no haya mucho ruido ambiente. La marca ha incorporado un segundo micrófono para realizar la tarea de reducción de ruido —una tecnología presente en los teléfonos móviles— que minimice este problema, pero en determinados escenarios todavía le cuesta comprender.
En un lugar más o menos tranquilo, esta traducción se lleva a cabo en muy poco tiempo y depende totalmente de la cobertura móvil o WiFi a la que esté conectada, algo esencial como veremos después. Lo que sí ha parecido en mis pruebas es que, en ocasiones, no deja terminar la frase o intervención del interlocutor al no interpretar correctamente las pausas típicas del habla.
La consecuencia directa es que el audio con la traducción del Vasco M3 pisa la intervención del interlocutor extranjero, que deberá volver a pulsar el botón y comenzar de nuevo con su intervención. Para expresiones cortas funciona muy bien, pero a medida que se alarga o se concatenan varias frases se pierde más de lo que me hubiera gustado.
Roaming internacional
Aunque quizá el reclamo principal de este dispositivo es que incluye una tarjeta SIM con cobertura ilimitada en casi 200 países. Esto es, que es independiente de cualquier tarifa en roaming que puede aplicar la operadora.
A pesar de ser claramente una de sus ventajas más potentes, también tiene sus contras. En Nueva York intenté hacer una entrevista empleando el Vasco M3 y la escasa cobertura dentro del edificio arruinó todos mis planes.
La marca no indica con qué clase de conectividad cuenta —si 3G o 4G—, pero cuando la cobertura no es buena el dispositivo deja de funcionar o tarda demasiado en traducir como para mantener una conversación fluida.
Quizá otro de los puntos en los que puede mejorar el Vasco M3 es en el apartado offline o sin cobertura. Por ejemplo, Google Translator permite descargar los idiomas para poder usarlos incluso con el modo avión activado. No deja realizar la traducción por voz, pero sí mediante texto. Algo útil como último recurso y que este dispositivo podría emplear gracias a sus 16 GB de memoria interna.
Conferencias y fotos
Entre sus funciones destaca una que se llama MultiTalk y que está enfocada en realizar conferencias con hasta 100 personas, cada una hablando su idioma. Es un servicio al más puro estilo Zoom —aunque solo de audio y texto— para realizar charlas entre compañeros de trabajo o amigos y que el sistema vaya traduciendo simultáneamente todo el contenido a cada una de las lenguas maternas de los participantes.
Para ello se basa en una aplicación para smartphones iOS y Android desarrollada por la propia compañía. Y es que uno de los secretos del Vasco M3 es que en su interior no corre otra cosa que una versión muy modificada del sistema operativo Android. Algo que, por otro lado, no deja más margen de maniobra para instalar aplicaciones o funciones extras.
El Vasco M3 también incorpora una cámara de fotos en la parte trasera junto a un pequeño flash que se usa junto a una tecnología de reconocimiento de texto para su traducción. Basta hacer una foto para que el dispositivo traduzca su contenido al idioma que queramos.
En esta parte, las 2 pulgadas de la pantalla se quedan muy cortas y la resolución de la cámara no permite, por ejemplo, traducir completamente un A4 completo de una sola captura.
¿Me lo compro?
Además de todo lo anterior, este dispositivo incluye algún extra como un modo muy básico para aprender palabras en un idioma o una función especialmente diseñada para traducir llamadas telefónicas. Esta última la he podido probar con una grabación de una conversación hecha con el teléfono y el rendimiento ha sido similar que si se usa el modo normal de traducción en tiempo real.
Es un producto al que le faltan unos cuantos ajustes a nivel de software, principalmente el que deja más margen para terminar una frase sin que comience a traducir en alguno de sus 10 motores de traducción que usa. Aunque eso quizá penalizaría la experiencia de la inmediatez que sí consigue cuando hay muy buena conexión móvil o se realiza mediante WiFi.
Los 299 euros que actualmente cuesta el Vasco M3 lo convierten en una auténtica navaja suiza para aquellos viajeros que busquen olvidarse del smartphone y de las abusivas tarifas roaming fuera de los países de la Unión Europea. Si incluyera un modo más básico para cuando la cobertura escasee, una mejora para que sepa cuándo realmente ha terminado una intervención y aumenten las pulgadas de pantalla, podría ser un must de esos que hay que llevar en la mochila sí o sí.
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