Madrid

Amazon lanza hoy en España su lector de libros electrónicos más ambicioso de la historia: el Kindle Scribe. Se trata de enorme y potente ereader de 10,1 pulgadas que viene con una funcionalidad hasta ahora inédita en los dispositivos de lectura de la compañía: la posibilidad de tomar notas con un lápiz, como si de una libreta se tratase. 

De este modo, el Kindle no sólo aspira a que el usuario se olvide de los libros en papel para leer, sino que avanza sideralmente para cubrir la aspiración de aquellos lectores a los que les encanta ir tomando notas o ir escribiendo en los márgenes de las páginas para poder releer mejor. Ahora, con Scribe es posible tomar anotaciones más naturales y acercar la experiencia del papel a la pantalla.

El gran hándicap del Scribe es su precio. No está pensado para todos los bolsillos. Llega al mercado desde 369,99 euros con la versión de 16 GB y un lápiz básico; mientras que la opción más ambiciosa (64 GB y lápiz premium) asciende hasta los 449,99 euros, o lo que es lo mismo, 20 euros más que el iPad más barato que vende Apple.

Kindle Scribe Chema Flores Omicrono

Aún así, el iPad no es el rival de este dispositivo, o al menos no el más directo. El Kindle Scribe viene a tratar de triunfar en un nicho de mercado que ahora se disputan el Kobo Elipsa y el reMarkable 2, dos ereaders pensados para lectores de alto perfil. 

Tras probar el Kindle más barato, en EL ESPAÑOL - Omicrono hemos pasado la última semana usando el Kindle Scribe para comprobar de primera mano cuáles son los puntos fuertes, los aspectos a mejorar y si verdaderamente merece la pena la inversión. 

Lectura y escritura a lo grande

El reclamo del Scribe llega en dos sentidos que se complementan: una pantalla gigantesca que se ve de miedo y un lápiz inteligente que permite escribir sobre ella como si fuese un cuaderno. La aspiración de Amazon es que dejemos la libreta en casa y usemos este nuevo Kindle como nuestro nuevo dispositivo para tomar notas. 

Viene con una pantalla de 10,2 pulgadas, 3 pulgadas más que el Oasis —el que era el Kindle más grande hasta la fecha— y con un diseño ultradelgado que invita a llevarlo a cualquier parte en una mochila o bolso. No son unas dimensiones manejables (196 x 229 x 5,7 mm) para usarlo a una mano, pero su poco peso (433 gramos) hace que podamos pasar horas con él sin que nos resulte pesado o cargante. A esto hay que sumarle unos 15 gramos del lápiz que se imanta en el lateral derecho (si sujetamos el libro con la izquierda).

Kindle Scribe Chema Flores Omicrono

Sin embargo, lo que verdaderamente llama la atención por su respuesta es el lápiz. Y es que mientras que la pantalla de tinta electrónica mantiene la resolución de 300 píxeles por pulgada, la luz cálida o el ajuste automático de brillo; el lápiz responde con una fiabilidad que parece que nos movemos por una tablet de altas prestaciones aunque con un matiz, el tacto. Mover el lápiz por la pantalla se asemeja más a lo que haríamos con un folio que a cuando el Apple Pencil del iPad más barato toca la pantalla, la respuesta en la escritura es más natural.

El lápiz es realmente cómodo y muy intuitivo de usar. Los dos modelos cuentan con un botón de acción rápida que permite al usuario moverse con agilidad por las opciones —por ejemplo subrayado y escritura—. Sin embargo, el lápiz premium dispone de un borrador en la parte trasera que, como si fuese una goma, elimina lo que hayamos escrito al pasarlo por la pantalla. 

Kindle Scribe Chema Flores Omicrono

Uno de los puntos más llamativos de los lápices que Amazon incluye en estos nuevos Scribe es que no necesitan carga ni configuración de ningún tipo. Es tan fácil de usar que mi hijo de 3 años lo ha cogido y se ha puesto a usarlo del mismo modo que dibuja en clase. La experiencia digital calca a la analógica.

Lo cierto es que Amazon ha conseguido que la respuesta del lápiz sobre la pantalla sea como hacerlo sobre papel. Tanto es así que un buen uso para el Scribe puede ser la de aquellos universitarios o ejecutivos que quieren algo ligero y liviano en donde poder tomar apuntes. Pueden importar informes o temario y escribir sobre ellos. 

Borrado de Kindle Scribe Chema Flores Omicrono

Pensando en que el Scribe se convierta en nuestra libreta personal, el usuario podrá crear una serie de cuadernos —agrupables en carpetas— los cuales pueden tener diferentes plantillas según el uso que vayamos a darles. De este modo el Scribe puede servir tanto de agenda diaria en la que se va apuntando lo que tenemos que hacer, o bien de soporte en el que apuntar ideas en el momento más oportuno. 

Escritura con límites

En el Scribe se puede trabajar con documentos que se envíen a él desde la app de Kindle o desde el navegador para que aparezcan en el dispositivo y ya garabatear sobre ellos.  Una vez modificados, se podrá volver a enviar a otro dispositivo desde el propio lector. Igualmente con los cuadernos y notas de libros. 

Kindle Scribe Chema Flores Omicrono

Los primeros se convierten en PDF mientras que las notas se organizan automáticamente según el libro dentro de un mismo directorio para que el usuario pueda navegar y exportar tus notas entre ellas y enviarlas por email. 

En cuanto a la escritura, se echan de menos dos funcionalidades. Por un lado el no dar al usuario la posibilidad de 'manchar' los libros. Esto es, subrayar directamente con el lápiz o tirar flechas a los márgenes; y es que para apuntar a mano en ellos será necesario crear una nota, y entonces será sobre ésta en la que podamos escribir lo que se quiera. Además, no todas las obras —como cómics, novelas gráficas o revistas— son compatibles con esta función. 

Kindle Scribe Chema Flores Omicrono

La otra limitación del sistema es que no transcribe a texto mecanografiado lo que anotemos a mano. Es decir, el dispositivo no reconoce qué es lo que estamos escribiendo como sí hacen Kobo Elipsa o el iPad, por ejemplo. Así pues, el texto se entiende como un garabato y no se interpreta para poder servir de más utilidad. 

¿Me lo compro?

El Kindle Scribe no es para todo el mundo, es un lector pensado para aquellas personas que hacen un uso muy intenso de la lectura en este formato y que quieren ir un paso más allá. El Scribe es una forma de disparar las opciones actuales de los Kindle: escribir sobre ellos tan bien como se lee, una fórmula ambiciosa y que ciertamente es buena. 

Kindle Scribe Chema Flores Omicrono

El gran problema del Scribe es su precio, ya que entra en las ligas de las tablets como el iPad que son más versátiles aunque no están tan pensadas para la lectura. Aquí el consumidor tendrá que pensar para qué quiere el dispositivo. Si quiere devorar libros y tener los cuadernos siempre a mano en el que tomar anotaciones, ideas y garabatos el Scribe es su opción. Por contra, si quiere más versatilidad a mismo precio el iPad es mucho más potente y ofrece más recursos. También a tener en cuenta está que el Scribe es más ligero y más cómodo de llevar a cualquier parte, un factor que le hace diferenciarse tanto del tablet de Apple como de su competencia directa. 

En suma, el Kindle Scribe es un órdago de Amazon para demostrar hasta dónde es capaz de llegar en su familia de libros electrónicos. Es un portento, una gozada para leer durante horas y con la posibilidad de escribir cualquier cosa que se nos ocurra. Además de tener una batería de meses y un diseño espectacular. 

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