LG ha apostado por la innovación en muchos de sus productos. La compañía coreana ha querido en muchas ocasiones salirse de la norma, y su historial en productos que se salen de la tangente es palpable en España y en el resto del mundo. La última prueba de ello es el LG StanbyME, un curioso televisor portátil con ruedas que pretende solucionar situaciones del día a día que no creíamos tener.
Un dispositivo que aunque está lejos de ser económico, es como mínimo único. La idea es sencilla: tener un televisor en cualquier punto de la casa gracias a un diseño que esconde mucho desarrollo y sobre todo ingenio. Su etiqueta de precio es quizás un escollo para muchos: 1.299 euros en España, o lo que es lo mismo, el coste equivalente de comprarse un televisor de gama alta.
Ha sido mi televisor portátil durante una buena cantidad de tiempo y lo cierto es que la rareza que desprende este LG StanbyME se transforma rápidamente en sorpresa. Porque sí, me he encontrado con que este televisor es muchísimo más útil de lo que parece, solucionando 'problemas' que hasta hace poco no sabía que tenía.
Un diseño ingenioso y elegante
En este sentido, el trabajo que LG tiene por delante es titánico: diseñar un televisor portátil sin que sea estrafalario o ridículo. Nada más lejos de la realidad. EL LG StanbyME es una pieza de ingeniería premium que no solo exuda calidad por todos sus poros, sino que además está increíblemente bien diseñado. Todo ello sin sacrificar una elegancia que nos ha dejado bastante satisfechos.
Y es que a grandes rasgos, este LG StanbyME es un televisor acoplado a un brazo que, a su vez, tiene una base con ruedas. LG ha querido ir más allá de lo obvio con esta idea, ya que por ejemplo, se podrían haber limitado a recortar gastos para hacer el dispositivo más barato; materiales más baratos, menor versatilidad, etcétera. En este caso, LG ha ido con todo y por ejemplo, este televisor de 27 pulgadas es completamente táctil y articulable.
Digo articulable en el sentido de que el panel como tal se puede subir, bajar, inclinar e incluso rotar. Se puede poner tanto en vertical como en horizontal y lo mejor es que la pantalla se queda anclada en la posición que deseemos. Es decir, que si queremos ponerla inclinada pero no totalmente en vertical, podremos. Tan solo hay que girar la pantalla cogiéndola con las manos.
Todo está pensado. El poste en el que se sujeta la pantalla tiene un pequeño asa para el transporte y la base en sí tiene ruedas para poder moverse por toda la estancia. Tanto la pantalla como el propio soporte están hechos de materiales premium, perfectamente construidos y bien rematados. En ningún momento me he encontrado con nada que cruja o algún componente que se quede suelto.
En este sentido, LG ha hecho un trabajo espléndido. Es lógico, ya que es un televisor de alta gama, pero hasta la tela que envuelve la parte trasera —y que hace las veces de malla de altavoz— se siente genial. La construcción es simplemente soberbia, lo que ayuda a saber que este televisor aguantará perfectamente en el tiempo, especialmente teniendo en cuenta los mecanismos que integra en su interior.
Un televisor acorde a su precio
Sí, ver la etiqueta de 1.299 euros para un televisor de 27 pulgadas y Full HD quizás no sea del agrado de todo el mundo. Pero hay que aclarar una cosa: este televisor sí que justifica su precio, al menos en lo que a calidad se refiere. Porque pese a la resolución y al tamaño, este es un panel de altísima calidad, que suplirá cualquier necesidad.
Lo que pretende LG con esto es que lleves un televisor de más de 1.000 euros por la casa. Y es lo que he hecho. Al ser Smart TV y montar el sistema webOS de la compañía, tenemos acceso a todos los servicios y aplicaciones clásicas de los televisores tope de línea de la compañía. Disney+, Spotify, Netflix... e incluso LG Channels, para ver la televisión. Imprescindible, ya que no tiene conector para antena.
Sin ambajes, la calidad de este LG StanbyME es excelente. Está al nivel de los mejores televisores de LG, pese a tener tecnología LED LCD, ya que la calibración del color y la nitidez están muy por encima de la media. LG no se ha limitado a poner un panel básico de 27 pulgadas; ha tenido el buen hacer de dotarle de una gran calidad y de un gran tratamiento del color. Recordemos que tenemos HDR10 así como Dynamic Tone Mapping entre otras tecnologías para aderezar la imagen.
Algo similar ocurre con el audio. Todo el sistema de altavoces está situado tras el propio panel, donde además se encuentran las conexiones HDMI y USB. Contamos con una potencia total de 10 W en 2 canales que está aderezado por Dolby Digital Plus. Su única carencia es que no tiene woofer, por lo que los bajos quedan un poco atrás, pero el resto del audio es nítido, claro y sobre todo potente. Ninguna pega a este apartado.
En definitiva, el asunto de la calidad de imagen (y de sonido) me ha satisfecho enormemente. Da igual la posición del televisor o el ángulo de visión; ver películas y series en este panel es una gozada y hará las delicias de los que quieran calidad a la hora de consumir contenido. Eso sí, los bordes de pantalla no son demasiado finos, algo comprensible ya que sirven para sujetar la pantalla y así moverla y girarla. Por supuesto, tenemos un mando a distancia incluido con el televisor.
Más útil de lo que parece
En un principio, es lógico arquear una ceja y preguntarse para qué sirve un televisor con ruedas. Mis primeras impresiones fueron reacias, ya que aunque tengo la casa llena de pantallas (5 en total he contado), no se me ocurrían situaciones donde quisiera tener un televisor a mano todo el rato. La gracia de este LG StanbyME es que no necesita siempre estar conectado a la corriente; tiene una batería de hasta 3 horas de duración.
Me equivocaba. El concepto de tener una pantalla de gran calidad y que sea independiente en cualquier lugar de la casa me ha abierto un mundo de posibilidades. La cuestión está en no buscar situaciones donde quieras una pantalla, sino darte cuenta de en qué situaciones no tienes una pantalla y quizás te gustaría tener una. Cambiado el chip, he visto a este televisor una herramienta de gran utilidad.
Un ejemplo. A la hora de ir a dormir, me gusta ver un vídeo o dos en la cama, usando mi móvil. Gracias a que el televisor es totalmente articulable y que se puede 'colar' por algunos rincones muy estrechos de la casa, puedo ponerlo a un lado de la cama e incluso a los pies. ¡Voilá! Tengo una tele de 27 pulgadas directamente en mi cama, sin necesidad de muebles, cables, etcétera.
Lo mismo ocurre en la cocina, o en mi entorno de trabajo. A la hora de cocinar, me gusta ver una serie, escuchar un pódcast o simplemente seguir una receta. Como el televisor es compatible con apps, puedo instalar TikTok y poner la pantalla en vertical. Así, puedo ver TikTok mientras cocino y seguir recetas de mis creadores de contenido favoritos. Y sí, es posible deslizar por la pantalla táctil.
El uso de webOS a nivel móvil es increíble. Es un sistema inteligente que además se integra con la conectividad del hogar a la perfección. Incluso es posible gestionar otros dispositivos inteligentes con la aplicación Panel de Casa. En mi entorno de trabajo, si quiero escuchar música y no tengo mi televisor convencional a mano, me basta con ponerlo el LG StanbyME a un lado y escuchar música.
No me faltan ejemplos. Ver una película o un vídeo mientras yo y mis amigos comemos en mi patio, ver TikTok mientras me cambio de ropa en el dormitorio... Las posibilidades son mucho más amplias de lo que parece. Además, hemos de destacar enormemente varios aspectos clave del LG StanbyME que favorecen este flujo de uso, como el hecho de tener NFC y Bluetooth, además de AirPlay 2. Conectar un dispositivo para enviar contenido al televisor es tremendamente fácil y sencillo.
Uno de sus puntos más importantes es sin lugar a dudas sus ruedas. Son suaves y se mueven en cualquier dirección. Nos encanta mover el televisor porque es llevable y se mueve muy bien por casi cualquier superficie. A la hora de girar el televisor, nos hemos visto en la necesidad de 'parar' la base en alguna ocasión con los pies para que no se moviera, siendo esta su única pega en cuanto a diseño.
Su batería también nos ha gustado, ya que pese a tener 3 horas de duración, se puede optimizar de distintas maneras. En nuestro caso, no nos hemos encontrado con un problema de autonomía; cuando no nos ha hecho falta el televisor, simplemente lo hemos puesto a cargar. Un sistema que nos ha convencido bastante, y que esperamos ver en otros modelos futuros.
Me he visto teniendo un televisor de muy alta gama en cualquier punto de la casa sin necesidad de muebles, brazos o instalaciones raras. Y creemos que sus dimensiones son ideales. Si el televisor fuera más grande, sería más difícil de manejar y tendría menos batería. Si tuviera más hercios, la autonomía se reduciría bastante. Y sin táctil, nos veríamos abocados a usar todo el rato el mando. En definitiva, este LG StanbyME tiene bastantes ideas bajo el brazo y muchos le sacarán un partido que no esperarán.
¿Me lo compro?
Hay que admitir que este no es un producto para todo el mundo, ya que responde a necesidades muy concretas. Sí, tiene un precio elevado, pero totalmente justificado en muchos aspectos; calidad de construcción, características clave y sobre todo versatilidad. Porque este televisor es ideal para aquellos que desean tener un televisor de gama alta en todas las habitaciones de su casa, y no quieren comprarse varios dispositivos al mismo tiempo.
Si es tu caso, entonces el LG StanbyME es una compra recomendadísima. Es uno de esos dispositivos que no sabes que necesitas hasta que lo tienes y ahora no me veo yendo por la casa sin el televisor siguiéndome a todos lados. Una solución a un problema que no existía que si bien puede ser excéntrica, es tremendamente recomendable.