Si hay un producto de tecnología que ha cambiado los quehaceres de limpieza diarios en muchos hogares de España ése ha sido el robot aspirador. La tecnología liderada por la Roomba de iRobot ha hecho que la aspiración y fregado de muchos hogares se haya dejado en manos de robots ,que se pasean por casa sin ningún tipo de cables y con una eficacia extrema. Ahora, esta misma operativa la lleva con éxito Aiper al mundo de las piscinas para acabar con el incordio de limpiar fondo y paredes. 

La compañía acaba de traer a España varios modelos, entre los que destaca el Seagull Pro, un potente limpiador de piscinas autónomo que llama la atención por no tener ningún tipo de cable o conexión externa mientras está en el agua. Al igual que los robots aspiradores, está llamado a cambiar el paradigma de cómo se limpia una piscina de una forma fácil, sencilla y eficaz. 

Durante las últimas semanas lo hemos puesto a prueba en EL ESPAÑOL - Omicrono para comprobar de primera mano su eficacia y si rinde tan bien como promete y por lo que cuesta. Al tratarse del modelo más ambicioso de la marca llega a un precio de 899,99 euros, aunque es fácil encontrarlo fuertemente rebajado en estos días. 

Una 'roomba' en tu piscina

El funcionamiento del Seagull Pro es tan sencillo como introducirlo en la piscina y esperar a que él haga todo el trabajo. En la parte superior central cuenta con un dial en la que se establece alguno de los tres modelos de limpieza: automático, que cubre toda la piscina; sólo suelo o sólo las paredes. En función de la opción elegida, el robot se pone en funcionamiento de forma casi mágica. Se echa al agua, se ubica por sí mismo y recorre suelo y paredes por completo. 

Trabaja de la misma forma que lo haría una Roomba, siguiendo un patrón de movimiento para asegurarse que no deja ni un azulejo —en mi caso— por cubrir. De este modo, hay que diferenciar dos modos distintos de moverse: en forma de S para el suelo, mientras que si sólo queremos paredes hará una especie de N, es decir, marcará un pequeño triángulo en el suelo para ir avanzando por la pared. En el caso de querer ambos, los combinará hasta cubrir un área de limpieza equivalente a 300 metros cuadrados.

Dial de ajuste del programa Chema Flores Omicrono

 

Este modelo es el único del catálogo de Aiper capaz de limpiar la línea del agua, amén de pared y suelo plano. De este modo, es con el que la compañía promete una mejor terminación al acabar el programa. Lo cierto es que el robot es un portento y limpia como promete. Cuenta con un puerto de succión de 18 centímetros, con un poder de succionar a 130 GPM (492LPM) gracias a un potente motor de 70W con picos de 200W.

Para alimentar ese motor incluye una batería con una autonomía de 180 minutos, tiempo tras el cual el Seagull Pro flotará para poder ser rescatado con un gancho que se incluye en la caja. Es fácil de pescar y suele quedarse siempre en la misma zona si repetimos el programa. 

Aiper Seagull Pro Chema Flores Omicrono

Sin embargo, el gran punto a favor de su sistema de batería es la carga rápida. En este modelo, en apenas hora y media estará cargado por completo, con lo que el usuario puede hacer de él un uso casi constante y no preocuparse en exceso de cargarlo con anterioridad. No hace falta planear la limpieza. 

Para indicar el estado de carga, el dial ubicado en la parte superior cambia de color de forma que se sepa muy rápido visualmente en la horquilla en la que se encuentra la batería. Si está en verde es que supera el 90% de carga; en azul, entre el 50 y el 89%; en amarillo, entre 10 y 49%; mientras que si se encuentra en rojo es que está por debajo del 9%, no funcionará y pedirá ser pescado.

Manejable y accesible 

Este particular portento de la robótica doméstica es contundente y se percibe bien construido con materiales de alta calidad. Pesa 9,5 kilogramos, aunque es cómodo de sacar de la piscina y cargar gracias al asa que incorpora. Uno de los detalles más interesantes del diseño es el vaciado rápido de agua, con lo que no hay que esperar demasiado tiempo para poder guardarlo. 

El cesto donde se acumula la suciedad es muy accesible. La compuerta del depósito se encuentra en la parte superior, donde podemos usar un asa de la que tirar y disponer del cesto que guarda lo recogido durante la limpieza. El sistema recuerda al de un aspirador sin cable tipo Dyson: bastará con vaciarlo y enjuagarlo con agua para que siga funcionando. El mantenimiento es asequible. 

El cepillo y puerta de succión. Chema Flores Omicrono

La compañía recomienda que este filtro se limpie idealmente con una pistola de agua a presión, para que ningún desecho seco pueda obstruir el filtro después del uso, lo que restará eficiencia y capacidad de succión a la larga al equipo. En el tiempo de uso, con un simple manguerazo salía toda la suciedad, algo que también dependerá de cada piscina. 

¿Me lo compro?

El Seagull Pro es un producto fantástico, redondo, capaz de llevar el espíritu de las roombas a las piscinas domésticas. El concepto es el mismo: enciéndelo y olvídate que el robot va a trabajar por ti. Es cierto que esta fórmula ya existía para limpiar las piscinas con los limpiafondos que llevan años en el mercado, pero la independencia que da el no tener ningún tipo de tubo o cable hacen única la experiencia de uso. 

El robot apurando las paredes. Chema Flores Omicrono

Con este modelo de Aiper es más cómodo bañarse mientras se está en uso y podemos olvidarnos por completo que está trabajando. Con los modelos de cable, si queremos usarlos mientras estamos dentro de la piscina, es un incordio. El ser completamente inalámbrico es un punto de inflexión. Sin embargo, la clave es que esta comodidad no sacrifica el limpiado y rinde excelentemente en este apartado. 

El principal inconveniente es su precio. Al tratarse de un modelo de alta gama, hará que muchos se lo piensen dos veces antes de comprarlo. Es cierto que se trata de un producto premium y por tanto no llega a todos los bolsillos. Eso sí, la experiencia es tan buena como promete. 

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