La semana pasada Apple presentó sus nuevos iPhone 15, los smartphones con los que quiere seguir encabezando el mercado de telefonía móvil y que este viernes se ponen a la venta en España. Se hicieron oficiales durante la keynote Wonderlust, en la que además la compañía dio a conocer los nuevos Apple Watch Series 9, Series Ultra 2 y nuevos AirPods Pro con conexión USB-C.
Los nuevos móviles de Apple son una evolución y no una revolución, aunque hay más cambios de los que pueden observarse a simple vista. Quizá la modificación más esperada —y conocida por las exigencias de Bruselas— era la llegada de la conexión USB-C a toda la gama. La conexión universal jubila definitivamente al Lightning que ha estado en los dispositivos de Apple durante más de una década. Pero hay más. Mucho más.
Un procesador de referencia, un nuevo material y diseño, adiós a un botón icónico, mayor versatilidad y potencia de cámaras, nuevas terminaciones y un mayor compromiso con el medioambiente. Vuelven a ser cuatro teléfonos de dos tamaños: el iPhone 15, iPhone 15 Plus, iPhone 15 Pro y iPhone 15 Pro Max y Apple sigue marcando las diferencias entre aquellos dispositivos pensados para el gran público y los del apellido Pro, enfocados a trabajar fuertemente en contenido audiovisual con ellos.
En EL ESPAÑOL - Omicrono los hemos probado durante los últimos días para, con un primer vistazo, tratar de orientar la compra a quien quiera decidirse por alguno de los nuevos teléfonos que —sorpresivamente— han bajado ligeramente de precio: el iPhone 15 parte de los 959 euros, el iPhone 15 Plus desde 1.109 euros, el iPhone 15 Pro desde 1.219 euros y el iPhone 15 Pro Max desde 1.469 euros.
iPhone 15 Pro: rendimiento desbocado
Los nuevos iPhone 15 Pro representan lo mejor de la innovación de Apple. Son capaces de mantener la esencia al tiempo que cambian ligeramente el diseño para dar cabida a un nuevo material, el titanio. No sólo se trata del material más premium usado jamás por la empresa en un teléfono, sino que también mejora la resistencia y la ligereza, ya que ahora es ligeramente más compacto y liviano que la generación anterior.
Los nuevos modelos Pro presentan una pequeña curva lateral, no es tan recto como los iPhone 14 Pro, pero luce un espectacular cepillado que da una sensación premium y de agarre extraordinario en la mano. La estructura interna además utiliza aluminio 100% reciclado, y nuevos materiales de vidrio resistentes, pensando en aguantar a golpes y caídas accidentales.
Lo cierto es que se nota compacto, bonito y premium. Es familiar pero al mismo tiempo completamente nuevo. Es una lástima ponerle funda, aunque el tacto de las nuevas FineWoven también son muy agradables, ya que invita a lucir su diseño en todo momento.
Más allá de los laterales ligeramente curvados, los dos puntos clave del diseño son la conexión USB-C y la desaparición de la pestaña que permitía silenciar o poner sonido al móvil. Ahora tendremos un botón de acción, que el usuario podrá determinar para qué quiere usarlo. Bastará con una pulsación larga para que el comando establecido por el usuario se lance. Por defecto seguirá siendo la función de silencio, pero se puede poner la cámara, notas de voz, la linterna, la lupa, modo de concentración, atajos, accesibilidad e incluso dejarlo sin acción. En mi caso he alternado entre el silencio y la cámara, aunque aún no he decidido cuál me gusta más.
Precisamente, más allá del diseño y el nuevo material premium, el verdadero reclamo de los iPhone 15 Pro son las cámaras. Es un sueño hecho realidad para los creadores de contenido que ven como Apple ahonda en funcionalidades específicas creadas por y para fotógrafos, videógrafos y usuarios avanzados que ya han dejado su cámara en casa para trabajar y pueden ir con el teléfono a todas partes.
Los iPhone 15 Pro mantienen el trío de cámaras, pero ahora, gracias al sensor de 48 megapíxeles, la fotografía computacional y el nuevo chip A17 Pro se puede tener el equivalente a 7 lentes en el teléfono. Gracias al recorte de imagen en tiempo real, en la cámara principal se tendrá el equivalente a un 24 mm, un 28 mm y un 35 mm. Además, se mantiene el modo macro y el disparo equivalente a 48 mm (un 2x). Sin embargo, Apple diferencia en la última lente entre el iPhone 15 Pro y el iPhone 15 Pro Max. El modelo de mayor tamaño equipa un teleobjetivo 5x que equivale a un 120 mm, mientras que el iPhone 15 Pro se queda en el 3x que ya tenía el año pasado equivalente a 77 mm.
Más allá de esta diferencia en el teleobjetivo, la verdadera magia de la cámara reside en el sensor principal de 48 megapíxeles. El nuevo motor fotográfico permite tener fotos más claras incluso en entornos oscuros, con más detalle, y en formatos específicos en los que los profesionales sacarán verdadero partido. Hay un sin fin de ajustes pensando en creadores con los que el iPhone 15 Pro pasa de teléfono a herramienta de trabajo.
Uno de los detalles más impresionantes es la nueva generación de fotografía retrato. Ahora incluso con baja luz es posible tener buenos resultados, pero además mejora de tal forma que se pueden tomar retratos directamente en el modo normal, una forma de demostrar el músculo de este teléfono que, en ocasiones parece más una cámara de fotos. Asimismo, el usuario podrá reenfocar un modo retrato una vez tomada la imagen o tener un zoom continuado.
A las cámaras de alta calidad le acompaña un chip rompedor, único en la industria: el A17 Pro. El primer procesador de 3 nanómetros del mercado móvil permite tener importantes mejoras con respecto al iPhone 14 Pro —que ya era rápido—. En concreto, la nueva arquitectura espolea el motor neuronal al doble de velocidad que la generación anterior, mientras que la CPU es un 10% más rápida y el rendimiento gráfico un 20% mejor que el A16 Bionic de los Pro de 2022. Este potencial de la GPU hace que sea capaz de mover juegos con tecnología ray tracing, propio de las consolas de nueva generación.
iPhone 15: un salto de calidad
La generación pasada de iPhone 14 fue la primera en la que Apple diferenciaba los modelos base de los Pro con diferente chip, este año lo ha vuelto a hacer, pero ha dado a los iPhone 15 un interesante salto de calidad con respecto al modelo base del año pasado. Este año en el iPhone 15 y iPhone 15 Plus, mejora sobremanera la pantalla y sobre todo la cámara, que ahora permite tener un teleobjetivo gracias al recorte del sensor que da más versatilidad a las tomas. Pero vayamos por partes.
La pantalla del iPhone 15 sigue siendo Pantalla Super Retina XDR de 60 hz de refresco pero mejora considerablemente el brillo con respecto a la generación anterior, alcanzando los 2.000 nits en exposiciones de mucha luz. Se ve muy bien. Está a la altura de los hermanos mayores salvo por la tecnología ProMotion y la pantalla siempre activa, a nivel visual es excelente.
Este año además la gama base estrena la Dynamic Island, esa pildorita en la parte superior que sirvió para jubilar al notch y que lo aprovechan las aplicaciones de terceros para mostrar cómo va el partido de nuestro equipo favorito, reproducir música o ver cuánto le queda al taxi para llegar sin necesidad de entrar en la app. Un avance en usabilidad que cuando te acostumbras no puedes renunciar a él.
Más allá de la pantalla, el verdadero avance de esta generación está en las cámaras. El sensor principal crece considerablemente hasta los 48 megapíxeles que equipan los modelos Pro, montando también un gran angular. Esto permite al teléfono tomar fotografías en super alta resolución (24 y 48 megapíxeles) con un detalle de altísimo nivel y una captura de luz y detalle que hasta ahora sólo estaba a la altura de los modelos Pro.
La capacidad de tener un sensor de 48 megapíxeles, y un chip potente que acompaña, permite que por primera vez el modelo base pueda tener una tercera lente —aunque sea virtual—, aumentando así la versatilidad del dispositivo. Ahora dispone de un telefoto 2x, equivalente a una focal de 52 mm, lo que es ideal para retratos y fotografías con más detalle. Precisamente, el iPhone 15 también incorpora funciones de cámara como los nuevos retratos avanzados, un modo noche mejorado y un SmartHDR que permite tomar imágenes con un detalle y textura impensables en los modelos más asequibles.
Responsable de la gestión de las imágenes y del rendimiento general del teléfono es el A16 Bionic, el mismo chip que tenían los iPhone 14 Pro el año pasado y que también permite grabar vídeo en modo cine en 4K, hacer zoom 2x en el vídeo o incorporar el modo acción. Todo, usando un 20% menos de energía que el chip A15 Bionic, con una CPU un 20% más potente y una GPU un 40% más rápida. Es una bestia.
Otro punto importante de los nuevos iPhone 15 es su diseño. El nuevo acabado mate trasero consigue una mayor sensación premium y realmente se siente de altísima gama. Es ahí donde las diferencias con el actual modelo Pro, e incluso con el del año pasado, se juntan para estar más de la mano que nunca.
¿Cuál me compro?
La pregunta del millón es cuál comprar. Y aquí siempre respondo igual: depende de sus necesidades, el uso que vaya a darle, cuánto pueda —o quiera— gastarse en un teléfono y de qué smartphone venga. Si ya ha decidido que quiere uno de los nuevos iPhone 15 mi recomendación es sencilla: determine primero qué tamaño quiere y si necesita el completo potencial fotográfico de los modelos Pro. La cámara de los modelos base de este año es magnífica y si puede prescindir de la tercera lente, con los modelos base quedará más que satisfecho. Eso sí, si aspira a lo máximo o quiere no tener límites en fotografía o calidad de pantalla, el modelo Pro lleva su nombre.
Es cierto que los iPhone están pensados para durar y si tiene un móvil de Apple de la generación pasada —iPhone 14 o iPhone 14 Pro— probablemente no le compense actualizar a los nuevos modelos, salvo una excepción.
Si usted es un profesional, que trabaja exprimiendo las cámaras del teléfono el iPhone 15 Pro, especialmente el Max, es su modelo. La mayor versatilidad en las lentes le permitirá hacer un mejor trabajo, con más detalle, mayores formatos compatibles y una conexión USB-C que le abre un mundo de posibilidades. Conecte el iPhone directamente a una pantalla para ver un shooting en tiempo real, a un MacBook para pasar cientos de gigas de forma más cómoda. Son detalles importantes en su día a día, en su trabajo que le acabarán compensando. No es un cambio radical, pero notará la diferencia.
Para el gran público el modelo a elegir es el iPhone 15 o el iPhone 15 Plus. El salto de cámara con respecto a la generación anterior y la Dynamic Island es importante, pero no sé si tanto como para cambiar un teléfono por otro, sin embargo, si usted viene de un iPhone 12 hacia atrás, cambiar a los modelos nuevos empieza a ser algo entendible. Aún así, doy por seguro que su iPhone aún le aguantará varios años.