Probamos la brutal barra de sonido modular de JBL: la forma más fácil de tener sonido de cine en casa
Cuenta con un sistema modular para algunas de sus partes, consiguiendo que podamos adaptar el equipo a nuestras necesidades con un solo acople.
15 abril, 2023 20:01A la hora de querer un centro multimedia de alto nivel en nuestro hogar, es imprescindible cuidar enormemente el apartado del sonido. Por supuesto, tener un buen televisor (o un buen proyector) es algo absolutamente vital, ya que este es el elemento que configurará la imagen de nuestro 'cine' en casa. Pero existen alternativas de firmas como JBL que buscan llevar el aspecto sonoro de tu salón al máximo nivel. En este último caso, lo intenta con la JBL Bar 1300, un sistema de sonido de altísima categoría.
Un sistema de sonido que ha sido el elemento central de mi sistema de entretenimiento en casa durante un mes. He consumido series, películas, música y videojuegos a través de este equipamiento, el cual asciende a la friolera de 1.499 euros. No obstante, me ha descubierto lo que significa tener una verdadera experiencia inmersiva, con una calidad que me ha situado directamente en el centro de atención y lejos de reclamos publicitarios que no suelen llegar a nada.
No obstante, el aspecto en el que más brilla el sistema JBL Bar 1300 es que no solo dispone de un rendimiento auditivo brutal, sino que es la demostración de lo que supone diseñar un dispositivo con cabeza. Y es que la forma en la que JBL ha decidido optar por la modularidad en este sistema de sonido es, sin duda alguna, motivo de aplauso.
Modular e ingenioso
Cuando pensamos en una barra de sonido que a lo mejor incluya un accesorio (un subwoofer, como es el caso de esta JBL 1300), nos suele venir la misma imagen de siempre a la cabeza. Barra negra en medio, y una gran caja en un lateral. Y sí, usualmente es cierto; a nivel de diseño, esta JBL 1300 no sorprende en lo estético, pero sí en lo funcional.
El sistema se compone de un elemento central que es la barra, que es la que se conecta al televisor. Se le une un gran subwoofer del que hablaremos más adelante, pero adicionalmente, cuenta con dos módulos laterales que se pueden acoplar a los lados de la barra con pines. He aquí la genialidad; estos módulos pueden funcionar tanto con la barra como de forma independiente.
Estos son un par de altavoces envolventes desmontables que tienen su propia batería. La idea es simple; puedes acoplarlos a la barra (aumentando su tamaño, por supuesto) o usarlos para que proyecten el sonido en la posición trasera a las personas oyentes de la sala, para aumentar enormemente la amplitud del sonido. El sistema realiza una calibración para ofrecer un sonido 3D con cuatro controladores en la barra y dos más en cada uno de los altavoces para conseguir dicha experiencia envolvente. Es decir, dispone de 6 controladores ascendentes.
El propio proceso de configuración y calibración se encarga de permitir la configuración de estos altavoces. Debido a que la barra se dispone junto al televisor y el subwoofer también, estos altavoces se dedicarán a frecuencias más medias y altas, proyectando el sonido detrás de nosotros y dando un sentido espacial a todo el audio.
Pero no acaba ahí. Si nos quedáramos aquí, este sería un diseño curioso, sin más, pero limitado. Pero la magia llega cuando vemos que cada uno de estos altavoces tiene su propia conectividad. Tienen botones de emparejamiento, puertos de audio e incluso un puerto USB-C para cargar la batería. De hecho, se pueden usar como altavoces independientes para dispositivos Bluetooth.
Exacto; si por ejemplo estás fuera de casa y quieres llevarte estas piezas del sistema, puedes conectarlas al móvil o al portátil para tener unos brutales altavoces Bluetooth. En mi caso me los llevé para poder realizar una videollamada a través del portátil, y lo cierto es que son increíblemente superiores a la gran mayoría de altavoces Bluetooth que podemos comprar por ahí debido a su altísima calidad.
Por ende, cuando estamos en casa solo tenemos que posicionar los altavoces de forma independiente detrás de nosotros para conseguir la experiencia cinemática y envolvente que queremos. Si estamos fuera, podemos usarlos como un par de geniales altavoces Bluetooth móviles. Y siempre que queramos cargarlos, tan solo tendremos que conectar un cargador USB-C o directamente reacoplarlos a la barra, aumentando su sonido frontal.
El único punto que no nos ha gustado del sistema de altavoces externos es la batería. Cada uno de estos altavoces tiene una autonomía de hasta 12 horas, pero con un uso continuado del sistema de sonido 3D, nos hemos encontrado con la necesidad de ponerlos a cargar quizás algo más de la cuenta. No es un drama en absoluto, pero quizás el 1300 de JBL podría haber añadido un poco más de autonomía en este sentido.
Una experiencia increíble
Pero de nada sirve tener un diseño ingenioso si por el camino sacrificamos en calidad. No por nada este sistema de audio vale más que una buena parte de los televisores que podemos comprar hoy en día. Dejando a un lado los altavoces surround independientes, el resto del sistema de sonido no se queda atrás en absoluto.
Nos encontramos con un sistema de 11.1.4 canales, que tiene una potencia total de 1.170 vatios y que de nuevo, consta de tres partes separadas (o más bien, 5): los altavoces surround traseros, la barra y el subwoofer de 10 pulgadas. Centrándonos en la barra, esta ofrece todo tipo de conexiones y tecnologías para ayudar, de nuevo, a esa inmersividad de la que presume JBL.
Hemos podido disfrutar de la tecnología Dolby Atmos y DTS:X en conjunto, aderezada con la tecnología propietaria de sonido envolvente de Harman, bautizada como MultiBeam. Adicionalmente y a nivel de conectividad inalámbrica, el sistema JBL 1300 no escatima en nada; WiFi, AirPlay, Alexa Multi-room Music e incluso Chromecast.
Sí, se puede usar como un sistema de Chromecast dedicado al audio. Tampoco falta el Bluetooth como sistema de conexión principal. Además, se pueden vincular con dispositivos mediante asistentes virtuales como Alexa, Google Assistant o Siri. Gracias a mis Amazon Echo repartidos por toda la casa, he podido exprimir la barra de sonido con un par de comandos de voz desde cualquier parte de mi hogar.
Pero por otro lado, la propia barra en sí presume de tener todas las conexiones que seguramente necesitemos. Puerto USB-A, cuatro puertos HDMI con uno eARC y un puerto Ethernet. Se mantiene la conexión de audio óptico a un lateral del HDMI. Es decir, que no he tenido en absoluto ningún tipo de problema a la hora de conectar la barra a mis distintos dispositivos.
Esto me ha facilitado muchísimo las cosas. Si por ejemplo quería poner música vía Chromecast desde mi teléfono, no tenía ni siquiera que encender el televisor; simplemente usaba Spotify para redirigir la música a la barra. En caso de que quisiera ver una película, usaba la conexión HDMI eARC (con 4K y Dolby Vision, ojo) y si un amigo quería enviar su música a la barra vía Bluetooth, también podía. Una versatilidad tremenda que solo podemos aplaudir y que no se suele encontrar en estos dispositivos.
Si nos vamos a las características directas, la barra de sonido tiene 7 amplificadores de pista de 46x90, 3 altavoces para agudos (tweeters) de 20 milímetros y 4 amplificadores de rango completo ascendentes de 70 milímetros. Los altavoces cuentan con un amplificador de circuito de 46x90 milímetros, y los mismos tweeters. Le siguen amplificadores de alcance completo de 70 milímetros y 2 radiadores pasivos rectangulares de 48x69 milímetros.
Luego está el subwoofer, un monstruo de 10 pulgadas e inalámbrico que posicionaremos, presumiblemente, a un lado de la barra. Tiene un transductor de 260 milímetros, y tiene unas medidas nada desdeñables de 305 x 440 x 305 milímetros. Nada malo que decir; cumple su función de forma sobresaliente, aunque quizás su tamaño hace que sea un poco complicado posicionarlo si no tenemos un espacio dedicado para ello.
La experiencia de audio es, sin lugar a dudas, espectacular. El sistema JBL 1300 consigue dar un rendimiento profesional, que no solo hará las delicias de los usuarios menos experimentados sino de los más megalómanos de tu casa. En mi experiencia, de hecho, he llegado a poner a prueba el sistema con un experto de audio de alta calidad, que ha llevado al JBL 1300 a su límite con contenido auditivo de bajísima compresión.
En lo que se refiere a ver películas, ver series o escuchar música, la 1300 rinde de manera abismal. El sonido realmente envuelve a los oyentes, posicionando el sonido de forma precisa para que, ayudándonos del contexto visual, de una capa más de profundidad al audio. Incluso el experto de audio ha quedado sorprendido por su rendimiento.
Para muestra, un botón. Hemos llevado a cabo pruebas con algunas películas y series que, precisamente, destacan por su acabado sonoro. Los ejemplos más claros son la película Interstellar de Christopher Nolan y Top Gun: Maverick, que recientemente ganó el Oscar a mejor sonido. La sonoridad de los efectos prácticos y especiales de esta última cinta está a un nivel muy alto, y es la mejor opción para darle 'caña' a este sistema JBL 1300.
No hemos conseguido que hinque la rodilla. El dispositivo ha demostrado no achantarse nada, y ver este tipo de películas en un sistema así es una absoluta maravilla. Por primera vez en mucho tiempo, he sentido que el reclamo del sonido envolvente es real y tangible, con un rendimiento sensacional a la hora de representar y dirigir los sonidos del contenido que consumimos. Nada como oír en un sistema así a Tom Cruise volar en un caza y notar dicho audio volar cerca de tu cabeza.
Además, el equilibrio de las frecuencias es otro punto destacable de este sistema. Esto es gracias a tecnologías como PureVoice, que mediante algoritmos optimiza la claridad de la voz para los diálogos. Y efectivamente; no hemos podido perdernos ni una sola palabra del bueno de Cruise, incluso escuchando el rugir de los aviones en Top Gun: Maverick o escuchando el glorioso órgano de Hans Zimmer, en Interstellar.
¿Me la compro?
Hay que ser objetivos. Los usuarios que simplemente quieran una barra de sonido con la que mejorar la calidad auditiva de sus televisores no necesitan en absoluto este sistema JBL 1300. Es un equipo muy top, que supera en precio incluso a un televisor de alta gama, y que está pensado para los oídos o más exquisitos o más exigentes. Si entras dentro de esta categoría, es un dispositivo extremadamente fácil de recomendar.
Si tu objetivo es conseguir una experiencia verdaderamente envolvente e inmersiva, el JBL 1300 es el sistema a elegir. No solo por su versatilidad o por su genial diseño, sino porque este producto representa la fusión ideal entre buen diseño sin sacrificar en rendimiento. Y por este precio, tendrás un sistema en casa que hará arder de envidia a tus vecinos.