Los patinetes eléctricos se han convertido en la solución de movilidad urbana por excelencia para los usuarios en España. Son la alternativa a los en muchas ocasiones incómodos vehículos convencionales, gracias a firmas como Segway haciéndolos cada vez más seguros. Los recientemente presentados NIU KQi son el claro ejemplo de ello, y hemos probado uno de sus modelos más ligeros: el KQi Air.
"Impossibly light", por su traducción en inglés, "imposiblemente ligero". Ese es el concepto que da vida a este KQi Air de NIU, destacando como principal punto de venta su reducidísimo peso de 11,9 kilos. Este patinete eléctrico no solo promete ser cómodo de conducir, sino de transportar en todo tipo de situaciones.
Sin embargo, este no es en absoluto un patinete pensado para todos los bolsillos, ya que aspira directamente a la gama alta de los patinetes eléctricos. Así lo demuestra su etiqueta de precio de 1.000 euros, un coste reducido respecto al PVP recomendado de 1.399 euros que figura en su tienda. Este KQi Air ha sido mi principal medio de transporte durante estas últimas semanas.
Elegante y estético
Los patinetes eléctricos que habitualmente superan los 700 u 800 euros en España, en la mayoría de ocasiones se postulan como dispositivos mastodónticos y pesados, que puedan soportar cualquier problema en carretera y que sean, a efectos prácticos, pequeños ciclomotores eléctricos. NIU se quita esto de encima y apuesta por un diseño diametralmente contrario: ligereza y comodidad como bandera.
Algo difícil, ya que al ser un patinete premium, NIU tiene la ardua tarea de mantener el peso a raya sin escatimar en materiales. Y así lo ha hecho ya que el KQi Air es un patinete eléctrico de alta gama, construido en un 70% en fibra de carbono y en un 30% en magnesio. El equilibrio que la firma ha conseguido en este modelo entre construcción y comodidad es sencillamente digna de aplauso.
El KQi Air es un patinete que se siente extremadamente liviano pero a la vez muy bien rematado y construido. Nada de crujidos, nada de ruidos extraños; el patinete se siente genial en las manos, ya sea sosteniéndolo para levantarlo o conduciéndolo. Incluso los aspectos que deberían estar menos 'cuidados' como la goma del manillar o el plástico de la pestaña de bloqueo frontal están construidos a la perfección.
El punto más favorable a mi parecer radica en su ligereza, por muchas cuestiones. Para empezar, este peso reducido hace que el patiente sea bastante más fácil de manejar, lo que facilita bastante hacer maniobras complicadas que impliquen, por ejemplo, hacer giros bruscos. Por otro lado, el levantar el patinete para sortear obstáculos también es una tarea fácil, y es algo que agradezco sobremanera.
Para muestra, un botón. Por la forma de mi casa, el descansillo de mi entrada está ocupado por una escalera bastante pronunciada que tengo que subir para entrar. Esto me obliga sí o sí a levantar el patinete para meterlo dentro. Lo mismo ocurre a la hora de entrar a establecimientos o subir bordes de aceras. El patinete de NIU es íncreíblemente cómodo de alzar, hasta el punto de sentirse casi demasiado ligero en ocasiones.
En general, el KQi Air de NIU es un patinete excelso en lo que a construcción refiere. Es cierto que no aparenta ser tan robusto como los patinetes más voluminosos, algo que puede echar para atrás a algunos usuarios. Sin embargo, los que aprecien el peso como un factor determinante encontrarán en este KQi Air su Santo Grial.
Requiere cierto 'aprendizaje'
El propio diseño del patinete deja claro que no estamos ante un patinete eléctrico convencional. NIU ha querido introducir innovaciones que pocas veces se ven en otros modelos de la competencia, lo cual ha repercutido directamente en su forma de uso. Sin ir más lejos, este patinete hace uso de la tecnología NFC de una forma muy peculiar, así como de la tecnología Bluetooth.
En la caja con el patinete se incluye una tarjeta negra NFC que sirve básicamente como llave de activación para el patinete. La pantalla frontal que corona el manillar integra la conectividad NFC que por ejemplo usamos para realizar pagos contactless. Los usuarios tienen la opción de pasar la tarjeta por encima del panel para bloquear o activar el KQi Air. También es posible usar el móvil como llave vía Bluetooth.
¿Qué implica esto? Si por ejemplo movemos el patinete sin haber encendido el patinete con la tarjeta, este se bloqueará y saltará la alarma. Usando estas tarjetas, podremos apagar el patinete con el botón del manillar, pero no encenderlo. Para ello, de nuevo, tendremos que usar la tarjeta o en su defecto, la aplicación para smartphone. Un sistema seguro, desde luego.
Pero este requiere de adaptación. Al estar acostumbrado a encender mis patinetes con un simple botón, me he visto en más de una ocasión yendo a usar el patinete sin la tarjeta, haciendo que el dispositivo se bloquee y obligándome a buscar la tarjeta de marras. Además, esta se puede perder, por lo que hay que tener especial cuidado con ella.
No me malinterpreten, es un sistema seguro y que me gustaría ver en otros sistemas, ya que la tecnología NFC ya se encuentra ampliamente extendida en todo el mundo. No obstante, requerirá que los usuarios se adecúen al acto de encender sus patinetes con una llave, o con el móvil. Todo el sistema es fácil de configurar mediante la app NIU.
NIU también ha decidido diferenciar su KQi Air cambiando detalles como el propio arranque del patinete. Lo normal, por ejemplo, en modelos de Xiaomi y similares es pulsar una pequeña palanca con el dedo para acelerar. El KQi Air tiene un dial en el manillar, similar al de una moto que hay que girar con la mano. Esto tiene su parte buena, y su parte mala.
Lo bueno de este sistema es que es más cómodo para acelerar y desacelerar de forma gradual, dando un rango de giro bastante más profundo que el de las palancas habituales. Lo malo es que requiere de toda la muñeca para usarse, a diferencia del clásico dedo pulgar, lo que puede ser incómodo en según qué situaciones.
Lo más negativo del dial radica en el panel de botones de su izquierda, el cual sirve para poner los intermitentes, pitar o cambiar de modo de velocidad. Pulsar estos botones mientras se gira el dial no es lo más cómodo del mundo. El uso durante los días acaba acostumbrando al usuario, y se hace relativamente fácil, pero creemos que podría haberse llevado de otra forma.
Esto queda compensado por la brutal conducción del KQi Air, que sin duda alguna es lo mejor que tiene el patinete. Se maneja de forma espectacular, y su profundo plantel de características otorga al patinete una capacidad de personalización y manejo que nos ha encantado.
La aplicación da muchísimas opciones muy útiles al usuario; integra opciones desde ajustar la velocidad de arranque hasta limitar la carga de la batería para aumentar su vida útil, entre otros. Navegar en su interfaz no es en absoluto complicado, y resume de un plumazo todas las opciones importantes que el usuario necesita conocer.
Ofrece una vista sencilla y bien organizada de los datos de conducción más importantes, y permite modificar el funcionamiento de las llaves así como el de las luces. Cuenta con opciones de servicio de atención y revisión de códigos de error, entre otros. Prácticamente todo el patinete se puede manejar desde el móvil, algo que hará las delicias de los usuarios más centrados en su smartphone.
Otra de las características que más nos ha llamado la atención es la frenada regenerativa. Cuando el patinete se detiene, frena o baja una colina genera una energía que carga relativamente la batería. Este ajuste también se puede controlar desde la aplicación, ofreciendo niveles que van desde 'Débil' hasta 'Fuerte'. Dicha opción me ha salvado más de una vez a la hora de conducir con baja batería.
La autonomía, por otro lado, también ha demostrado ser más que suficiente en el KQi Air. NIU promete una autonomía de 50 kilómetros y 700 W de potencia máxima, los cuales he podido completar sin problema. El KQi Air ha dado la talla incluso en pendientes complicadas y con poca batería; no me ha dejado tirado y ha podido aguantar los días más duros sin hincar la rodilla.
Por el resto, el KQi Air es un patinete que se adecua por completamente a las normativas impuestas por la Dirección General de Tráfico, tal y como demuestra su velocidad máxima de 25 kilómetros por hora. Cuenta con un pito electrónico y unos intermitentes potentes a los lados, que además van acompañados por un pequeño aviso sonoro.
Cabe destacar algunos detalles curiosos del patinete, como su luz inferior ambiental o su luz frontal en forma de anillo de luz, la cual es muy potente y lumínica. Por supuesto, el patinete es totalmente plegable, valiéndose de una práctica pestaña frontal. De nuevo entra la ligereza en juego, ya que elevar el patinete doblado no supone apenas esfuerzo.
¿Me lo compro?
El KQi Air de NIU es un patinete eléctrico de alta gama, pensado para aquellos que quieren un dispositivo de grandes especificaciones que no les deje tirados en ningún momento, pero dejando atrás la idea de gran tamaño y robustez que aprovechan otras marcas. Este es el punto clave: que la ligereza y la comocidad sean importantes para el futuro comprador de este patinete.
Aquellos que busquen básicamente un tanque con ruedas pesado y fuerte, no encontrarán en este KQi Air su opción ideal. Por contra, los usuarios que no quieran hacer demasiado esfuerzo a la hora de manejar su patinete verán a este patinete con grandes ojos, gracias a su espectacular comodidad. Es en este caso donde la compra es claramente recomendada, incluso si su etiqueta de precio puede suponer un problema para algunos.