Apple ha roto la baraja con el nuevo iPad Pro. Su nueva tableta desafía los límites físicos con el diseño más delgado jamás realizado, al tiempo que incorpora una potencia descomunal con el nuevo chip M4, siendo más capaz que muchos de sus ordenadores. El mensaje de Apple es claro: no importa dónde estés, vas a poder llevarte todo el rendimiento que necesites a cualquier parte. Eso es el iPad Pro.
Pero el iPad Pro no ha llegado solo. En la presentación Let Loose de la pasada semana, Apple también dio a conocer el nuevo iPad Air así como el Apple Pencil Pro, una nueva tablet que también sube el nivel de potencia para que éste sea más asequible, al tiempo que dispone de un nuevo lápiz inteligente con más funciones y que permite a los usuarios más creativos aprovecharlo mejor.
Entre iPad Pro y iPad Air hay similitudes. Ambos apuestan ahora por los dos tamaños de pantalla —11 y 13 pulgadas—; que han cambiado la disposición de la cámara frontal para estar ahora centrada en horizontal; que ambos pueden aprovechar el potencial del Pencil Pro para sacar más partidos a las ilustraciones e incluso que ambos son los modelos que están orientados al usuario más profesional. Sin embargo, existen fuertes diferencias con las que el iPad Pro se desmarca para ofrecer un rendimiento sin rival en el mercado con una delgadez extrema y una pantalla OLED nunca vista antes en la gama.
En EL ESPAÑOL | Omicrono los hemos estado probando de manera intensa durante los últimos días, antes de que se pongan a la venta el próximo miércoles, con la idea de conocer de primera mano hasta dónde pueden llegar, qué opción es la más recomendable para comprar y cuáles son las diferencias y similitudes entre ellos antes de decidirnos por el iPad Pro (desde 1.199 euros) o el iPad Air (desde 699 euros).
iPad Pro: mucha potencia y delgadez
Las tres claves del nuevo iPad Pro son diseño, potencia y una impresionante pantalla OLED. Tres pilares que luego se van combinando con otra serie de funcionalidades y desarrollos para converger en uno de los dispositivos más ambiciosos creados jamás por Apple. Más allá de que sea, sin lugar a dudas, la tablet más avanzada del mercado. Es abrumadoramente capaz, tanto, que no está diseñada para el usuario medio porque no le podrá sacar todo el provecho que tiene.
Al igual que sucede con la familia Pro del MacBook, el iPad Pro está diseñado para profesionales de alto nivel. Bien se trate de edición de vídeo, diseñadores de videojuegos, creadores gráficos, fotógrafos e incluso programadores, tendrán en esta tablet su herramienta de trabajo para llevar a cualquier parte ya que es más ligera y delgada que nunca. El trabajo puede ser ahora tan portátil como el usuario desee.
El iPad Pro oscila entre los 444 y los 582 gramos según tamaño y conectividad. En el caso de la unidad que estamos probando es la versión de mayor peso, pero es tan ligera que, a modo de anécdota personal, cuando cogí la caja pensaba que venía vacía. Es increíblemente ligera. Está pensada para llevar a todas partes.
Sin embargo, donde verdaderamente llama la atención es en su delgadez. Con un grosor de 5,1 mm se convierte en el dispositivo de Apple más delgado de su historia e invita a transportarlo a todas partes. Pese a estas cifras, el iPad Pro no da —en absoluto— sensación de fragilidad o de que vaya a doblarse. Es un dispositivo rígido, consistente y bien construido, con una durabilidad que invita a llevarlo a todas partes. Es precisamente en esta ligereza y delgadez donde cobra más sentido la nueva funda Magic Keyboard. Este accesorio también ha sido rediseñado para acercar la experiencia MacBook a los poseedores de un iPad Pro.
El otro reclamo visual y de experiencia de uso es su nueva pantalla Ultra Retina XDR, un panel OLED de altísimo rendimiento que lleva la inmersión en el contenido, la fidelidad de colores y el detalle de los mismos como nunca se ha visto antes. Se ha trabajado también en una nueva tecnología antirreflejos —más allá de la terminación de vidrio nanotexturizada disponible para los modelos de más capacidad— que invita a los creadores de vídeo a trabajar con precisión en cualquier lugar.
El uso de la pantalla es increíble, bien sea en interior o en exterior, ya que cuenta con 1600 nits de pico de brillo con un ratio de contraste de 2.000.000:1 y soporte nativo para series y películas en HDR. El iPad se ve como nunca para convertirse en la pantalla portátil más avanzada.
La clave para conseguir esta extremada delgadez y que la impresionante pantalla OLED no devore la batería está en el chip M4. El nuevo procesador es la segunda generación de su diseño de tres nanómetros que dispara tanto el rendimiento como la eficiencia energética. En concreto, la CPU ofrece un rendimiento hasta 1,5 veces más rápido que el iPad Pro con chip M2, viene con cuatro núcleos de rendimiento y seis núcleos de eficiencia, así como con 16 GB de memoria RAM en los modelos mayores, como el que estamos probando.
Esta potencia también se traslada al trabajo de Neural Engine que le permite realizar 38 billones de operaciones por segundo con lo que le convierten en una máquina supercapaz de procesar IA en el dispositivo y aprovecharlo en aplicaciones como nunca antes. La verdadera magia del chip está en su eficiencia energética. Utilizando sólo la mitad de potencia, el M4 puede ofrecer el mismo rendimiento que el M2. Y utilizando solo una cuarta parte de la energía, ofrece el mismo rendimiento que el chip más reciente de un portátil. O lo que es lo mismo, la exigencia al máximo no sacrifica sus 10 horas de duración de la batería.
Otra de las novedades en el diseño, menos llamativas que su delgadez, es el cambio en las cámaras. El iPad Pro está pensado para ser práctico, versátil y operativo. Es por eso por lo que ahora monta la cámara en el centro cuando está apaisado, igual que en el iPad de décima generación y que en la mayoría de los portátiles. Una clara referencia a que la tablet viene a jugar en la misma liga del PC. Del mismo modo, la nueva generación opta por una única cámara trasera (12 megapíxeles) que combinada con el LiDAR y el nuevo sistema de flash True Tone permite desde escanear mejor la documentación a poder reproducir entornos en 3D con sólo capturarlos con la cámara el LiDAR.
En esta ambición de que el iPad Pro sea más capaz y versátil por sí mismo, también cabe destacar que ahora parte desde los 256 GB de almacenamiento, cuenta con mayor conectividad con WiFi 6E y eSIM así como es compatible con monitores externos a través de Thunderbolt (USB 4) pudiendo exprimir su potencial tanto desde una estación de trabajo como con un disco duro externo.
iPad Air: ahora más grande
La ambición del iPad Air es ofrecer algunas de las características del iPad Pro a un precio considerablemente menor. La tablet hereda el concepto de la generación anterior del iPad Pro con dos tamaños de pantalla (11 y 13 pulgadas), aunque para ajustar el precio y diferenciarse del modelo superior cuenta con una serie de sacrificios de funcionalidades con respecto al Pro de sexta generación. Aún así, el salto con respecto a la quinta generación del iPad Air es considerable.
El nuevo diseño de 13 pulgadas y el rendimiento del chip M2 hace que las primeras sensaciones con él sean como estar usando un iPad Pro de la generación pasada. El elemento diferencial aquí es la pantalla, pues el Air pierde la tecnología ProMotion frente al iPad Pro de la generación anterior. Esta pantalla de mayor tamaño aporta un 30% más de pantalla frente al modelo de 11 pulgadas, con lo que a muchos usuarios profesionales optarán por él para trabajar mejor.
Pese a no contar con la tasa de refreso más alta, que sigue reservada para el Pro en exclusiva, la pantalla del Air se ve muy bien. Cuenta con 600 nits, una fidelidad de colores de alto nivel y una película antirreflejos para trabajar en cualquier parte. Asimismo, también es compatible con el nuevo Pencil Pro, con lo que no será necesario irse al modelo de más alta gama para disfrutar de las nuevas funcionalidades del lápiz inteligente.
El Pencil Pro, que se puede usar tanto en Pro como en Air, incorpora ahora una superficie pellizcable que abre nuevos menús en la aplicación, haciendo que su uso sea más cómodo y práctico. Asimismo, cuenta con giroscopio, con lo que el trazo es mucho más fiel a lo que sería un pincel real. Dispone además de respuesta háptica, para dar la sensación de confirmación de acción, así como se puede localizar a través de la aplicación Find My si estamos cerca, del mismo modo que el mando del Apple TV.
El verdadero salto de calidad en el iPad Air está en el uso del chip M2. Se traduce en una CPU un 15% más potente, un rendimiento gráfico un 25% mayor y un trabajo en el chip neuronal de hasta el 40% más que la generación anterior. Debería apellidarse Pro, pero el nuevo Pro ha roto los límites de rendimiento, capacidad y eficiencia. Además, mantiene las 10 horas de autonomía marca de la casa.
Con respecto a las cámaras, también apuesta por la cámara central en el modo apaisado pensando en las videollamadas y equipa en la parte trasera una única cámara capaz de tomar vídeo en calidad 4K, con lo que el usuario podrá grabar o hacer fotos directamente con el iPad para luego incorporarlo a sus proyectos.
¿Cuál me compro?
Ante esta tesitura y aluvión de novedades la pregunta es obligada: ¿qué iPad comprar? Si usted quiere la tablet para consumir contenido, realizar algún trabajo puntual y contestar correos, su mejor opción es el iPad de décima generación (desde 429 euros) o el iPad mini (desde 599 euros). Sin embargo, si lo que usted está buscando es una tablet con la que trabajar con más agilidad que con un MacBook y realiza tareas de alta exigencia, tanto el iPad Pro como el iPad Air son lo que está buscando.
Evidentemente, el iPad Pro es mejor en todos los aspectos con respecto al Air, sin embargo, si con el iPad Pro de la generación pasada le valía para su carga de trabajo y no echa de menos la tecnología de refresco de pantalla ProMotion o no le importa renunciar al nuevo panel OLED, el Air puede que se ajuste mejor a sus necesidades, y a su bolsillo.
Sin embargo, si por exigencias de trabajo usted necesita una carga gráfica potente, busca el dispositivo más ligero del mercado o quiere mejorar en la pantalla, el iPad Pro será la mejor opción de compra.
En cualquier caso, los nuevos iPad son tablets por y para profesionales, equipos que poco tienen que envidiar —especialmente el Pro— a muchos portátiles del mercado y con los que Apple consigue reactivar el interés por su división de iPads. Estas novedades espolean por completo el catálogo para volver a poner el acento en la importancia del iPad dentro del ecosistema y ambiciona un futuro prometedor para el sistema iPadOS.